La exdirectora de los Teatros del Canal, Natalia Álvarez, dirigirá el Centro Cultural Conde Duque

Natalia Álvarez Simó, que hasta hace dos meses se encargaba de la gestión de los Teatros del Canal, es la persona elegida por el Ayuntamiento de Madrid para dirigir el Centro Cultural Conde Duque. El nombramiento se produce sin concurso público y después de que Andrea Levy, concejala de Cultura, decidiera destituir el fin de semana a los anteriores directores del centro, Isla Aguilar y Miguel Oyarzun.

Álvarez se dedicaba a la gestión cultural de forma autónoma desde septiembre, cuando la llegada de Marta Rivera (Ciudadanos) a la Consejería de Cultura provocó su destitución y también un importante movimiento del mundo de la cultura en defensa de su puesto y de su gestión. Más de 1.100 personas firmaron entonces un manifiesto en el que se pedía que “la cultura pueda transformarse y avanzar al ritmo de la sociedad y no al de los partidos políticos. Vivimos momentos de incertidumbre y de polarización política, es importante mantener los puntos de encuentro que aglutinan y construyen lazos y comunidades”, rezaba el texto.

Entre los firmantes del manifiesto se encontraban Isla Aguilar y Miguel Oyarzun, los ahora destituidos directores de Conde Duque que este domingo defendieron su gestión a través de un comunicado en el que disipaban dudas sobre la acusaciones vertidas por el Ayuntamiento de Madrid, al atribuirles problemas laborales dentro de la plantilla de Conde Duque que ellos atribuyen a la gestión de Madrid Destino.

El despido de Aguilar y Oyarzun también ha motivado que, a su vez, cientos de artistas firmen un manifiesto que critican el cese de sus cargos por “motivos ideológicos”. Bajo el título de Golpe a las buenas prácticas, los firmantes denuncian que “resulta cada vez más evidente que la inquietante fragilidad que vive el sector de la cultura se debe en gran medida a la injerencia política que imposibilita que los proyectos de gestión cultural y artística puedan desarrollarse en el tiempo más allá de partidos e ideologías”. “¿Qué futuro nos espera si permanecemos en silencio?”, se preguntan.

La danza como protagonista

El Ayuntamiento nombra a Natalia Álvarez (Santa Cruz de Tenerife, 1977) con el objetivo de convertir el Conde Duque “en un centro de artes vivas y del movimiento que recoja los nuevos lenguajes de la escena contemporánea”, una labor que ya estaba desarrollando el equipo destituido a través de sus residencias y llamativas programaciones escénicas, con formatos nunca antes vistos en este centro cultural y con la utilización de espacios inéditos como la Sala de Bóvedas o el Torreón.

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Laguna, Álvarez Simó dirigió la última etapa de los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid (2016-2019), en la que este espacio se convirtió en un importante centro de la escena contemporánea internacional visitado por grandes artistas como Thomas Ostermeier, Frank Castorf o Jan Lawers y compañías como Peeping Tom. Primero junto a Álex Rigola y luego en solitario, Álvarez Simó ideó una programación en la que la danza fue uno de los puntos fuertes. También gestionó en ese periodo de tiempo el Centro de Danza Canal, un espacio dedicado a la creación y difusión de la danza contemporánea y las artes del movimiento que cuenta con nueve estudios de ensayos y sala de conferencias.

Previamente, esta gestora cultural ejerció de comisaria y coordinadora del Departamento de Artes en Vivo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En ese programa de artes escénicas, combinó programación propia con numerosas colaboraciones con otras entidades, entre las que se encuentran festivales, teatros y conservatorios.

Miembro de la Academia de las Artes Escénicas de España, Álvarez Simó también ha desarrollado una importante carrera como docente colaborando con instituciones como el Máster en Gestión Cultural de la Universidad Complutense y ofreciendo conferencias en entidades como Fondazione Fabbrica Europa per le Arti Contemporanee (Italia), la Fundación SGAE o La Fábrica.

Más información:

Mariela

Por Dios Natalia, que poca ética tienes hija!