¿Te dejas una pasta en pintalabios? Lo tuyo es el maquillaje impreso en 3D
Tras un trabajo de investigación, Grace Choi, de la Escuela de negocios de Harvard, ha llegado a la conclusión de que con una impresora de color 3D adaptada se puede conseguir el mismo – o mejor - resultado en el maquillaje que con los productos que se venden en las tiendas.
Afirma que las impresoras de color, a día de hoy, están disponibles para todo el mundo. Lo único que varía es el tipo de tinta utilizada en esta ocasión, que realmente es la misma que utilizan las compañías de maquillaje para sus productos (desde los que se venden en farmacias a los que lo hacen en tiendas de marca).
Es por ello que Choi ha creado su propia impresora casera en 3D. La ha llamado Mink, y tendrá un coste de 300 dólares. Permite imprimir maquillaje conectándose al ordenador, a un teléfono móvil o a un iPod.
Concretamente, es posible imprimir color para los labios y sombras de ojos en polvo. Puedes elegir, por ejemplo, el maquillaje que lleve cualquier persona en una foto determinada. Solo es necesario llevarte esa foto a Photoshop o Microsoft Paint y copiar el código de color correspondiente.
Después solo tienes que darle a “imprimir” (como lo harías con cualquier imagen del ordenador). Cuando ese color se imprime no lo hace sobre un papel, como de costumbre, sino sobre un pequeño recipiente, que se rellena con un espesor más elevado que el habitual.
Eso es lo que, después, puede usarse para maquillar, utilizando una brocha normal. “Este sistema permitirá que vivamos en un mundo donde puedas tomar la imagen de tu amiga maquillada y puedas imprimir desde tu propia casa los colores que utiliza”, afirma Choi. Permitirá, según ella, que la web se convierta en la mayor tienda de belleza del mundo.