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La incidencia acumulada baja en Euskadi por debajo del nivel que llevó a declarar la emergencia sanitaria en pleno agosto

UCI del hospital de Galdakao, en Bizkaia

Iker Rioja Andueza

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La caída de la COVID-19, aunque se ha ralentizado en las últimas semanas, sigue su paso en Euskadi. A la vuelta del fin de semana, la tasa por cada 100.000 habitantes en 14 días se sitúa en 208,71, por 225 registrados el pasado viernes. Es un nivel más bajo que el que se alcanzó después de las olas de verano y otoño antes de los respectivos repuntes y, de hecho, es un nivel inferior al que llevó en pleno mes de agosto -el día 15, fin de semana y festivo- a declarar la segunda emergencia sanitaria. La media, en todo caso, esconde un comportamiento desigual por territorios, ya que Gipuzkoa está considerablemente por debajo (137,39 y la capital, Donostia, en 86,63) mientras que Álava y Bizkaia superan esa cifra (234 y 223 de tasa respectivamente, con Vitoria incluso peor, en 261). Sin embargo, se da la circunstancia de que los tres principales focos de preocupación por ser las únicas localidades de más de 5.000 habitantes en alerta roja (por encima de 500) son guipuzcoanos, Aretxabaleta, Lazkao y Oñati.

Según el informe epidemiológico de este lunes del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), este fin de semana han aparecido 768 positivos sumadas las pruebas realizadas el viernes, el sábado y el domingo. Son menos de la mitad que el máximo en 24 horas que se ha llegado a alcanzar en Euskadi, 1.547 en noviembre. Además, los 214 nuevos infectados notificados este lunes son el balance diario más bajo desde el 3 de agosto. Precisamente la semana pasada fue la que ha tenido menos casos acumulados desde ese arranque de agosto, cuando la entonces consejera, Nekane Murga, alertó de un “tsunami” de coronavirus que terminó por hacerse realidad. Los últimos 214 casos se reparten en 130 en Bizkaia, 77 en Gipuzkoa y 38 en Álava, además de dos personas de fuera o sin residencia conocida. El R0 -que es el valor que mide los casos que origina cada infectado- ha subido ligeramente de 0,89 a 0,91 este fin de semana pero sigue por debajo de 1. Por encima, la pandemia entraría de nuevo en expansión ya que cada enfermo estaría multiplicando el virus.

En cuanto a la situación hospitalaria, es el gran punto negro de esta fase descendente. Este domingo ingresaron 24 personas y son aún 380 las que están ingresadas. El viernes eran 378. De todas ellas, 118 están en la UCI, las mismas que antes del fin de semana. Son dos menos que los casos críticos conocidos el domingo, pero no se especifica si son altas por mejoría o defunciones. El porcentaje de letalidad en esta fase de la pandemia sigue en el entorno del 20% en la UCI y por encima del 10% en planta.

El 37,5% de los nuevos positivos es sintomático en el momento de la toma de muestras. un indicador que sigue creciendo poco a poco en las últimas jornadas. Fruto de la vanunación, eso sí, la incidencia entre los mayores de 65 años está sustancialmente por debajo de la media (127,99 de tasa por 208,71 en general). Entre los más jóvenes, el último balance del Departamento de Educación muestra que son 53 los colegios con casos de coronavirus, lo que supone el cierre de 86 aulas completas. Representan el 0,49% del total de la red no universitaria.

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