Víctor Coyote descubre los 'Entresijos ' del Madrid cotidiano que nos pasaron desapercibidos

Resulta incomprensible que Víctor Coyote no tenga entrada en la Wikipedia en castellano (sí que hay una en la versión gallega de la enciclopedia). Méritos tiene un rato, desde su clarividencia latina a bordo de Los Coyotes en los ochenta (y luego en solitario), como hombre de cine –en su página de IMDB conviven Almodóvar y La Cuadrilla– , creador de videoclips y, por supuesto, artista gráfico. Un mestizaje vital del que hoy destacamos su versión como autor de cómics con motivo de la publicación de Entresijos (Autsaider Cómics, 2023).

El título, que remite lo mismo a un plato de la gastronomía madrileña que muchos locales no han probado jamás y a la mirada diseccionadora del autor, nace de las páginas publicadas en su día en M21 Magazine y su continuación poscarmenista Eme21mag, que mantuvo las hechuras pero perdió gran parte del saborcillo y la intención. Lleva un subtítulo que no debe llevarnos a imaginar que compite en la misma liga que las mil revistas en nómina internauta para enteraos de la cosa capitalina –por más que esté dibujado por un moderno a su pesar–: Barrios estampitas y persons de Madrid.

El álbum es una colección de polaroids prolijas en detalles a doble página –con dos tintas distintas cada vez, sobre el blanco negro– alimentadas por la pasión del paseante urbano, como destaca en el prólogo Adriana Herreros, que no en vano cita en su texto a Jane Jacobs y Rebeca Solnit, las dos deidades del paseo teñido de política.

No todos tenemos una vida similar a la que imagino lleva Víctor Coyote. En parte. Pero sí que todos compartimos los espacios de una misma ciudad, sus calles, sus mercados, su paisanaje... En Entresijos aparecen las dos situaciones, lo que hace que sus dibujos conjuguen interés y cercanía. E historias, porque el elemento que eleva el cómic por encima de la postal deliciosa y la vuelta de tuerca al costumbrismo es que Coyote busca introducir elementos narrativos en los retratos espaciales que aparecen en Entresijos.

Entre el Madrid que le es cotidiano y a nosotros no nos pertenece descubrimos las situaciones acontecidas en los prolegómenos de un concierto o el camerino del Teatro Lara. Entre el Madrid que compartimos –la mayoría–, los autobuses de la EMT, espacios periféricos como Caño Roto, el Cerro Almodóvar, los parques llenos de ecuatorianos jugando ecuavoley, los mercados, los bares normales o la piscina de Aluche.

Además de las páginas paridas a partir de paseos y palabras cazadas al viento, encontramos otras historietas de carácter más ilustrativo, como las dedicadas a la arquitectura (la colonia de la Prensa o la difunta Pagoda de Fisac) o a personajes ilustres (de Larra a Ángel Nieto, pasando por Ellas Fitzgerald o la Paquera de Jerez). O el Entri de Caño Roto o Jesús, pescadero de Mercamadrid.

Entresijos es una reivindicación de las pequeñas grandes cosas con las que convivimos cada día en el barrio, a veces sin saberlo, a veces sin tiempo para entretener la mirada en ellas.