El 'león' de Molina, Zequi y su banda, presenta su último disco: “Intrusos”
La pandemia del COVID 19 ha podido con muchísimas cosas. La más importante ha sido -y aún no se ha dado por finalizada- la salud y vida de las personas. Pero también ha hecho mella en nuestra manera de vivir, hasta su llegada, cambiando muchos estándares de comportamientos, maneras de hacer las cosas o, como en el caso que nos ocupa, trastocar temáticas que nos atañen y que hay que abordar, ensayos de músicos, calendarios, conciertos y un largo etcétera. ZEQUI ha tenido que esperar algo más de un año para que este nuevo trabajo, grabado en la tranquilidad que permite el campo y la montaña en una zona de Moratalla, pudiera ser presentado al público de la manera adecuada. Lo que ZEQUI llevó a cabo este viernes, 3 de junio, en el teatro “Villa” de Molina de Segura, ha sido algo más. No se ha limitado a presentar estas diez canciones en un buen concierto y con su magnífica banda de músicos. No. ZEQUI ha dado un paso más para que, como indicó casi al final de esta cita con el público, introducir un elemento teatral que despierte, al menos, la curiosidad de quien presencia el espectáculo. Y, ciertamente, lo logró. Durante algunas de estas canciones, los componentes de la Compañía Teatral local La Mosca, se convirtieron en imagen plástica de la denuncia literaria por medio de la música. Le cuento, paso a paso.
El concierto se iniciaba con la música de “I robot”, en el que un actor de este grupo teatral cruzaba agazapado el escenario bajo un gran plástico, de manera muy lenta, para escenificar la pieza que sonaba. No hablé con nadie al respecto, pero me temo que cada cual hizo su interpretación de si realmente somos robots o, por el contrario, parecemos hurones intentando excavar en esta sociedad un camino que nos salve de tanta desesperación, indignación y desamparo. Mientras esas notas sonaban, la banda que acompaña al compositor y cantante fue apareciendo en el escenario hasta que lo hizo su líder, ZEQUI, que fueron recibidos con una enorme ovación por parte de los asistentes que registraban tres cuartas partes del aforo total.
Agradecimientos por la asistencia, breve alusión a qué nos había convocado y con acento en “muchos estabais deseando que cantara en español. Pues bien, aquí está vuestro anhelo”, subrayó ZEQUI, que de inmediato y sin más preámbulo dejó sonar las primeras notas de “Who’ll stop the rain”, uno de sus anteriores temas (éste en homenaje a sus queridos Creedence Clearwater Revival, de quienes versiona la pieza) que forman parte del ya amplio repertorio del creador molinense, al que gusta mucho los viejos rockeros y bluesmen del pasado siglo XX. Y a renglón seguido, la primera de sus canciones en español que conforman este nuevo “Intrusos”: “Corazón de plomo”.
Un primer disparo musical sobre el fondo de un también primer vídeo, que enganchó inmediatamente a los asistentes para continuar este desfile musical con “Caminando por las nubes”; una pieza que refleja, como casi toda la creación de ZEQUI, el resumen de aquellos cantantes y grupos que han dejado huella en su personalidad y que provienen, todos, desde finales de la década de los 60 hasta que esos estilos fueron siendo olvidados, injustamente tal vez, al aparecer nuevos estilos.
