La reforma de Hernán Cortés, Farmacia y Santa Brígida comenzará en 2017
Las esperadas obras de remodelación de once calles de Chueca, entre ellas las situadas entre este barrio y Malasaña como Farmacia, Hernán Cortés y Santa Brígida, comenzarán en el primer trimestre del próximo año, según adelantó el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible este viernes en la comisión del ramo.
El retraso acumulado desde su presentación, antes del pasado verano, provocará que los trabajos no estarán listos antes de la celebración del Orgullo LGTB el World Pride 2017, por lo que las obras se paralizarán durante varias semanas. Los trabajos se interrumpirán del 20 de junio a la segunda semana de julio (cuando finaliza la programación del Orgullo) para evitar las molestias que podrían suponer las obras durante la celebración de los festejos.
El Ayuntamiento aduce deficiencias en el diseño de las nuevas calles propuestas en el proyecto heredado del equipo de Ana Botella (como la disposición de los bolardos, por cuestiones de accesibilidad), además de un proceso de participación y exposición en el barrio para explicar este retraso, que desde el Consistorio consideran «que compensa», apuntan desde Somos Chueca.
Un nuevo modelo de calles
El objetivo de la reforma de estas once calles de Chueca (Santa Brígida, Farmacia, Hernán Cortés, Augusto Figueroa, San Marcos, Infantas, Reina, Costanilla de los Capuchinos, San Bartolomé, Barbieri y Libertad) es mejorar la accesibilidad en el barrio y darle mayor protagonismo al peatón.
Para ello pondrán en marcha un nuevo diseño –cuya licitación «se presentará en las próximas semanas»– que acabará con las aceras de menos de un metro de ancho y que propone una plataforma única, en la que peatones y vehículos transitarán por esas calles al mismo nivel.
El plan contará con un presupuesto en torno a los 3 millones de euros, que servirán para ensanchar las aceras, plantar nuevos árboles que den sombra e instalar un pavimento de adoquín prefabricado con una anchura suficiente como para permitir el tráfico e impedir que los coches invadan las aceras de forma incontrolada. La excepción será Augusto Figueroa que, por su carácter comercial, tendrá otro diseño. En su caso, la calzada no será de adoquín, sino de aglomerado asfáltico y las aceras estarán diferenciadas del pavimento con un bordillo en altura.
El equipamiento de la zona también se mejorará, con más bancos y renovados anclajes para bicicletas, así como nuevas plazas de aparcamiento para motos y ciclomotores.En cuanto a la iluminación, se instalarán faroles tipo «Villa», con luminarias «Led» de bajo consumo, que son menos contaminantes que las actuales.
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