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Entrevista

Mónica García: “Ayuso practica una política adolescente y no tiene un plan para el futuro Madrid”

Mónica García, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid.

Fátima Caballero

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Mónica García (Madrid, 1974) tiene el encargo de liderar ya de manera oficial la oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid. Su partido, Más Madrid, sustituye al PSOE después de 26 años en ese cometido tras el sorpaso del 4M. García asume el encargo con determinación. Este jueves se estrena como portavoz principal de su formación durante el debate de investidura, en el que la candidata popular, Isabel Díaz Ayuso, será investida como presidenta gracias a los votos de la extrema derecha. Sobre cuál debe ser la oposición de su partido en estos dos próximos años, la anestesista que confrontó con Ayuso sobre su gestión de la pandemia reivindica la tarea hecha desde 2019: “Es una buena carta de presentación de lo que vamos a hacer”. Pero añade que a Más Madrid le toca ahora demostrar que tiene un plan para la región “a dos, tres, cinco y diez años”, lo que según ella, los diferencia de Ayuso, que “practica una política adolescente” basada en la “confrontación”.

Sus nuevas responsabilidades no la han disuadido de retomar su trabajo en el hospital 12 de octubre “una vez que esté el grupo parlamentario organizado”. “No me gustaría perder mi profesión, para mí es importante a la hora de cómo enfoco el hacer política”, explica. Y al igual que su compañera de partido Rita Maestre, García aboga por abandonar las “etiquetas” de izquierda-derecha (en un feudo donde el PP acumula casi tres décadas de poder) para “hablar de lo cotidiano” y los problemas reales de la gente.

Más de un mes después de las elecciones, ¿qué diagnóstico han hecho en Madrid de los resultados del 4M que otorgaron una amplia mayoría a Ayuso?

La señora Ayuso ha obtenido una mayoría absolutamente inapelable. Y creo que es porque supo conectar muy bien con esa sensación de fin de la pandemia, con esa fatiga pandémica y vender bien que el inicio de un nuevo gobierno suponía de alguna manera el fin de las restricciones del año horribilis que llevábamos viviendo. Supo conectar con esa emoción, que básicamente era compartida, pero a nuestro juicio, le faltaba la pata de la responsabilidad. 

Es una visión de futuro a muy corto plazo, frente a lo que nosotros consideramos que tiene que ser un futuro a largo plazo, que tiene que ver con haber aprendido algo de la pandemia. Más Madrid ha conectado con una forma de hacer política de lo cotidiano, de lo importante. Pero es verdad que las elecciones se han medido más en términos de emociones que en términos de gestión de la pandemia.  

Habla de lo que ha podido hacer Ayuso bien, y de que Más Madrid ha obtenido un buen resultado, pero la realidad es que la izquierda en conjunto retrocede en Madrid. ¿Qué no ha hecho bien en estos dos años?

El hecho de que Ayuso haya doblado el resultado tiene que ver también con que ha engullido a Ciudadanos, no nos olvidemos. Su resultado es un poquito mejor que el que tenían conjuntamente entre Ciudadanos y el Partido Popular. A este respecto, desde Más Madrid también hemos sabido sintonizar con una manera de hacer política que creo que los madrileños y madrileñas agradecen, que es hablar de lo cotidiano, de lo concreto, de lo que realmente te afecta en el día a día. Seguramente tenemos que seguir hablando de las cosas cotidianas, más que de políticas abstractas. Cuando nos perdemos en hablar de lo abstracto, los ciudadanos no se sienten interpelados. Es un trabajo que tenemos que seguir haciendo, el reconciliar a la gente con la política.

Hablamos de estas elecciones en concreto, pero la realidad es que la derecha lleva gobernando 26 años en Madrid ¿Es Madrid de derechas? ¿Hay alguna posibilidad de cambio?

En Madrid se dan una serie de componentes y de circunstancias que el PP ha sabido aprovechar y en las ha ido profundizando. Somos una Comunidad extremadamente desigual, en la que hemos tenido gobiernos reiterativos que han avalado el individualismo frente a lo colectivo. Y eso tiene su sociología. Ahora bien, lejos de lo que se pueda pensar, Madrid tiene un talento solidario, empático, abierto, que no se circunscribe solamente a los problemas individuales de cada uno. La pandemia nos ha enseñado, además, que somos más sinérgicos y somos más fuertes cuando somos capaces de actuar como comunidad. 

