La familia de Asier Niebla mantiene viva la batalla para que el Supremo lo declare como el primer hombre víctima de violencia de género
Este 12 de agosto se cumplen tres años de la muerte de Asier Niebla, el joven de Urnieta (Gipuzkoa) que fue agredido por la espalda la primera noche de la Semana Grande de Donostia mientras hablaba con una chica. Otro individuo, expareja de la chica, le propinó un golpe en la cabeza, que lo tiró al suelo y dejó inconsciente. Asier permaneció en coma dos meses, hasta 11 de octubre, cuando falleció. A las 18.00 de este miércoles, la familia de Asier se ha reunido en Urnieta para realizar un recorrido por el pueblo y una ofrenda floral en la casa de cultura en su memoria y a fin de mostrar su “malestar” por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que enmendaba al juzgado de primera instancia al eliminar el agravante de género. “Estamos bastante indignados y creemos que es discriminatorio. En el juicio (el primero) se demostró que mi hermano únicamente había muerto porque estaba hablando con una chica que era exnovia del agresor. La única motivación que hay para que mi hermano haya fallecido es la razón de género”, se queja Juanjo Niebla, hermano de Asier, en conversación telefónica.
Ahora, la familia recurrirá el fallo del TSJPV al Tribunal Supremo (TS) con el objetivo de que se vuelva a incluir el agravante de género en la sentencia y que se añada también alevosía, alegando que la víctima no pudo defenderse. “Nosotros pedimos la alevosía desde un primer momento porque mi hermano no tuvo ninguna opción de defensa, ni siquiera estaba mirando. El chico vino, le pegó un puñetazo por detrás y cayó desplomado al instante”, recuerda su hermano. “No entendemos cómo una sentencia realizada con un jurado popular y que incluía esta agravante de género pueda no valer nada... ¿No valen nada la jueza, la fiscal, el jurado popular? Es totalmente injusto echar por tierra un juicio de seis días”, se lamenta Juanjo, que, junto a su familia, pide “justicia para Asier”.
Fue en diciembre de 2020 cuando se celebró el juicio. Entonces, la Audiencia de Gipuzkoa, tras seis sesiones en las participó un jurado popular, impuso al acusado una pena de 12 años y 11 meses de prisión por un delito de homicidio con agravante de género. Sin embargo, en junio de este año, el TSJPV, después de que la defensa recurriera el fallo de la Audiencia de Gipuzkoa, desestimó el agravante de género que sí incluyó en su sentencia el juzgado de primera instancia. Esta segunda sentencia recogía que Asier Niebla era víctima directa de la agresión y que sus padres y hermanos eran víctimas indirectas. En cambio, la exnovia del atacante no fue considerada como tal. Aun así, el acusado fue condenado a una pena de once años y seis meses de prisión, un año menos que en la sentencia previa, además de a la inhabilitación absoluta durante lo que dure la condena y a libertad vigilada por un tiempo superior a cinco años de la duración de la pena de prisión.
“No entendemos por qué unos sí y otros no. ¿Depende de en qué juzgado caiga o de qué magistrado haya para que la sentencia vaya a un lado o al otro?”, se pregunta Juanjo, que advierte “lagunas” en la ley orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. “Tiene que estar todo más claro. Queremos que se amplíe la ley y se ponga con palabras para que esto no vuelva a pasar y, si pasa, que otras familias no estén como nosotros”, añade.
“A quien han robado la vida es a mi hermano”
Tras conocerse la sentencia del TSJPV, los familiares de Asier acudieron al Parlamento Vasco para solicitar una ampliación en la ley y que, al igual que ocurre con los hijos de las mujeres víctimas de la violencia machista, se incluyeran casos como el suyo. “Hay gente que nos dice que queremos que se quite a las mujeres y se ponga a los hombres. No. Nosotros no estamos diciendo nada raro. La violencia contra la mujer existe, es una lacra, y vemos bien que se actúe sobre ellas, pero hay que ampliar algunos conceptos, porque si no habrá víctimas que se queden en el limbo. Queremos que todas tengan su importancia y su posición”, reivindica Juanjo. En el artículo 1 de la ley orgánica 1/2004 queda recogido que “la violencia de género a que se refiere esta Ley también comprende la violencia que con el objetivo de causar perjuicio o daño a las mujeres se ejerza sobre sus familiares o allegados menores de edad por parte de las personas indicadas en el apartado primero”. La familia aspira a que también se incluyan otro tipo de víctimas que resultan de la violencia machista, como sería su hijo Asier. “La motivación es hacer daño a la mujer, pero a quien ha hecho daño es a mi hermano. Está diciendo 'o conmigo o sin mí' y a quien ha robado la vida, que es el mayor tesoro que tenemos las personas, es a mi hermano”, añade Juanjo.
La sentencia de la Audiencia de Gipuzkoa donde se incluía el agravante de género fue pionera y el hermano de Asier considera que “al no haber ninguna más” el TSJPV ha hecho “lo más fácil”. Aun así, tiene “esperanzas” en el Tribunal Supremo porque, cree, “el juicio ha sido justo” y tanto la jueza del juzgado de primera instancia como la Fiscalía “ratificaron la primera sentencia”. De la misma manera, el 25 de noviembre del pasado año, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, el Ayuntamiento de Urnieta, apoyado por la totalidad de los partidos con representación (PNV, EH Bildu y PSE-EE), firmó un acuerdo para impulsar una iniciativa de modificación de la ley orgánica 1/2004. Sería la primera institución en reconocer a un hombre como víctima de violencia machista.
Tres años después del ataque, sus padres y hermanos están agradecidos con el apoyo político recibido, tanto por parte del Ayuntamiento de Urnieta, que ejerce de acusación popular junto a la familia, como por otros representantes, pero Juanjo confiesa que el juicio los ha “destrozado”. “Todavía me estoy recuperando, porque tuve que escuchar cosas increíbles y mentiras, además del dolor que ya tenemos. Son tres años sin poder levantar la cabeza y ahora menos, porque nos han quitado el agravante. Era importante para nosotros, pero seguiremos luchando. No nos queda otra”, concluye el hermano de Asier.
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