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El Gobierno de Boris Johnson reconoce que está violando el derecho internacional al legislar en contra del acuerdo del Brexit firmado

El primer ministro británico, Boris Johnson.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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Boris Johnson quiere saltarse de forma unilateral el acuerdo de retirada de la Unión Europea firmado por él mismo con los 27. El mismo acuerdo que llevó a Reino Unido a salir de la UE el 31 de enero y que prevé un periodo de transición hasta el 31 de diciembre dedicado a negociar el acuerdo comercial que regulará la relación futura entre las dos partes desde el 1 de enero. Pero para eso, las negociaciones que están en curso y precisamente en esta semana de modo presencial en Londres, deberían dar sus frutos.

Pero no sólo no están dando frutos, sino que en las últimas 48 horas están descarrilando por completo por la intención británica de saltarse lo firmado. Lo adelantaba el Financial Times este domingo, y el Gobierno británico lo ha ratificado este martes en el Parlamento de Westminster cuando el ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, ha afirmado sobre las intenciones británicas de saltarse el protocolo de Irlanda del Norte en la legislación sobre aduanas que publicará este miércoles: “Sí, esto rompe el derecho internacional de manera muy específica y limitada”.

El diario británico revelaba que el Gobierno británico planeaba aprobar una nueva legislación que anularía partes del acuerdo de salida de la UE del Reino Unido. Londres quiere matizar el compromiso de aplicar la regulación europea sobre ayudas estatales en relación al comercio de bienes en Irlanda del Norte. Igualmente, pone en cuestión la cláusula que exige a las empresas norirlandesas rellenar formularios de exportación al enviar mercancías hacia la isla de Gran Bretaña, informa Efe.

La aprobación de esa nueva ley de mercado interno –que se espera para el miércoles– podría hacer saltar por los aires las negociaciones esta misma semana.

“Confío en que el gobierno británico aplicará el Acuerdo de Retirada, una obligación bajo el derecho internacional y un requisito previo para cualquier asociación futura. El Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte es esencial para proteger la paz y la estabilidad en la isla y la integridad del mercado único”, respondió el lunes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

¿Se levantará la UE de la mesa si el Reino Unido aprueba alguna ley que transgreda el protocolo de Irlanda del Norte? “Esto es una cuestión de confianza. El Acuerdo de Retirada firmado y en particular el protocolo de Irlanda del Norte, es un requisito previo, una condición previa para las negociaciones sobre la relación futura, y creo que esto está claro”, ha afirmado el portavoz de la Comisión Europea para el Brexit, Daniel Ferrie.

El negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, también ha insistido en que que cancelar partes de lo ya firmado sería inaceptable. Y el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha expresado su “preocupación por la falta de progreso en las negociaciones”.

La exministra de Asuntos Europeos francesa, y miembro de la comisión para el Brexit del Parlamento Europeo, Nathalie Loiseau (En Marche/Renew), ha criticado la actitud del Gobierno de Johnson: “El ministro británico para Irlanda del Norte reconoce que su Gobierno tiene la intención de violar el derecho internacional, pero 'de una manera limitada y específica'. Violamos o respetamos la ley, plenamente y no a medias; como tampoco podemos estar embarazadas a medias”.

Escasas horas antes de la intervención del ministro Brandon Lewis, el responsable del departamento legal del Gobierno británico, Jonathan Jones, ha dimitido por sus discrepancias con la intención del primer ministro, Boris Johnson, de alterar el acuerdo del Brexit. Según fuentes cercanas a Jones consultadas por el Financial Times, el asesor jurídico está “muy triste” por la intención del Ejecutivo de aprobar nueva legislación para regular el mercado interno que anularía aspectos del acuerdo con la UE, especialmente los referidos a la situación en Irlanda del Norte.

Es la sexta salida de un alto funcionario este año por sus diferencias con el Gobierno conservador.

Desconfianza

De acuerdo con unos cables diplomáticos de la UE publicados por The Guardian este viernes, la confianza está bajo mínimos en Bruselas en relación con el Gobierno de Boris Johnson y las negociaciones para alcanzar un acuerdo para después del Brexit. Así, la UE sospecha que el Reino Unido se niega a ceder en los asuntos más conflictivos, como el acceso de flota pesquera comunitaria en aguas británicas, hasta el último momento a fin de sacar la mayor ventaja de la actual negociación. Esta estrategia ha sido calificada por el equipo que trabaja con el negociador comunitario, Michel Barnier, de “preocupante”, debido a la complejidad de los asuntos a resolver.

La Comisión Europea también teme, según la información del Guardian, que la ministra británica de Interior, Priti Patel, trate de puentear a Bruselas y abrir, en paralelo, negociaciones en materia de seguridad con ministros de los grandes países comunitarios en una reunión en Londres el 22 de septiembre. Funcionarios comunitarios han pedido a esos países que no lleguen a ningún pacto sobre las eventuales propuestas que pueda hacer el Reino Unido en materia de seguridad.

El Reino Unido, además, ha introducido en las negociaciones un nuevo “concepto” sobre la pesca al calificar como “existencias prioritarias” del país las cuotas que tiene la UE en aguas británicas, dado que se trata de una de las grandes reclamaciones de los pescadores británicos mayoritariamente defensores del Brexit.

La Comisión Europea teme que el Ejecutivo de Johnson esté detrás de una serie de artículos antiUE publicados en la prensa británica, al acusar a Bruselas de intransigencia en las conversaciones sobre el acuerdo del Brexit.

Bruselas confiaba en cerrar un acuerdo en octubre para que las partes tengan tiempo de ratificarlo, en un proceso que puede durar 11 semanas, para que entre en vigor el 1 de enero, después de haber propuesto en vano una prórroga del periodo de transición que Johnson desechó. El mismo Johnson que ha dado este domingo una especie de ultimátum hasta el 15 de octubre para alcanzar un acuerdo con la Unión Europea (UE) sobre el Brexit. “Tiene que haber un acuerdo con nuestros amigos europeos antes del Consejo Europeo del 15 de octubre si va a entrar en vigor antes de final de año”, señaló el jefe del Gobierno británico en un comunicado: “No tiene sentido pensar en plazos que vayan más allá. Si no nos ponemos de acuerdo para entonces, no creo que vaya a haber un acuerdo de libre comercio entre nosotros, y deberíamos aceptarlo y pasar página”.

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