Pero esa sociedad comunitaria que plantea que se ha aprendido con la pandemia no la hemos visto en estas elecciones, si como dice la derecha representa lo contrario.

Creo que no ha cristalizado aún pero lo hará. Tras un año pandémico, de alguna manera salir de esto era una urgencia. Pero ahora nos queda lo importante. Qué sociedad queremos para la Comunidad de Madrid. Qué sociedad le vamos a dejar a nuestros hijos e hijas y vemos para el futuro. Si queremos una sociedad de los aplausos, la que reivindica sus centros de salud, a sus mayores... O queremos la sociedad del sálvese quien pueda, que es la que nos ofrece Ayuso.

Ustedes sustituyen desde el 4 de mayo al PSOE como líderes de la oposición en la Asamblea de Madrid. ¿En qué van a notar los madrileños ese cambio? ¿Qué pueden esperar de la oposición durante los próximos dos años?

La oposición que estábamos haciendo en los últimos dos años es una buena carta de presentación de lo que vamos a hacer. Firme, rigurosa, apegada realmente a la realidad de lo que están viviendo los madrileños y madrileñas. Y además vamos a ser propositivos. No hemos dejado de serlo en ningún momento. 

En estos dos años en los que se va a decidir el futuro de los de las próximas décadas de la Comunidad de Madrid, nuestro papel también es contribuir a esa reconstrucción de manera propositiva. La señora Ayuso practica una política adolescente de negarse a todo, de ser caprichosa y de ser el centro de atención, pero no tiene ningún plan para el futuro de la Comunidad de Madrid. Nosotros sí. Tenemos un plan, una alternativa para la Comunidad de Madrid para dentro de dos, tres, cinco y diez años.  

¿Cuál es?

Tiene que ir en el sentido de reconstruir nuestros servicios públicos, nuestra sociedad y las familias, que ahora mismo están sitiadas por las políticas de Ayuso. Las familias en todas sus diversidades y en todas sus magnitudes tienen todas las dificultades que un gobierno les pueda poner, están amenazadas por todos los flancos: la vivienda, la educación, la sanidad, las políticas sociales, los mayores, las escuelas infantiles... No hay una sola política del Gobierno del Partido Popular que haya ido en línea de ayudar a las familias: Y ahí hablo de las monoparentales, las homosexuales, las que tienen un mayor o que tienen un hijo. Ahora mismo en la Comunidad de Madrid es muy difícil proponerse tener una familia, es casi una especie de juego Olímpico.  

¿No cree que uno de los problemas de la izquierda para los electores es que hacen una descripción demasiado catastrófica de la vida en Madrid y que eso no acaba de ser percibido por la sociedad?

Tenemos que ser capaces de sacar el foco. Creo que no hay una sola familia madrileña que no haya tenido una dificultad, aunque obviamente tienen menos dificultades las que tienen más recursos económicos. De alguna manera esas se salvan. ¿Qué futuro tienen los jóvenes de Madrid cuando entre el 80% y el 100% de su sueldo tiene que estar destinado a una vivienda? Por no hablar de las familias que ya están excluidas socialmente, las que tienen un miembro de su familia dependiente al cual no le llega la ayuda, o tienen una persona que necesita cuidados en salud mental y tiene que esperar seis meses, o pagarse terapias caras o hincharse de ansiolíticos. Es decir, si tú bajas realmente a la vida cotidiana, son todo dificultades, de las que solo te salvas si tienes recursos económicos.

¿Tiene margen la izquierda en la Asamblea de Madrid con la mayoría del PP en la Mesa y la mayoría absolutísima para la oposición?

Auguro una legislatura perdida. Ya hemos perdido dos años y creo que no nos vamos a encontrar nada nuevo bajo el sol en el nuevo gobierno del PP. Hay una teoría por la cual cuanto más alto es el árbol de los diputados del Partido Popular, más largas es la sombra de corrupción que va dejando, y es una teoría casi científica. Margen para hacer oposición en una Cámara en la que prácticamente ya nos están avisando de que va a imperar más el rodillo que las necesidades de los madrileños y madrileñas, es difícil. Ahora bien, nosotros vamos a seguir poniendo el foco en la vida de los madrileños y vamos a proponer alternativas a este modelo de demolición de nuestros servicios públicos y de la sociedad del bienestar, tal y como la conocemos.  

