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Historia y paisaje caminan de la mano en las rutas del contrabando de Extremadura

Ruta en Cedillo / http://andandoextremadura.com/ruta-del-contrabando/

Pilar Armero

Son rutas cómodas, aptas para públicos de todas las edades y niveles de entrenamiento y uno de sus atractivos es que facilitan el paso de España a Portugal sin fronteras físicas por medio. Se trata de las rutas del contrabando que unen Extremadura con el país vecino a través de magníficos paisajes como los que transcurren por el Parque Internacional del Tajo y la Sierra de San Pedro en la provincia de Cáceres o el lago de Alqueva, el mayor de Europa, y la sierra de Alor en la de Badajoz.

Es uno de los alicientes que tiene compartir La Raya, la posibilidad de ofrecer atractivos itinerarios de frontera que añaden un regusto histórico al hecho de caminar y que cada vez cuentan con más adeptos. Otoño y primavera son las épocas ideales para hacerlas.

“Los extremeños tenemos una parte de alma portuguesa”, dice Vicente Pozas, periodista y senderista empedernido, autor del blog ‘Andando Extremadura’, que se confiesa enamorado de las rutas del contrabando. “No hay paredes, si acaso un mojón que te indica que has pasado de un país a otro, tranquilamente y sin dificultad ninguna”, algo que ya se encargan de advertir la vista que vislumbra un paisaje algo cambiante y el olfato que aspira “ese olor a café al que siempre huele Portugal”.

Las rutas extremeñas del contrabando son en su mayoría circulares, con una distancia de 10 a 20 kilómetros que apenas presentan dificultades; están bien señalizadas y eso permite que se puedan hacer por cuenta propia en cualquier momento del año, aunque disfrutar de las que organizan clubes y asociaciones a lo largo del año tiene alicientes como el de escuchar de viva voz las historias de contrabandistas que cuentan algunos caminantes que las vivieron acompañando a sus padres o a sus abuelos o las escucharon de sus mayores.

“Te cuentan dónde se escondían, por dónde hacían la ruta y te das cuenta de las calamidades que tuvieron que pasar tanto ellos como los guardias civiles que les buscaban”, apunta Teófilo Amores, otro senderista empedernido, autor también del blog ‘Enfilando’, en el que recoge las rutas que patea.

Tienen, también, el aliciente de comprobar en directo la diversidad cultural que ofrecen, gracias a la convivencia de senderistas españoles y portugueses que comparten el camino.

“Esa diversidad me encanta. Se nota en la manera de caminar, en los aditamentos que llevamos unos y otros, los portugueses con sus palos llenos de cintas con el nombre de las rutas que han ido haciendo y sus mochilas repletas de insignias”.Teófilo Amores se las recomienda a cualquiera que quiera vivir una experiencia de senderismo especial, con el oído abierto al hablar cantarín de los portugueses que, además, son muy dados precisamente a cantar mientras caminan.

Las más populares

Lo cierto es que las rutas del contrabando están de moda y reúnen cada vez a más seguidores llegados desde distintos rincones de España porque además de ser sencillas y estar bien señalizadas, transcurrir por bellos paisajes, posibilitar el paso de un país a otro sin muros en medio y vivir una jornada de convivencia intercultural, están bien organizadas y son baratas cuando se decide acudir de forma organizada. Entre las más populares están las siguientes:

-De Cedillo a Montalvao y de Cheles a Montesjuntos de 20 kilómetros la primera y 8 la segunda, que tienen en común que un tramo de sus respectivos trayectos se realiza en barco

-Ruta Internacional del Contrabando del Café, de 11 kilómetros, entre el municipio luso de Galegos y Valencia de Alcántara, que arranca con un desayuno a base de migas del contrabandista para tomar fuerzas

-Ruta A Fala que transcurre por el Valle del Jálama, a lo largo de 16 kilómetros que pasan por Valverde del Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo, tres municipios de Sierra de Gata en los que se habla la fala.

-Ruta de la Flor de Alejandría de Olivenza, que discurre por la sierra de Alor que guarda rincones como el refugio del bandolero Diego Barrantes. Si se realiza en primavera, la caminata discurrirá entre una explosión de peonías salvajes que solo florecen 15 días al año

-Ruta Transfronteriza entre Zarza La Mayor y Salvaterra Do Extremo, de 13 kilómetros, en la parte cacereña de La Raya por el Valle del Alagón

Son algunas de las rutas del contrabando que figuran en el calendario senderista de una región en la que durante años muchos vecinos se buscaron la vida pasando café, sal, tabaco, acero, harina, bacalao seco, ganado, munición… de un lado al otro de la frontera, siempre pendientes de la luna llena.

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