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Cuando la tecnología llega al Bronx: ¿de barrio marginal a hervidero de 'startups'?

El Bronx, uno de los barrios mas marginales de EE.UU lucha por salir adelante con tecnología

Lucía El Asri

Manhattan es uno de los distritos más conocidos de Nueva York, uno de los centros financieros más importantes de Estados Unidos gracias, fundamentalmente, a Wall Street. Sin embargo, es también un lugar con grandes desigualdades, que se pueden apreciar en uno de los barrios más marginales de toda la nación: el tristemente célebre Bronx.

Situado a poco más de 24 kilómetros del corazón de la bolsa estadounidense, la cuna del rap, el hip hop y la mezcla racial es uno de los lugares más pobres del país. Durante todo el siglo XX fue sinónimo de precariedad económica, disturbios y crímenes. El 48.4% de sus habitantes son hispanos y el 31.2% son afroamericanos, que suelen verse excluidos del mercado laboral. De ellos, el 14.3% están desempleados.

Sin embargo, sus ciudadanos llevan unos años implicándose socialmente para lavar su mala imagen, y hacen “todo lo posible por salir adelante e integrarse” en el desarrollo del resto del país, tal y como explica a HojaDeRouter.com Khalid Bennet, uno de los miembros de The Knowledge House, una iniciativa social que comenzó a funcionar en 2014 y que prepara a los habitantes del barrio para que consigan un empleo o creen su propia empresa.

Organizaciones como esta trabajan con esos ciudadanos para regenerar la zona, creando empleos relacionados con la tecnología y estimulando la aparición y el crecimiento de 'startups', nuevas empresas con grandes obstáculos por delante que, de un tiempo a esta parte, empiezan a proliferar en el condado. Otro de los motores es la incubadora BXL, que se ha convertido en el primer espacio de 'coworking' de la zona.

Enseñar, contratar, crear

Mass Ideation es una de las 'startups' que ha nacido en el seno de BXL. Se trata de una agencia de contenidos digitales especializada en animación y realidad virtual que, además, contrata a jóvenes recién graduados del Bronx para convertirlos en directores de otros proyectos y que puedan adquirir experiencia en la industria.

El fundador de DLynch Technology Solutions, Darnell Lynch, es desarrollador y suele reclutar a otras jóvenes promesas del sector. Su empresa también ha nacido gracias a la incubadora, y la mayor parte de sus trabajadores salen de Per Scholas, una organización sin ánimo de lucro que lleva más de 20 años formando en tecnología a numerosos residentes del barrio. La 'startup' Qualitest también contrata a recién licenciados del lugar como 'beta testers', para que se dediquen a probar aplicaciones.

“Son empresas tecnológicas que están creciendo gracias a la aplicación de nuevas habilidades tecnológicas y a la integración de ciudadanos de todos los orígenes”, explica Khalid Bennett, y añade que gracias a ese esfuerzo de integración “la mayor parte de los empresarios de esas ‘startups’ son de color”.

Aunque no es una 'startup', Majora Carter, una organización sin ánimo de lucro, también juega un papel importante en este ámbito. Entrena y contrata a jóvenes licenciados pero también a adultos que llevan años desconectados del mundo profesional por falta de oportunidades. Quienes se benefician de su iniciativa evalúan 'software' y juegos para compañías como Nickelodeon.

Educación: la principal herramienta

Los profesionales de The Knowledge House, nacidos y criados en el Bronx, han formado durante 2014 a más de un centenar de profesionales que pudieron acceder a sus programas de estudios con la ayuda de becas. Habitualmente sus cursos duran entre 10 y 12 semanas, y se centran en la alfabetización digital porque sus impulsores creen que hay que “enseñar las habilidades tecnológicas necesarias en el siglo XXI”.

Una vez ha finalizado el programa los becarios crean su primer producto tecnológico, compiten en 'hackathons' y son los encargados de introducir en el mundillo a estudiantes de secundaria. Para el próximo verano ya están preparando un programa intensivo de seis meses para seguir “colocando a los estudiantes en empleos de alta tecnología”.

Bennett cree que esos jóvenes deben liderar la innovación en sus vecindarios, que deben ser los que desarrollen profesionalmente a sus comunidades y los que impulsen el desarrollo económico en la zona para que puedan acceder a mejores oportunidades presentes y futuras.

Doran Jones es otra de las empresas que apuesta por esa educación. Su espacio abrirá en marzo de este año y tiene la intención de acoger a entre 150 y 300 alumnos en sus instalaciones, que irán incrementando según la demanda. En su caso, el objetivo principal es acabar con la brecha de “habilidades” en el ámbito informático.

También quiere poner a los alumnos en contacto con altos ejecutivos de empresas tecnológicas, para lo que se han asociado con Per Scholas. “Es la historia de esta institución la que nos llevó hasta el Bronx”, explica su CEO, Matt Doran. Al fin y al cabo está muy cerca de donde se encuentra la mayoría de los clientes de la empresa y eso, cree, puede contribuir a que los resultados que se obtengan con los alumnos “sean mucho más eficientes”.

Doran asegura que los graduados del Bronx llevan tiempo “haciendo un gran trabajo y demostrando” que son capaces de generar un buen modelo de negocio que nada tiene que envidiar a las empresas de la lista Fortune 500, las mayores de Estados Unidos.

Los nuevos emprendedores del Bronx están haciendo crecer el condado gracias a “la alta calidad, sostenibilidad y una verdadera responsabilidad social corporativa”, explica Doran. Cree que las 'startups' experimentarán un crecimiento exponencial en los próximos meses. “Queremos que la historia del Bronx sea un gran ejemplo que demuestre lo que puede llegar a lograrse en zonas que, como esta, fueron descuidadas”, pero ahora trabajan, añade Matt Doran.

“Tenemos que superar la brecha digital para mejorar nuestra situación económica”, añade Bennett. “En 2020 habrá 2.2 millones de puestos laborales relacionados con la tecnología y no queremos que el Bronx se quede atrás”.

La mala reputación del barrio y la creencia de que es un lugar inseguro son grandes obstáculos. Pocos piensan en el Bronx cuando invierten en empresas de Nueva York, y por eso aún hay menos iniciativas de las deseadas, menos talleres y menos competiciones profesionales que en otros lugares de la región. “Nuestro reto es conseguir mentores y patrocinadores como Google o Microsoft”, explica Bennett. Esa será la única forma de “digitalizar” la ciudad.

Tienen fe en la tecnología, pero sobre todo en las ganas de hacer cosas de los ciudadanos. Por eso creen que el Bronx puede convertirse en el próximo hervidero de la tecnología de Nueva York.

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Las imágenes utilizadas son propiedad de The Knowledge House

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