Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Los whatsapps que guardaba Pradas como última bala implican de lleno a Mazón
La polarización revienta el espíritu de la Constitución en su 47º aniversario
OPINIÓN | 'Aquella gesta de TVE en Euskadi', por Rosa María Artal

La historia interminable por controlar dos colegios profesionales de Madrid: peleas por el decanato y elecciones judicializadas

Sigfrido Herráez, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid

Lourdes Barragán

Madrid —

2

¿Qué tienen en común un médico y un arquitecto? En Madrid, sin duda, les une la pugna por el control de sus colegios profesionales. El último giro inesperado tras las elecciones en el Colegio de Arquitectos acerca aún más su periplo al de los sanitarios madrileños: ninguno de los dos ha logrado aún renovar su decanato de forma definitiva, y en ambos casos la disputa les ha llevado a los tribunales. Tanto el uno como el otro están entre los órganos colegiados con más peso en la región por su papel en la toma de decisiones, por ejemplo, en mesas sectoriales o concursos para obtener licencias públicas. Y eso los ha convertido en un caramelo político al que no todos quieren renunciar.

Sigfrido Herráez, actual decano del COAM y ganador en las urnas el 27 de mayo después de un ajustado recuento, no tomará posesión este miércoles. El acto ya estaba convocado e incluso iban a intervenir figuras políticas clave como el alcalde de Madrid, la directora regional de Vivienda y Rehabilitación o representantes del Ministerio de Vivienda, que habían sido invitados. Sin embargo, un nuevo capítulo en su disputa con el presidente de la Mesa Electoral que invalidó inicialmente su candidatura, Luis de la Rica, lo ha puesto todo patas arriba. Ahora nadie sabe cómo ni cuando se podrá investir al próximo decano.

Básicamente, lo que ha ocurrido es que el lunes De la Rica emitió un comunicado que aplazaba la proclamación de una nueva junta directiva, como mínimo, hasta que llegue una “resolución por sentencia [es decir, en firme] sobre la condición de elegibles de varios integrantes de Tu COAM”, la candidatura de Herráez. Habla de una causa abierta en los tribunales por la que dos juzgados de Madrid, los números 17 y 18 de lo contencioso-administrativo, intervinieron en el transcurso electoral a raíz de una petición registrada, precisamente, por el equipo del decano.

A mediados de mayo, un magistrado aceptó las medidas cautelares que solicitaban y readmitió temporalmente en la carrera por las urnas a Sigfrido Herráez y otros miembros de su lista, que habían sido descalificados por la Mesa Electoral por incompatibilidad con los estatutos internos del colegio. Aquella decisión se tomó debido a que Herráez y varios de sus compañeros llevan dos legislaturas en la junta directiva, cuando las normas del COAM fijan justo ahí el límite de mandatos a los que uno puede concurrir.

No obstante, desde su candidatura se objetó que la primera de ellas no había sido completa, pues solo estuvieron al frente durante un año y medio hasta ser reelegido en 2022. Las elecciones del Colegio de Arquitectos se celebran cada trienio, pero los estatutos establecen que, para que una legislatura no compute a la hora de volver a presentarse, habrá de estarse en el cargo durante un año como tope. En este caso, se había rebasado esa frontera y es ahí donde se ha aferrado el presidente de la Mesa Electoral en cada resolución contra Tu COAM.

La última de ellas, que ha girado las tornas, se produjo dos semanas después de votar y días antes de la toma de posesión, que iba a ser el miércoles a las 11.00. La invitación llevaba difundiéndose desde el inicio de esta semana, pero pasó poco tiempo hasta ponerle freno. “Se pospone el acto por motivos ajenos a la organización”, ha informado esta mañana el equipo de Comunicación del Colegio de Arquitectos, horas después de la carta que su presidente dirigió expresamente a Herráez.

“No tendría que recordarte que todos los actos relativos a las elecciones –incluida la proclamación de candidatos o la toma de posesión–, son actos electorales que forman parte de las responsabilidades atribuidas a la Mesa Electoral [...] Por ello, te requiero que retires la invitación que, sin duda habrás enviado a colegiados, candidatos y otras autoridades, hasta recibir de mi firma y dentro de los plazos previstos en los estatutos”, le reprendió en la misiva Luis de la Rica. Finalmente se ha suspendido el relevo en el decanato hasta próximo aviso y, aunque los colegiados esperan que todo se resuelva pronto, existen ejemplos muy cercanos que sugieren lo contrario.

El espejo de los médicos en el que se reflejan los arquitectos

El caso del Colegio de Médicos guarda muchas similitudes. La renovación definitiva de su cúpula sigue en standby desde que el 16 de enero, justo un mes después de que otro candidato desbancara al presidente en las elecciones, el propio Icomem anulara esta resolución y desatara el caos interno. La razón fue exactamente la misma: un obstáculo en los estatutos que invalidó, en este caso, al ganador en los comicios. Tomás Merina se alzó por 9.530 votos sobre Manuel Martínez-Sellés, que sigue al frente del Icomem aunque entonces logró un cuarto de los apoyos que obtuvo su principal contrincante.

No obstante, tras suspender a Merina como candidato anunció Sellés que él mismo no concurriría a unas nuevas elecciones después de su resultado en las urnas. En realidad, en el caso de los médicos solo se ha expulsado del camino al cabeza de lista y no al resto de la propuesta victoriosa, ante lo que el propio candidato aceptó echarse a un lado para que sus compañeros tomaran posesión. En ello insistió otra resolución judicial del mes de marzo, en la que se rechazaban las cautelares solicitadas por Merina después de que una petición del presidente del colegio instara, con éxito, a los tribunales para invalidarle como próximo dirigente.

El argumento de Sellés es que Merina es un médico jubilado, algo incompatible con el cargo al que ostentaba. Sin embargo, su rival argumentó desde el inicio que seguía viendo a pacientes –lo que piden los estatutos es, concretamente, estar “en ejercicio” de la profesión– y, además, constaba como mutualista. Esto quiere decir que posee un informe de la Mutual Médica, que acredita a quienes ejercen la medicina por cuenta propia. La letra pequeña en la burocracia interna de dos de los colegios profesionales con más poder de Madrid mantiene en vilo a los 60.000 miembros que los componen, 50.000 en el Icomem y 11.000 del COAM. Sus caminos nacieron separados aunque cada vez se aproximan más: ninguno se ha librado de estancarse en su propio camino electoral.

Etiquetas
stats