La corrupción de la Gürtel y sus raíces en el PP gallego se cuelan en el control parlamentario a Alfonso Rueda

La sombra de la trama Gürtel no acaba de disparse. Este miércoles se coló en la sesión de control a Alfonso Rueda en el Parlamento de Galicia, cuando la líder del BNG, Ana Pontón, le recordó los “sobre en B” de Pablo Crespo, exsecretario de Organización del PP. “Los repartía cuando usted ya estaba en el aparato del partido”, le espetó la nacionalista, “iban a las elecciones dopados con dinero negro”. En realidad Pontón respondía a un recado del presidente la Xunta al Bloque: le había afeado, sin venir mucho a cuento, que no participasen en la comisión de investigación del Senado en la que compareció Pedro Sánchez. Y eso que resultó en un fiasco para los populares. Pero el debate entre Rueda y Pontón trataba sobre la sanidad pública y las deficiencias en atención a la salud mental.

Los datos los expuso esta última. Galicia lidera el ránking de suicidios en el Estado español, el 23% de su población padece problemas crónicos de salud mental y se consumen más psicofármacos que en otros lugares, un 52,5% más de la media estatal. A esta situación, adujo Pontón, el Gobierno gallego reacciona con un plan en la materia que no se cumplió y con siete psicólogos para atender más de 400 centros de salud. La propuesta del BNG pasa por destinar siete millones de euros a contratar un centenar de estos profesionales. “En 2026 contrataremos 21 nuevos psicólogos”, fue la respuesta de Rueda, quien aseguró que la partida dedicada a salud mental es la que más crece en el capítulo sanitario de los Orzamentos autonómicos para el año que viene.

“Tenemos la mejor sanidad de España y una de las mejores de Europa”, añadió. Y aunque Pontón le recordó que todavía en mayo había anunciado la “contratación inmediata” de 14 psicólogos y no la había realizado, le dio igual. “Ahora serán 21, siete más” se ufanó, antes de presumir de listas de espera -“la cuarta comunidad con menos”, pese a que son 360.000 personas solo en las no ocultadas por la Xunta- o de la celeridad en atención primaria -“un 66% de pacientes atendidos en menos de cuatro días”.

“Papel de triste figurante”

Su careo con el socialista José Ramón Gómez Besteiro tampoco se salió de los cauces habituales. “Presidente del club de fans de Pedro Sánchez” y “recadero de Moncloa” fueron las calificaciones con las que respondió el presidente gallego a la larga enumeración de “mesas de diálogo” o propuestas convocadas por el Ejecutivo de Sánchez y de las que se ha ausentado el de Rueda en seguimiento de las directrices de Génova. De la quita de la deuda a un pacto por el cambio climático, de negar los datos sobre cribado de cáncer a dificultar la acogida de menores migrantes, Rueda se ha plegado “en papel de triste figurante” a lo que Besteiro considera “guerra obsesiva de Feijóo contra el Gobierno de España”. “¿Está priorizando los intereses de Galicia frente a los de su partido?”, inquirió, y también respondió: “Ya le digo yo que no”.

“Es usted cómplice de las falcatruadas [engaños] del Gobierno de España en Galicia”, le acusó a modo de resumen Alfonso Rueda, pero no entró en detalle. Solo insistió una y otra vez en una obviedad: en Galicia habrá presupuestos el año que viene -el PP tiene mayoría absoluta en la Cámara gallega-, en el Estado no parece que vaya a ser así. “Y a usted le da igual”, dijo.