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El nuevo rumbo fiscal del Ayuntamiento de Madrid: rebajas para todos en una “situación económica complicada”

El alcalde de Madrid y la vicealcaldesa en la presentación del primer paquete de medidas fiscales. / Ayuntamiento de Madrid

Sofía Pérez Mendoza

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, presumía cuando era candidato de que construiría una capital “tax free” si el Ayuntamiento quedaba en sus manos después de las elecciones. Han pasado cuatro meses de aquello y el proyecto encomendado al regidor personalmente por el líder del partido, Pablo Casado, empieza a tomar forma con más timidez de la proclamada entonces y en plena precampaña nacional. Este jueves todos querían hacerse la foto en el Palacio de Cibeles. La concejala de Hacienda y responsable de estas políticas, Engracia Hidalgo, se ha quedado en las butacas junto a los periodistas. En la mesa estaban sentados el alcalde, la vicealcaldesa y la portavoz del Gobierno. Ya no había sitio para nadie más.

El incumplimiento de la regla de gasto en 2019 y la “situación económica muy complicada” que admite el propio Consistorio han frenado pero no detenido del todo sus compromisos electorales. El viraje ideológico del Ayuntamiento de Madrid tras el cambio de Gobierno escribe un nuevo capítulo con los impuestos con la incógnita de cómo se reconducirá el exceso de gasto con un adelgazamiento de ingresos.

La política fiscal del equipo de Manuela Carmena impulsó bajadas pero también subidas de algunos impuestos. La corporación redujo en el primer año de Gobierno a todos los contribuyentes el IBI (del 0,56 al 0,51%), una medida en la que ahora profundiza el nuevo alcalde hasta dejarlo en un 0,48%. Sin embargo, tomó a cambio otras medidas compensatorias con intención redistributiva: implantó un IBI súper reducido para las viviendas cuyo valor catrastral estaba desnivelado con su precio de mercado tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. El área de Economía y Hacienda, dirigida por Carlos Sánchez-Mato, a la vez aumentó el gravamen para grandes superficies hasta el 1,1% y recuperó la tasa de basuras, eliminada por la exalcaldesa Ana Botella, para los locales comerciales.

El cambio de Gobierno no ha supuesto abortar todas estas medidas. Fuentes del área de Hacienda confirman que los impuestos reducidos o especialmente gravados no se tocan. Pero la nueva directriz fiscal va por otro lado. Bebe, sobre todo, de la escuela de la Comunidad de Madrid: bajar los impuestos a todos, independientemente del nivel de renta o el patrimonio, con la máxima de que el dinero está mejor en el dinero del contribuyente. O al menos una parte.

El equipo municipal defiende sus rebajas “para todos” como “gobierno liberal”. Así lo exponía la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís tras la Junta de Gobierno: “Si la situación es complicada para el ayuntamiento, más complicada es para las familias. Tenemos que pensar mucho más en ellas que en el Ayuntamiento”.

Los nuevos beneficiados por las reducciones aprobadas este jueves, de hecho, son los propietarios de grandes patrimonios inmuebles, siempre, eso sí, que sean familia numerosa. Hasta ahora este pequeñísimo grupo poblacional no disfrutaba de bonificaciones y ahora se suman a los descuentos. Las rebajas llegan a familias con tres o más hijos que tengan en propiedad una vivienda de un valor catastral superior a 408.000 euros. Y se mejoran para los herederos que reciban bienes inmuebles valorados en más de 138.000 euros. “Queremos cumplir el compromiso de extender los beneficios a todas las familias”, justifican fuentes municipales.

Menos ingresos y Hacienda mirando de reojo

Pese a que el alcalde anunció las medidas como una “sensible rebaja de la presión fiscal” en los madrileños, las expectativas generadas por PP y Ciudadanos se han congelado. Para Vox, las ordenanzas fiscales son de “mentirijilla”. Las promesas de devolver al bolsillo de los madrileños, como argumentó en campaña, más de 400 millones de euros, se ha quedado de momento en 80.

El Consistorio alude a la herencia recibida y a los 406 millones de euros gastados de más que se encontraron en “un cajón” cuando llegaron al Gobierno en junio. El Ayuntamiento de Madrid no cumplirá con los límites impuestos por Hacienda en 2019 (regla de gasto) pero asegura que reconducirá la situación para 2020, pese al adelgazamiento en los ingresos.

¿Cómo se va a conseguir? Prescindiendo de “gastos superfluos”. ¿Qué son estos gastos para el Ayuntamiento? “Un millón en propaganda, subvenciones firmadas por Ahora Madrid justo cuando habían perdido las elecciones, la radio municipal... Esta labor es la que hacen todos los padres y madres de familia todos los días”. Más Madrid pide al Consistorio que explique “cuáles son los gastos sociales que se van a recortar para hacer frente a la rebaja anunciada” y la tildan de “electoralista”.

Los próximos meses darán más pistas sobre los planes presupuestarios del equipo municipal, que pretende aprobar sus cuentas para 2020 antes de que acabe el año mientras el Ministerio de Hacienda vuelve a mirar de reojo a Madrid.

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