El público ya había entrado en este nuevo “aterrizaje” musical, del que ZEQUI es su principal protagonista. Un compositor y cantante que con su guitarra va esculpiendo, parafraseando a Machado, nota a nota y verso a verso todo un abanico de sensaciones, inquietudes y denuncias que como seres humanos, primero, y como sociedad sentimos. La voz rasgada pero personal de este músico natural de Molina de Segura se convierte en la guía de sus canciones, que se mueven por ese universo del “bluesgrass”, “country-rock” o el “folk”. Es toda aquella argamasa de estilos que confluyeron desde la mitad de la década de los 60 del pasado siglo XX, creando tendencias (palabra muy de moda en estos tiempos cibernéticos) y grupos o cantantes en la California estadounidense como los propios Creedence Clearwater Revival, Poco, Linda Ronstadt o el propio trovador Bob Dylan, sin olvidarse de su venerado Van Morrinson.El cantante ha presentado un excelente y bien consolidado proyecto, al que el tiempo de pandemia le ha posibilitado el espacio suficiente para introducir nuevas vías experimentales como es la del teatro. Para ello, como indicó tras la primera parte de su concierto-teatro el director de la Compañía Teatral La Mosca, ZEQUI habló mucho y tendido con Joaquín García Box y junto con su banda fueron moldeando lo que se pudo ver y escuchar en esta presentación. Así que para plasmar todas esas largas horas y días de puesta en común, las canciones siguieron emanando desde el escenario de este teatro Villa de Molina, como “Luces amarillas”, “Soledad” (dedicada a la concejal de Cultura de esta población murciana), en la que apareció de nuevo el actor-mimo cuya cabeza era una caja o urna de plástico añadiendo una larga capa para plasmar la filosofía de esta letra. El público ya había conectado totalmente con el espectáculo y antes del acústico, ZEQUI interpretó “No sabes pedir perdón”. Tras ella, el músico nos invitó a escuchar la alocución del director de la Compañía Teatral La Mosca, Joaquín García Box, quien indicó que esto era el resultado del amor que ambos se profesan desde siempre; de las muchas horas y días de hablar directamente, no por el WhastApp; de dejar constancia sobre reivindicar el intrusismo, en referencia al título de este nuevo disco del cantante y compositor de Molina. En suma, resumió García Box, de no tener miedo a experimentar y avanzar con decisión.
Y llegó el momento acústico del concierto, con la presencia en el escenario de la cantante PATRI, Patricia Riquelme, de la que ZEQUI indicó es un valor de futuro y de presente. Y comenzó el desfile de piezas más sosegadas como “Ya no”, con nuevo vídeo proyectado sobre el fondo del escenario, “Till I Fall, Till I Die”, de su primer EP “Down to earth” grabado en 2014 y que supuso una primera gira por España, en la que PATRI tuvo su momento estelar. Los aplausos no cesaban y el ambiente se transformó en íntimo. En esa atmósfera, dedicó a su madre “Remember” y acabó este momento especial con “Una vida de alquiler” en la que, de nuevo, el actor-mimo representó a las muchas personas que nos encontramos en las calles de pueblos y ciudades desahuciadas y malviviendo, convirtiéndose en otra cristalina denuncia de ZEQUI hacia los inhumanos desahucios y peores condiciones en que quedan los afectados que ya son legión.
De nuevo, el potencial rockero de una banda que sonaba compacta e integrada por Jules Balibrea, guitarra solista y dobro; Juan Alarcón, guitarra y mandolina; Sergio Bernal, batería y percusión; y el bajista y contrabajista, Sergio Valcárcel, que es además el director musical. Las notas de “49 huesos” sonaron con fuerza en el escenario del teatro Villa, cuyo público regresó al ZEQUI más rockero y canalla (dicho con todo el cariño) que sabe cómo mover al respetable. Tras esta pieza, la que ha hecho de promoción durante las semanas previas a esta presentación de “Intrusos”: “Aléjate de mí”. Con la proyección de un vídeo grabado en el hospital de Molina de Segura, ZEQUI aborda un muy serio problema sobre el que la sociedad parecemos no querer saber nada: La ludopatía. Una adicción enfermiza, que ha introducido verdaderas balas de cañón en muchas familias y sobre la que, destacó el cantante, “debemos visualizarla y ponerle remedios urgentes”.
El respetable mostró su adhesión a esta denuncia y su rendida admiración musical a ZEQUI y su banda que, enfilando ya la recta final, continuó con “41 shots” y culminar con “Entre las cuerdas”, con una nueva aparición en la escena del actor-mimo, que con una maleta en una mano intentaba ir recogiendo una extensa y gruesa maroma con la otra. Final culminante, tras el que ZEQUI y la banda saludaban y dejaban el escenario desierto mientras el público, puesto en pie, demandaba más música. No se hicieron de esperar. Dos bises, “”On the train“ y ”Old time of rock’n’roll“ (una versión ZEQUI del viejo ”C’est la vie“, de Chuck Berry), con participación en escena de toda la Compañía Teatral La Mosca, colocaban el broche de oro a este concierto-presentación del último trabajo musical del cantante y compositor ZEQUI y su banda.
Buen ambiente y un regusto de satisfacción grande era lo que los rostros de cada una de las personas asistentes reflejaban a la salida. En definitiva, una excelente representación músico-teatral que fue muy bien acogida por los asistentes y que abre nuevos caminos interesantes y que nos enganchan, para un muy serio artista de esta tierra murciana llamado ZEQUI.
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