El protocolo contra el calor de Almeida solo ofrece 60 plazas durante dos semanas para más de 1.000 personas sin hogar
Los episodios de calor extremo son cada vez más frecuentes y severos en Madrid. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), 2024 fue el cuarto año más caluroso en la historia de la capital, con temperaturas máximas 1,7 °C por encima de la media. Este calentamiento gradual supone un importante riesgo, sobre todo para todas aquellas personas que viven en la calle. Más de mil vecinos de la ciudad se encuentran en esta situación, expuestos de forma directa a las inclemencias meteorológicas y sin posibilidad de huir del asfalto caliente en los días más calurosos.
Ante esta situación, el Gobierno municipal ha desarrollado durante los últimos años diferentes planes y sistemas de vigilancia para dar respuesta a las personas sin hogar y evitar su exposición a los efectos adversos del calor. Uno de ellos es el Plan Territorial de Emergencia Municipal de Madrid (Pemam), aprobado en enero de 2023, que incluye las olas de calor en su catálogo de riesgos meteorológicos, aunque no especifica protocolos de actuación. En mayo de ese mismo año se aprobó el Protocolo Operativo para Episodios de Altas Temperaturas, cuyo objetivo era minimizar los efectos del calor, especialmente en las personas más vulnerables, y contempla medidas concretas como permanecer en los centros de día o abastecer con agua a los usuarios.
Para complementar ambos planes, el Ayuntamiento de la ciudad puso en marcha un recurso con 50 plazas para proteger del calor a personas sin hogar. Este proyecto se activó a modo de prueba en el verano de 2024 y este año se ha consolidado e incluido en los pliegos de contratación de recursos para la campaña del frío y otras emergencias climáticas, incluyendo diez plazas más que el verano pasado.
Este recurso se ofrece en el Centro Municipal de Acogida de Villa de Vallecas y puede ponerse en marcha del 1 de junio al 30 de septiembre, siempre que la Comunidad de Madrid declare el Nivel 2 de Alto Riesgo por Calor, que se activa cuando las temperaturas superan los 38,5 °C en un día o los 36,5 °C durante cuatro jornadas consecutivas. Sin embargo, la cobertura del protocolo solo cubre el 5% de la demanda, una cifra muy reducida que podría dejar en la calle este verano a más de mil personas sin hogar.
El dispositivo cuenta únicamente con 60 plazas en régimen diurno y su activación no puede superar los 14 días, un periodo que puede dividirse en dos bloques de 7 días, según los pliegos técnicos. Esto implica que el recurso solo está disponible un 12% del tiempo en que podría ser necesario durante los cuatro meses de verano, dejando sin atención el 88% de los días. Con ello se intenta cubrir la posibilidad de que haya dos alertas por ola de calor durante los cuatro meses fijados. En el caso que se produzcan olas de calor de más días o se repartan en más de dos periodos, muchas personas quedarían sin acceso a cobertura. Esta limitación dificulta que las personas sin hogar conozcan y accedan al servicio, lo que reduce su efectividad. Además, la rigidez en los periodos de activación impide responder adecuadamente si se producen olas de calor más largas o múltiples, ya que solo se contemplan hasta dos alertas en la temporada.
Teniendo en cuenta que en 2024 la Comunidad activó dos veces el Nivel 2 de Alerta por calor y que este verano se esperan temperaturas similares o superiores, la campaña resulta “insuficiente” para los grupos de la oposición. Tanto por la escasa duración, como por los recursos destinados, que solo cubren una mínima parte de las personas sin hogar que hay en la ciudad. La reducida capacidad del plan de calor contrasta con los protocolos que se aplicaron durante la Campaña del Frío 2024-2025, que ofreció más de 430 plazas y atendió a 1.630 personas en situación de exclusión residencial, mientras que la campaña de verano no llega ni a una décima parte de esa cobertura.
Según datos del Consistorio, durante los meses de junio, julio y agosto de 2024 se contabilizaron, de media, más de 1.100 personas en situación de calle en los 21 distritos, una cifra muy grande para una oferta de plazas tan limitada. Fuentes municipales explican a este periódico que “el recurso se mantiene pese a la escasa demanda que presentó el año pasado”. Señalan que durante una primera etapa de diez días en el centro de acogida fueron atendidas 23 personas, que sumaron 54 estancias. En una segunda etapa de 50 días en la Central de SAMUR Social fueron atendidas 22 personas, que sumaron 40 estancias, por lo que consideran suficiente la aplicación de este protocolo.
Además, desde el Ayuntamiento de la capital indican que durante la campaña podrán abrir simultáneamente el Centro de Acogida de Emergencias Villa de Vallecas y la Central de SAMUR Social, con 60 y 30 plazas respectivamente. A pesar de la escasa demanda que el Consistorio asegura que obtuvo la campaña anterior, el PSOE critica que “Almeida ha abandonado el enfoque de los derechos y gobierna desde la lógica de la exclusión, invisibilizando y desplazando a quienes más apoyo necesitan.” “El protocolo contra las olas de calor en Madrid sigue siendo un parche que solo cubre una pequeña fracción de las necesidades reales”, añaden desde el Grupo Municipal Socialista.