Usted ganó gran popularidad como médica y portavoz de los temas de Sanidad. ¿Qué más puede ofrecer Mónica García como nueva líder de Más Madrid y de la oposición en la región estos dos años?

Durante muchos años, he tenido un expertise en la parte de políticas sanitarias, pero eso es un añadido más a todo el que tenemos como grupo. Y aparte del tema de sanidad, en el que por supuesto solo por vivirlo creo que ya tengo un bagaje, puedo ofrecer una visión de conjunto del futuro de la sociedad madrileña porque conozco cada palmo de la Comunidad de Madrid y de sus políticas. Y esto no es solamente mérito mío, lo es del conjunto de la organización de Más Madrid. Está en nuestro ADN de alguna manera hacer ese tipo de política, estar en la calle en contacto con los movimientos sociales. Tenemos un grupo parlamentario que es un conjunto de talentos y de gente con vocación de servicio público y lo vamos a poner en cada momento encima de la mesa.  

¿Quiere seguir compaginando su trabajo como portavoz de Más Madrid con el de médica en esta nueva etapa ahora al frente de la oposición?

Quiero retomar mi actividad profesional en algún momento, una vez que esté ya el grupo parlamentario organizado y que tengamos las políticas estructuradas de lo que vamos a hacer. Por lo menos en los próximos meses, sí que me gustaría retomar mi actividad profesional. Me da una visión de la realidad, de lo que está ocurriendo en el sistema sanitario, y es una manera de palpar muy bien el pulso de una parte de la sociedad. Y además no me gustaría perder mi profesión. Para mí es importante a la hora de cómo enfoco el hacer política también. Y creo que además aporta al conjunto de nuestro grupo parlamentario, el hecho de que sigamos conectados de alguna manera con nuestras profesiones o con nuestra experiencia.  

Pero dejará de llevar la portavocía de Sanidad.

No puedo dejarlo, eso ya es un vicio y no puedo dejarlo… (bromea). Obviamente, estarán mis compañeros, tanto Javier Padilla como Diego Figuera, que son además también profesionales sanitarios, llevando la portavocía de Sanidad. Pero de ahí a desvincularme..., cada uno somos frikies en una cosa. Y a mí la política sanitaria es una de las cosas que más me entusiasma.  

Habla constantemente en plural. ¿Va a seguir apostando por un modelo coral dentro del grupo parlamentario como vimos en la anterior legislatura cuando Pablo Gómez Perpinyà y usted se intercambiaban los papeles constantemente?

Claramente es un modelo que nos atraviesa en la propia organización. Somos tres portavoces en el partido y ahora en la Asamblea de Madrid vamos a ser tres portavoces mujeres. Estas portavocías corales enriquecen a una organización en cualquiera de los aspectos. Nadie es imprescindible y es más sano, más nutritivo y más eficiente cuando somos capaces de compartir los espacios y de hacer políticas de manera conjunta, de manera coral.  

Su compañera de partido, Rita Maestre hablaba recientemente de abandonar el eje izquierda-derecha. ¿Piensa lo mismo?

Las etiquetas lo que hacen es encajonarte. Obviamente, simbólicamente, existe un clásico e histórico eje izquierda-derecha. Hay una serie de grupos o de ideologías que se han centrado más en la parte común, en los servicios públicos, en el estado del bienestar... Y hay otra parte que ha ido más hacia la liberalización, el estado mínimo, etcétera.  Y eso no hay que obviarlo. Sería de alguna manera muy naif pensar que eso no existe. 

Ahora bien, creo que nosotros hemos acertado en hacer política de lo cotidiano, de lo importante, de lo que realmente le preocupa a la gente. Y cuando una persona llega al centro de salud y no tiene cita hasta dentro de 15 días, ¿eso es de izquierdas o de derechas? Cuando una persona tiene una ratio en la clase de sus hijos de 30 niños, ¿eso qué es? Pero nosotros vamos a defender todas aquellas políticas progresistas que tengan que ver con la mejora de la vida cotidiana de la gente y con ser valientes a la hora de dar pasos en una sociedad en la que creemos que podemos apostar por una sociedad que sea más igualitaria, más justa, que reivindique los valores de igualdad y de justicia social, de feminismo y que además esté en consonancia con el planeta, y que sea capaz de cuidarlo. En ese sentido, acertamos más cuando hablamos de cosas concretas que cuando hablamos de cosas más abstractas o de etiquetas más abstractas.  

