Cómo descubrir cuadros falsos contemporáneos
El comercio ilícito de arte se ha convertido en un lucrativo negocio para algunos. En la actualidad, es el tercer mercado ilegal a escala mundial después de las drogas y las armas. Por eso, descubrir cuándo un cuadro es falso ha cobrado gran relevancia.
Un grupo de investigación de la Universidad del País vasco (UPV) ha descubierto un método para la datación de obras de arte contemporáneo y así descubrir cuáles son falsos. La técnica ha podido utilizarse para fechar obras de hasta 22 años.
Hasta el momento no existía ninguna técnica de este estilo, basada en el estudio del proceso de envejecimiento de las pinturas acrílicas. El trabajo persigue una correcta identificación y datación precisa de los materiales utilizados en las obras. “El punto de partida del estudio es conocer cómo envejecen las pinturas acrílicas en el arte contemporáneo, y determinar que llevan depositadas el mismo tiempo que el que se supone que tiene la obra, para poder así decir si esa obra tiene 20 años por ejemplo o está hecha antes de ayer”, cuenta Itxaso Maguregi, profesora de Bellas Artes y coautora del trabajo.
Junto con Maguregi, el grupo de investigadores e investigadoras que han participado en este proyecto está formado por Laura Ortiz-Herrero, miembro del grupo de investigación Farmartem, del Departamento de Química Analítica de la Facultad de Ciencia y Tecnología; Irene Cardaba, del Departamento de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la UPV y Luis Bartolomé, del Servicio Central de Análisis de Bizkaia de la UPV.
“El principal problema del arte contemporáneos es que los materiales utilizados para las obras se pueden encontrar a día de hoy fácilmente. Por lo tanto, las falsificaciones son más sencillas. De ahí la importancia de este estudio”, explica Luis Bartolomé.
Las pinturas fueron sometidas a ensayos de envejecimiento acelerado, mediante el uso de cámaras con condiciones de luz, temperatura y humedad controladas que permiten recrear el paso del tiempo en las pinturas. “50 horas en la cámara”, apunta Luis Baratolomé, “equivaldría a un año de envejecimiento natural y se monitorizó su evolución química a fin de desarrollar modelos matemáticos de predicción de edad”. Básicamente, lo que se ha realizado ha sido un estudio controlado del envejecimiento de una pintura acrílica, mediante un 'time lapse' de la pintura.
Comparar con la obra original
Tras la realización del 'envejecimiento artificial' se logra una serie de patrones, de muestras, que sirven para comparar con la obra original. “Una vez que creamos nuestra 'serie patrón de muestras artificiales', incorporamos muestras reales para compararlas. Así, hemos visto que el modelo funcionaba correctamente porque estimaba justamente la edad que tenían las obras reales. Por ejemplo, se pudo ratificar que un cuadro cedido por el pintor vasco Jesús Mari Lazkano y realizado en el año 2015 tenía cuatro años de antigüedad”, asegura Bartolomé.
Esta correlación ha podido utilizarse para fechar obras de hasta 22 años, conservadas en condiciones comparables y creadas con el mismo tipo de pintura. Así, esta metodología podría ser un primer paso para fechar obras pictóricas contemporáneas y ayudaría en el desarrollo de otras metodologías apropiadas de conservación y restauración en pintura contemporánea.
Este trabajo ha sido presentado entre la comunidad científica europea en el congreso internacional Technart 2019, celebrado en Brujas.