¿Todos queremos tren público, social y sostenible?
El pasado mes de febrero se reinició en el norte de Cáceres una nueva oposición contra la ejecución, por parte de Renfe‐ADIF, del levantamiento y achatarramiento de las vías con el pretexto de construir una Vía Verde que, se supone, sería la solución turística de muchos pueblos de la antigua Ruta de la Plata. Itinerario interrumpido y cerrado entre Plasencia y Astorga mediante acuerdo de Consejo de Ministros del Gobierno del PSOE, mes de septiembre de 1984.
El 9 de abril, unas 500 personas entre las que había más de 20 organizaciones de todo tipo - ecologistas, sindicales, partidos políticos, de ciudadanos y plataformas por el tren, en una clara demanda política y social, se reúnen en la cacereña población de Hervás clamando, reivindicando y haciendo propia las demandas de otras organizaciones y plataformas que ya pedían la reapertura de este itinerario ferroviario. Es decir, queremos un tren digno por el Oeste peninsular que una, comunique y revitalice nuestros pueblos y comarcas deprimidas. Así de claro, sin teatralización alguna, exigimos nuestro tren, el tren de tod@s.
A partir de ahí, este Movimiento por el Tren Ruta de la Plata se lanza para denunciar el desastre actual y crónico de las comunicaciones, falta de puntualidad, trayectos lentos e inseguros, ausencia de promoción del tren, mínima ocupación del transporte ferroviario de mercancías, abuso de los combustibles fósiles con exceso de emisiones de CO2 y ausencia de líneas electrificadas o dobles (en Extremadura “0 Km”). Así lo denunciamos con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, del 5 de junio, porque el deterioro del medio ambiente también es política, ya que es consecuencia de decisiones que se toman en Consejos de Ministros, pues nos afecta hasta el aire que respiramos o el agua que bebemos.
También nos oponemos al Convenio firmado entre Renfe‐ADIF y la Junta de Extremadura, por la que ésta sufraga con cuatro millones de euros el canon de uso como Vía Verde a diez municipios del norte de Cáceres, contentando a unos ediles locales. Tampoco admitimos que el gobierno de Castilla y León se haya desentendido de este tramo entre Astorga y Plasencia.
Desde el Movimiento por el Tren Ruta de la Plata, enmarcados en el espíritu del Encuentro Ferroviario de Avilés del 8 de julio pasado, nos enfrentamos:
A un modelo de transporte ferroviario que sigue primando el centralismo, poco económico, frente a la promoción de una malla ferroviaria eficaz y conectora.
Al mantenimiento de las inversiones de líneas AVE, como apuesta política que favorece un transporte clasista que asiste apenas al 4% de la población y abandona en los andenes a los usuarios normales de cercanías y media distancia con trabajadores y estudiantes
A a que todo el tren convencional tenga la tercera parte del presupuesto del ferrocarril nacional en 2017; a que el ferrocarril no sea el modo de transporte social por excelencia, prestando un servicio asequible a toda la sociedad, o a que Renfe y ADIF, que todo lo solucionan con nefastas privatizaciones, sigan sin formar parte de una única estructura integrada. Etc.
Tras los reiterados incidentes ferroviarios del mes de julio pasado, también volvimos a denunciar el uso partidista del lamentable estado del ferrocarril convencional. Un transporte que en vez de ser cómodo, eficaz y de Velocidad Alta, sigue siendo decimonónico. Esta cronicidad de incidentes, en absoluto nueva como pretenden mostrarnos, ha encendido a la Administración regional extremeña frente a la del Ministerio de Fomento en Madrid simulando una oposición que no es tal, ya que tanto el PSOE como el PP son corresponsables del actual estado del ferrocarril. Estaban obnubilados con el AVE y sus viaductos y han tenido que retomar el discurso por el tren normal, que ahora llaman digno. Por eso persistimos en la movilización popular y las demandas Sociales por el tren.
Pero en lo que no estamos de acuerdo en el Movimiento por el Tren Ruta de la Plata es que estemos en una lucha apolítica, o en una demanda “light” de abordaje teatralizado a la estación de Atocha contra este gobierno concreto. Sino en una lucha de mayor alcance y claramente política, contra un modelo económico que prima el transporte privado, caro, antisocial y muy contaminante frente al público y social, seguro y sostenible.
Insistimos en nuestra petición a todos los partidos que apoyen las iniciativas presentadas en ayuntamientos y en el Congreso de los Diputados para que la recuperación del itinerario perdido, Sevilla a Gijón con extensión a Huelva y Algeciras, sea una realidad en los próximos años. Y esto conlleva oponerse al levantamiento de las vías mientras no haya un nuevo proyecto de comunicación ferroviaria por el Oeste peninsular usando la mayor parte posible de los tramos actuales.