Los socialistas reconocen que “no es un problema fácil de solucionar”, pero consideran que requiere de voluntad política, algo que aseguran que Almeida abandonó “hace tiempo”. Además, señalan casos como el del aeropuerto de Barajas que evidencian la falta de refugios para “quienes el sistema ha dejado fuera”. Todas estas cuestiones serán abordadas este martes por la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Reyes Maroto, y la responsable de Política Sociales, Ana Lima, que se reunirán con la Red FACIAM, una entidad estatal destinada a colaborar con las personas que se encuentran en situación de exclusión residencial.
Respuesta mínima ante una amenaza máxima
El plan, que se encuentra en funcionamiento desde este domingo, prevé la activación de hasta 60 plazas durante un máximo de 14 días en régimen diurno en el Centro de Acogida de Emergencia Villa de Vallecas. Su puesta en marcha está directamente relacionada con la posible declaración del Nivel 2 de Alto Riesgo por Calor, delimitado por la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid. Esto supone que si, al igual que en 2024, este año se producen dos olas de calor de este calibre, como máximo podrían acceder a lo largo de todo el verano 240 personas al servicio, valorando que todas dividieran su estancia en dos períodos.
El recurso está gestionado por el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, a través del Departamento de SAMUR y Emergencia Social, que coordina tanto la activación del dispositivo como la admisión de las personas usuarias. Según los pliegos, el acceso está dirigido a hombres y mujeres mayores de edad con vinculación a la ciudad de Madrid, valorados según los criterios sociales aplicables al resto de recursos similares incluidos en el contrato vigente.
Durante los tres meses de funcionamiento, el centro permanecerá abierto en horario de 12.00 a 20.00, las horas que desde el Consistorio consideran más críticas para el calor, aunque las noches, a las que no se da cobertura, también podrían complicarse. Respecto al personal, el centro de acogida cuenta con un equipo técnico compuesto por un trabajador social y dos auxiliares, también se garantiza la presencia de un vigilante de seguridad.
En cuanto a las labores diarias de limpieza, el centro dispone de todos los materiales necesarios para el adecuado mantenimiento higiénico del espacio y para cubrir las necesidades básicas de las personas acogidas, como productos de aseo corporal y bucodental. Este punto es especialmente relevante ya que la época estival en muchas ocasiones viene acompañada de plagas como garrapatas, cucarachas o roedores que pueden ser altamente perjudiciales.
Respecto a la atención y los cuidados de los solicitantes, los usuarios reciben durante su estancia una comida al mediodía compuesta por un entrante frío (gazpacho o sopa), un bocadillo y un postre lácteo. Además, tienen acceso continuado a agua embotellada para una correcta hidratación. Se garantiza también el uso de duchas y aseos del centro, proporcionándoles toallas, gel, champú, cepillos de dientes, maquinillas desechables y productos de higiene femenina, entre otros.
Por otro lado, la entidad adjudicataria facilita los medios técnicos necesarios para la coordinación con la Central de SAMUR Social, así como un servicio de transporte mediante autobús con capacidad para las 60 plazas disponibles. Este lleva a cabo dos desplazamientos diarios: uno por la mañana desde un punto céntrico de la ciudad hasta el centro, y otro de regreso por la tarde. Para el Grupo Municipal Socialista no basta con estas coberturas, que no llegan ni a un tercio de las personas que viven en las calles de la capital e insisten en que el Ayuntamiento “no ofrece los recursos suficientes”.
El Consistorio impulsa además otras actuaciones para minimizar los efectos de las olas de calor en los grupos de población más vulnerables. En el ámbito de las personas sin hogar, los Equipos de Calle, con apoyo de SAMUR Social, intensifican sus rutas y ofrecen plazas en régimen de centro de día en los centros municipales de acogida San Isidro y Beatriz Galindo. Según indican fuentes municipales, “a estas actuaciones se añade la atención permanente, los 365 días del año, en la Red Municipal de Atención a Personas Sin Hogar, dotada con 1.200 plazas”.
Asimismo, ante estos episodios climáticos se refuerza la difusión de las recomendaciones de Madrid Salud a los residentes en Cañada Real a través de los canales de información que el Consistorio mantiene con las asociaciones vecinales y entidades sociales que allí operan. En paralelo, se incrementa el seguimiento a las personas mayores mediante llamadas telefónicas a los usuarios de Teleasistencia Avanzada, Ayuda a Domicilio y Comida a Domicilio para alertar sobre la situación y trasladar consejos. Por su parte, en los campamentos urbanos se apuesta por salidas a piscinas y se reduce la actividad al aire libre.
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