Un estudio sitúa a la catedral de Coria en los orígenes de la cristiandad
La catedral de Coria hunde sus orígenes a mediados del siglo I después de Cristo. La existencia de un mosaico romano hallado en su claustro “ha permitido conjeturar que sirvió de suelo al primer templo cristiano”, conocido en la Historia del Arte como “Títulus”, según ha defendido en una tesis doctoral la profesora de la UNED Carmen Sanabria Sierra y realizada bajo la dirección del doctor Víctor Nieto Alcaide, miembro de la Real Academia de San Fernando.
Según ha explicado Sanabria la existencia de un mosaico romano hallado en su claustro “ha permitido conjeturar que sirvió de suelo al primer templo cristiano”, conocido en la Historia del Arte como “Títulus”.
La seo cauriense también conserva restos visigodos y musulmanes bajo su subsuelo.
“Por este motivo podemos asegurar que, de momento, es la única iglesia en el mundo que podrá mostrar la evolución arquitectónica desde la antigüedad hasta 1550, fecha en la que se finaliza la construcción del templo cauriense tal y como hoy lo vemos”, ha afirmado.
Bajo el título de “La Catedral de Coria (Cáceres). Estudio histórico-artístico”, Carmen Sanabria presentó su tesis doctoral en en la Facultad de Geografía e Historia de la UNED de Madrid, el pasado 25 de enero.
El estudio de Sanabria ha servido también para confirmar que la traza de la catedral se la debemos a Enrique Egas, autor del hospital de Santa Cruz de Toledo, del de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela y de la catedral de Salamanca, entre otros ejemplos.
Asimismo, la investigación llevada a cabo ha puesto de manifiesto que el balcón de las reliquias es un relieve histórico que narra cuando los caurienses eran paganos y que señala cómo el origen del templo se encuentra en una casa romana de la época de Pompeyo.
Otro de los misterios que desvela este estudio es que no se ha perdido la reja del altar mayor sino que pervive en la actual y que su coronamiento y el escudo de armas que mandó forjar el cabildo al maestro Ursón Tesem se trasladó después del terremoto de 1755 a la reja del coro.
A juicio de Sanabria, el trabajo “abre caminos hacia nuevas investigaciones” como la llegada del cristianismo a Coria en épocas muy tempranas, que los musulmanes invadirían la ciudad antes de la batalla de Covadonga y, por tanto, la sala de oración de la mezquita se levantó antes del año 722, y que su claustro se encuentra sobre el atrio romano.
Otro de los hallazgos es que el mal de la catedral se circunscribe al “transepto” que fue edificado por Sebastián de Lasarte y que posiblemente la mala praxis “se pueda justificar por el ahorro en los materiales de construcción, debido a que en la puja de 1502 Bartolomé de Pelayos tuvo que rebajar el precio de la obra para echar de Extremadura a los canteros transmeranos”, ha destacado la profesora.