Cinco tabernas de Malasaña donde escaparte para tomar un vino
En el Madrid de toda la vida, las tabernas pintaban las maderas de sus puertas de color rojo, como el vino que servían. Se trataba de lugares populares, en los que festejar las pequeñas victorias cotidianas junto a una copa. Malasaña guarda todavía varios ejemplos de este tipo, escondidos en sus estrechas calles. Lugares clásicos, cuya clientela se ha rejuvenecido durante los últimos años: porque ahora lo moderno es tomarse un vino de calidad entre paredes que destilan historia.
Para que tú también los conozcas, aquí te ofrecemos la lista de cinco espacios imprescindibles a la hora de vinear por Malasaña. Son estos:
Casa Camacho (C/ San Andrés 4)
Casa Camacho (C/ San Andrés 4)
El lugar perfecto para iniciar una noche rodeado de gente joven, y aprovechar que los niños se han quedado con los abuelos. Los universitarios -de matrícula o de espíritu- son los clientes principales de esta taberna durante las noches de los fines de semana. Su decoración de antiguos barriles es ideal para saborear una copa de vino (siempre con su obligatoria tapa) que te abrirá el apetito.
Casa Julio (C/ Madera 37)
Casa Julio (C/ Madera 37)
El rojo del que antes hablábamos adorna las jambas de madera de este local que se hizo famoso porque sus vinos cautivaron al grupo de U2. Hoy, es uno de los lugares más apropiados para escaparte a tomar sus celebradas croquetas acompañadas de un buen tinto y, tal vez, encontrarte con famosos como Javier Bardem o Guillermo del Toro, que también han pasado por allí.
La Ardosa (C/ Colón 13)
La Ardosa (C/ Colón 13)
La decana de las tabernas de Malasaña (abrió en 1892) es perfecta tanto para tomar un vino después de haber salido pronto del trabajo como para calmar el hambre cuando has acabado las compras del fin de semana. Podrás probar sus aclamadas tortillas siempre que consigas hacerte hueco entre los madrileños que acuden allí habitualmente y los turistas que van buscando cuál es el éxito de un lugar que lleva 125 años descorchando botellas.
Milana Bonita (C/ Marqués de Santa Ana 7)
Milana Bonita (C/ Marqués de Santa Ana 7)
Para acabar de leer un libro con el mejor sabor, qué mejor lugar que un bar de inspiración literaria donde pasar las últimas hojas. Si se duda a la hora de con qué acompañar la lectura, lo mejor es preguntar a Paca -la dueña- por una recomendación para elegir vino. Seguro que será inevitable que acabes acompañándolo con alguna de sus deliciosas raciones. No solo de literatura vive el hombre.
El Maño (C/ Palma 64)
El Maño (C/ Palma 64)
El último de la lista pero tal vez uno de los más auténticos. Rodeado de otros locales que conviene no perder de vista (La Palmera, Bodegas Rivas…) elegimos El Maño por el fenomenal ambiente que acoge durante las noches, con una parroquia que lo mismo está celebrando un cumpleaños como degustando un blanco poco antes de entrar al teatro.
Jose
Yo recomiendo Bigote y Corazón, en San Joaquín 5. Es un sitio súper acogedor para tomarse un vino y charlar, con música jazz de fondo y un trato excepcional.
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