El 8 de marzo grita contra la reforma del aborto y la pérdida de derechos sociales
Los actos y manifestaciones convocados para conmemorar el 'Día Internacional de las Mujeres' tiene este año un denominador común: la oposición frontal a la reforma de la ley del aborto que el Gobierno ha denominado 'Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada' y que para los grupos feministas y un amplio sector de la población supone “un ataque sin precedentes a los derechos de las mujeres”.
El lema ‘Gure askatasuna borrokatuz. El derecho a decidir es nuestro’ encabezará las manifestaciones convocadas por la ‘Coordinadora 8 de marzo’ a partir de las 19:00 horas en las tres capitales vascas, porque “esta reforma ultraconservadora y dictada por los poderes de la iglesia católica, nos niega el derecho a decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos, nos humilla desprecia al obligarnos a ser madres contra nuestra voluntad”, reclaman.
“El control de la sexualidad de las mujeres es el recorte más brutal que han podido hacer”, recalca Eva Sáenz de Ugarte, representante de la coordinadora, por eso exige “el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, porque el derecho a al aborto se inscribe en el marco de los derechos de las mujeres, de los derechos humanos, de la justicia social, la dignidad, la salud, la libertad, la igualdad, la privacidad y la autonomía”.
Retroceso en derechos básicos
Pero la defensa de los derechos sexuales y reproductivos no es la única reivindicación que está presente este 8 de marzo. Las organizaciones feministas y los sindicatos alertan de un evidente retroceso de los derechos sociales, laborales, económicos y políticos de las mujeres.
Los datos confirman que la crisis está incidiendo de manera especial en las mujeres. UGT alerta de que “el fracaso de las políticas gubernamentales y de la reforma laboral que ha incrementado las discriminaciones laborales por razón de sexo: brecha salarial, segregación ocupacional, y temporalidad y tiempo parcial”. Los últimos datos del paro así lo reflejan, ya que en el último mes las mujeres superaban a los hombres en más de 5.000 paradas y en la contratación a tiempo parcial, las mujeres duplican a los hombres.
A esta situación hay que sumar la desigualdad salarial entre mujeres y hombres, que según refleja un informe elaborado por Emakunde, es de más de 7.000 euros anuales. Otro factor a tener en cuenta es la segregación laboral que relega a las mujeres a determinados tipos de trabajo que además están peor remunerados. Si se comparan los salarios percibidos por las mujeres y los hombres con ocupaciones medias-bajas, ellas perciben entre el 67 y 65% de lo que ingresan los hombres.
Otra de las denuncias que desde las organizaciones feministas quieren resaltar eson los recortes en las ayudas al cuidado de las personas dependientes que provocan que las mujeres asuman este trabajo “invisibilizado, no reconocido y altamente precarizado”, denuncian desde la 'Coordinadora 8 de marzo'.
Violencia de género
El impacto de la crisis en las mujeres y la feminización de la pobreza se refleja también en otros factores como el repunte de la violencia de género, sobre todo entre los menores de edad. En la 'Casa de las mujeres' de Donostia han comprobado como los casos de maltrato en las relaciones han aumentado, casos que atienden diariamente en su 'Servicio de asesoría sexológica'. “Tenemos que enseñar a las chicas a desterrar la idea del amor con sentido de la propiedad y reeducarlas en el respeto y la dignidad como base del amor de pareja”, explica June González, tecnico del organismo dependiente de Ayuntamiento de San Sebastián, que reconoce que “los derechos conseguidos durante décadas están retrocediendo a niveles de hace 25 años”.
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