Pero, ¿qué significa exactamente acabar con el eje izquierda-derecha? ¿Es una cuestión solo de quitar etiquetas?

La Marea Blanca fue un movimiento, efecto secundario del 15M, que aunó a muchas personas que hasta ese momento nunca se habían considerado de izquierdas, pero que consideraban que había que defender su sistema sanitario. Y fue un movimiento transversal en la defensa de nuestro sistema sanitario público, frente a unas políticas de demolición sistemática de nuestro estado de bienestar. Es un buen ejemplo. También el feminismo. Todas aquellas luchas transversales que al final afectan al presente inmediato y al futuro de lo que es nuestra sociedad. De eso hemos aprendido. Y mucha gente se siente más identificada con una política transversal en la que hablas de lo cotidiano y de lo importante, que si hablas de conceptos o etiquetas ya preestablecidas.

¿Más Madrid es un proyecto de Madrid como lo ideó Manuela Carmena y ha reivindicado usted durante la campaña o debe tener vocación nacional como defiende Íñigo Errejón?

Más Madrid, lo he dicho en campaña y lo repito, tiene vocación de ser un partido para los madrileños y madrileñas. Surge como tal y hemos acertado en ser una formación política que habla de Madrid y que no intercambia Madrid con ningún otro escenario político ni utiliza a Madrid, como hace por ejemplo Ayuso, como palanca para hacer política nacional. Ahora bien, Más Madrid no se circunscribe a Madrid. Vamos a estar en diálogo con todas las comunidades, vamos a estar en diálogo con todos los elementos políticos, no somos un lugar aislado. Pero eso no quita para que desde Más Madrid hagamos política para y por los madrileños.  

Teniendo en cuenta que la derecha se ha reunificado en torno a dos listas con la previsible desaparición de Ciudadanos, ¿tienen sentido tres listas de la izquierda a las generales de 2023?

Cuando nosotros nos presentamos en la Comunidad de Madrid también estaba sobre la mesa si era mejor concurrir en tres listas o si era mejor que nos unificamos en una... El fin no es cómo te presentas, sino para qué te presentas y qué resultados quieres obtener. En la Comunidad de Madrid quedó claro que somos capaces de ser tres fuerzas diferentes, pero también de tener una acción y un objetivo común. Eso cómo se traduce en el resto de territorios, pues seguramente en algunos territorios se traducirá de la misma manera y en otros de manera diferente. Pero no me gustaría empezar la casa por el tejado. 

Pero el sistema electoral es diferente en unas generales, en las que no hay circunscripción única como en Madrid.  

Dependiendo del sistema electoral en cada territorio, hay que pensar en cada momento y en cada circunstancia electoral, cuál es la mejor fórmula sabiendo a quién tienes enfrente y sabiendo cuál es el objetivo común.  

¿Cree que el Gobierno debe indultar a los líderes independentistas?

Estoy de acuerdo con los juicios que ha hecho Manuela Carmena, hablando de que la política se resuelve con política y los indultos son igual de constitucionales que cualquier otro elemento o herramienta que tenga cualquier gobierno. Aquí el Partido Popular ha empezado una escalada de confrontación y no ha sabido parar ni siquiera cuando ha llegado al rey. Y entonces nos hemos encontrado con una señora Ayuso, que una vez más ha estado echada al monte, y ha llegado incluso a interpelar o a hacer cómplice al propio rey. Las ideas se miden por sus efectos y podemos ser optimistas pensando en que los efectos van a ser más beneficiosos en términos de diálogo y de reconciliación que en otros términos. Y además, si la contraposición o si la alternativa es un señor vestido de toro en una manifestación yo le quiero dar una oportunidad a la política para que resuelva los problemas políticos y reconstruya.  

Ese no es un discurso muy popular en Madrid.

Yo como vengo de la medicina, y ahí la responsabilidad está muchas veces por encima de los discursos... Cuando te enfrentas a un paciente, muchas veces le tienes que decir cosas que no son de su agrado, pero por responsabilidad y por considerar que ese paciente es maduro se lo dices, y creo que también hay que tratar así a la política. A la política hay que tratarla con responsabilidad y hay que ofrecer alternativas a esos discursos vacíos y huecos que al final básicamente nos dejan una sociedad encallada. 

Vídeo: Nando Ochando.

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