“Consolarse con que Euskadi está mejor que los demás es de ilusos: la pobreza crece imparable”
Para Alfonso López, responsable de la Red Española de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) en Euskadi, el desafío de la sociedad y de las administraciones es como lograr la inclusión social de las personas que han sido expulsadas del mercado laboral y que nunca más volverán a él. “El crecimiento económico y el del empleo no van a ser suficientes para que miles de personas salgan de la pobreza. Es necesario empleo de calidad y eso es algo que ahora nadie puede garantizar. Por eso hay que pensar en fórmulas alternativas para un colectivo que no volverá a trabajar”.
El reciente estudio sobre el estado de la pobreza de EAPN refleja que al menos 385.000 vascos (el 17,6% de la población de Euskadi) es pobre o vive bajo el riesgo de caer en la exclusión social. La cifra está 11 puntos por debajo de la del conjunto nacional y es la segunda más baja de todas las comunidades autónomas, solo superior a la de Navarra, pero sigue siendo dramática. En el último año, el crecimiento de la tasa ha sido de 2,3 puntos porcentuales. Además, en la totalidad del período estudiado 2009-2015 la tasa ha crecido 2,6 puntos porcentuales.
Precisamente, Alfonso López hace hincapié en la circunstancia de que Euskadi salga mejor en la fotografía que el resto de las comunidades españolas. “”Consolarse con que Euskadi está mejor que los demás es de ilusos: la pobreza crece imparable. Hay que fijarse en la evolución y lo cierto es que desde 2009 la pobreza no ha dejado de crecer en el País Vasco. ¿Que crece menos que en el resto de España? Sí, pero no es ningún consuelo porque cada vez hay más personas pasándolo mal“.
Los datos de EAPN muestran que alrededor de 237.000 personas son las que peor lo tienen, con ingresos un 30% inferiores a la media. Unas 15.000 han pasado este último año a formar parte del grupo. Además, en Euskadi algo más de 81.000 personas, que suponen el 3,7 % del total de su población, tienen que sobrevivir con ingresos inferiores a 332 euros mensuales.
“Hay determinados colectivos”, añade, “a los que la crisis ha golpeado con más fuerza: inmigrantes y familias monoparentales donde la mujer es la cabeza de familia. Pero no hay que olvidarse de que la carne de la que se ha alimentado la crisis ha sido de la clase media, a la que el paro desbocado ha dejado muy tocada. Sobre todo, a hombres y mujeres con hijos a su cargo”.
Para López, el empleo es la mejor herramienta de protección social, pero “un empleo de calidad”. “El empleo no va a poder resolver todos los problemas. Primero, porque el empleo que se crea no permite salir del agujero a muchas familias y, en segundo lugar, porque no va a llegar para todos. Se impone un plan de inclusión y mecanismos alternativos al emnpleo para que nadie caiga en la exclusión”.