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Medio Ambiente abre un expediente por el vertido de amoniaco en Gipuzkoa que obligará a “restaurar” la fauna perdida

Vista aérea de las instalaciones de la incineradora de Gipuzkoa y del resto del 'complejo medioambiental'

Iker Rioja Andueza

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La Agencia Vasca del Agua (URA) ha incoado un expediente sancionador a Gipuzkoako Hondakinen Kontsorzioa (GHK, Consocio de Residuos de Gipuzkoa y que integra a la Diputación guipuzcoana y a las mancomunidades del territorio) por un vertido de amoniaco a la regata Arkaitzerreka del río Oria, en Zubieta, junto al denominado “complejo medioambiental”, que entre otras instalaciones tiene una incineradora. En mayo, el vertido generó una importante contaminación de las aguas y mató de manera “significativa” a los peces de la zona. Ahora, tras una operación de la Guardia Civil conocida en septiembre, cuatro directivos de GHK están siendo investigados.

En una respuesta enviada al Parlamento a instancias de PP+Cs por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, se explica que los hechos se produjeron el 7 de mayo “durante una operación de carga del tanque de almacenamiento de amoniaco (solución amoniacal al 25%) desde el camión cisterna”. “En concreto -detalla Tapia- al terminar la carga habitual de dicho tanque de almacenamiento, se procedió a la limpieza con agua potable tanto de la manguera de carga como de la cisterna del camión. Dichas aguas con restos de solución amoniacal se vaciaron en el cubeto de seguridad del tanque de almacenamiento, en vez de vaciarse en el propio tanque, tal y como marcan las instrucciones de operación”. Otras irregularidades hicieron que “las aguas contaminadas con amoniaco” fueran “conducidas directamente a la regata Arkaitz” y sus efectos se sintieron durante cuatro días.

Preguntaba PP+Cs por las responsabilidades de la empresa que hizo la operación, pero el Gobierno es claro: el titular de las autorizaciones ambientales es GHK y es esa entidad la que tendrá que afrontar las consecuencias. “Al margen de las posibles actuaciones que, por los hechos citados, puedan dirigirse desde otras administraciones directamente contra la UTE, en aplicación de lo dispuesto en la legislación de aguas, la titularidad de la autorización de vertido, como ya se ha citado, corresponde a GHK y, por ello, de cara a la Administración hidráulica, sería ésta sociedad la responsable de las posibles infracciones a que pudieran dar lugar los incumplimientos que han dado lugar al episodio de vertido”, indica Tapia.

Contra cuatro directivos de GHK se orienta también la actuación del Seprona, la unidad 'verde' de la Guardia Civil. En su informe para el juzgado que ha asumido la investigación de este posible delito medioambiental, este cuerpo dictaminó que se vertieron 2.200.000 litros de agua con amoniaco. Se da la circunstancia de que esta operación generó un hondo malestar en la Ertzaintza, el cuerpo con competencias en Euskadi y que ya había iniciado también sus propias diligencias. El expediente administrativo de URA -puntualiza el Gobierno- queda en suspenso hasta que se resuelva la investigación judicial. Es algo habitual: la jurisdicción penal tiene prioridad siempre sobre cualquier otra investigación o proceso abierto.

La consejera de Medio Ambiente lamenta que, aunque en las aguas de la zona ya no se detecten las sustancias tóxicas, “es necesario restaurar la fauna” por el efecto de la contaminación, tanto peces como macroinvertebrados. El Seprona enumeró algunas de las especies afectadas: anguilas -con protección especial-, gobios, piscardos o lochas. La Diputación de Gipuzkoa ya ha iniciado ese trabajo.

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