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El castigo a la austeridad abre un escenario de complicadas coaliciones en Irlanda

Los dos partidos más votados no quieren pactar con el Sinn Féin.

Efe / eldiario.es

El severo castigo infligido al Ejecutivo de coalición entre liberales y laboristas en las elecciones generales irlandesas del viernes abre la puerta a pactos complicados e incluso a la posibilidad de nuevos comicios dentro de seis meses si no hay acuerdos de Gobierno.

Un proceso especialmente lento que a las 20:00 horas del domingo (hora española) aún tenía pendiente adjudicar 24 asientos de los 158 en liza, por lo que podría concluir mañana ya que se descansa durante la noche el escrutinio. Por el momento, el partido liberal actualmente en el Gobierno, Fine Gael, ha sufrido un duro correctivo y está prácticamente empatado con los conservadores del Fianna Fáil, con un 25,5% y un 24,3% de los votos respectivamente aunque en escaños el primero logra ya 42 y el segundo 37. El partido laborista, actualmente socio de Gobierno de Fine Gael, apenas ha cosechado por el momento un 6,6% de los votos y tiene seis escaños.

La tercera fuerza más votada es el Sinn Féin, el antiguo brazo político del IRA. Por el momento cosecha el 13,8% de los votos, y ya ha conseguido 20 escaños. El Sinn Féin representa en Irlanda el discurso antieuro que tras las medidas de austeridad impuestas por la troika había ganado popularidad entre los votantes.

Con este panorama tan igualado, los partidos políticos irlandeses comienzan a examinar la composición del Parlamento de Dublín de cara a la formación de pactos de Gobierno. El anuncio oficial de los resultados definitivos podría retrasarse hasta esta tarde o incluso hasta la semana entrante, si se presentan impugnaciones o se producen nuevos recuentos, algo muy habitual en Irlanda.

Estos comicios han transformado el escenario político irlandés tras el castigo infligido por el electorado al Gobierno de coalición del Fine Gael y laboristas y por la fuga de votos de las formaciones tradicionales hacia partidos minoritarios y candidatos independientes. El primer ministro, Enda Kenny (de Fine Gael), confirmó el sábado que sus malos resultados y el hundimiento de los laboristas hacen imposible reeditar la coalición gubernamental que han mantenido durante los últimos cinco años, aunque se ha comprometido a buscar apoyos para formar un Ejecutivo viable tras descartar la dimisión.

El pacto más estable plantearía una gran coalición con Fianna Fáil (de Micheál Martin), a pesar de que el “taoiseach” (primer ministro) y Martin han rechazado insistentemente esa posibilidad durante la campaña electoral. El que quedaría fuera de la ecuación sería el Sinn Féin de Gerry Adams, ya que los tres partidos tradicionales no los quieren en un Gobierno de coalición, y los republicanos, a su vez, tampoco tienen intención de formar parte de “cualquier Ejecutivo liderado por FF o FG”, según ha dicho Adams.

En función de la distribución que adopte el Dáil al final del recuento, Kenny cree que aún podría recurrir a los partidos minoritarios y candidatos independientes para lograr un pacto de gobernabilidad. Si ninguna de esas opciones cristaliza, los expertos sostienen que habrá nuevas elecciones generales dentro de seis meses.

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