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Más se perdió en La Bastida: ¿que sucede con los fondos para el yacimiento?

Sepultura argárica en urna (La Bastida, tumba 21)

Santiago Cabrera Catanesi

“El yacimiento de La Bastida ha sido uno de los primeros en ser reconocido internacionalmente por su importancia” cuenta Rafael Micó, subdirector del proyecto de La Bastida y profesor catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). “Este lugar data de inicios de la Edad de Bronce, y su excavación pone en valor el incremento de conocimiento y la difusión de uno de los yacimientos más importantes de Europa”. Desde 2013, la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de Murcia ha dejado de aportar fondos al proyecto.

Las excavaciones en La Bastida se cofinancian con tres jugadores: la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Consejería de Cultura de la Región de Murcia (concretamente su organismo interno, la dirección General de Bienes Culturales), y el Ayuntamiento de Totana, dónde se encuentra el yacimiento.

Todo comienza a finales de 2008. Por ese entonces, estos tres organismos se ponen de acuerdo para nutrir de fondos esta empresa. Con respecto a las aportaciones, Micó comenta que “cada uno ponía lo que podía, dentro de sus limitaciones”. De esta forma, mientras la UAB y la Consejería de Cultura se encargan, principalmente, de financiar monetariamente las excavaciones del yacimiento, Totana aporta en especie. “El Ayuntamiento corre con los gastos de luz y agua y vigilancia”, indica el catedrático. En estos laboratorios se tienen en depósito todos los descubrimientos y hallazgos que se van haciendo: allí se limpian, se lavan, se remontan y se estudian.

El yacimiento estaba en una situación de abandono a principios de los 2000. Si bien su potencial científico y cultural era conocido, ya que había habido excavaciones arqueológicas desde hace 150 años, “las excavaciones habían parado”, comenta el subdirector del proyecto.

En 2008 se pone en marcha el proyecto de investigación de La Bastida. En 2012 se descubre un sistema de fortificación “único” en la Europa continental, “un hallazgo por el que el yacimiento salta a la fama y empiezan a llamarla la Troya de Occidente”, indica Micó. Al año siguiente, se consolida una de las líneas de muralla, “cuando se descubren restos de edificaciones, se realiza la práctica de consolidación con el fin de que se conserven, ya que al desenterrarlos, pueden verse afectados por la erosión de la lluvia, el viento…” comenta el catedrático.

Comienza “la travesía del desierto”

La colaboración entre la Consejería de Cultura, Ayuntamiento de Totana y la UAB sigue en marcha hasta 2014, año en que la primera deja de aportar fondos al proyecto. Esta sequía de colaboración continúa de forma ininterrumpida hasta 2017. En este tiempo, el Ayuntamiento de Totana continúa aportando sus instalaciones municipales que cumplen la función de laboratorio.

Dada la nula aportación de fondos por parte de la Consejería, los miembros de la UAB comienzan a llamar esta fase “la travesía del desierto”. Mientras tanto, indica el subdirector del yacimiento, “la institución pública catalana ha mantenido en exclusiva a la gente que ha seguido trabajando en esas instalaciones”.

Paralelamente a La Bastida, la UAB ha estado en Murcia excavando otro yacimiento de la misma época: La Almoloya. “Este lugar es considerado el primer Parlamento Europeo. Se compone de una especie de palacio con una sala de audiencias, una tumba riquísima con dos gobernantes forrados de plata y oro , y mucho más”, indica Micó.

Los hallazgos de esta excavación permiten firmar un convenio con un patrocinador privado, El Pozo (Grupo Fuertes), con el que se cofiancian las investigaciones en La Almoloya. El catedrático indica que los hallazgos que hacían allí se llevaban “temporalmente” a Totana, para hacer trabajos de limpieza, y que fue por este descubrimiento que se quedaron en Murcia.

En estos cuatro años desde la Autonómica de Barcelona no han dejado de solicitar ayuda a la Consejería de Cultura. “Lo más urgente para nosotros era consolidar la segunda línea de la muralla descubierta, porque está al lado de un barranco, una gota fría como las que caen en Murcia podía ser un desastre”, critica Rafel Micó.

Desde 2013, han hablado con tres consejeros de cultura distintos: Pedro Antonio Sánchez (2013-2015) Noelia Arroyo (2015-2017) y el actual, Javier Celdrán, además de sus respectivos directores generales de bienes culturales. “Por su parte, siempre ha habido buenas palabras. Nos aseguraban una asignación presupuestaria, pero nada se materializaba”, sentencia el catedrático de la UAB.

Ante la falta de financiación, la Autónoma de Barcelona mantiene las investigaciones en La Bastida con recursos de otros proyectos que había ganado el equipo: Proyectos de I + D del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (Mineco), un convenio con la Fundación Volkswagen (Alemania), y con financiación de proyectos europeos vía la consejería murciana de agricultura y la sociedad para el desarrollo rural integral que gestionan los fondo europeos.

Con esta última financiación, la institución catalana consigue que se edite un libro con toda la información perdida de los arqueólogos que excavaron La Bastida antes de su llegada. También se hace una guía arqueológica para promocionar el yacimiento. “Además, hemos contribuido, tanto directa como indirectamente, a que a que se creara la web Ruta Argárica”, indica el subdirector. En esta página se puede encontrar variada información sobre los diferentes yacimientos que se encuentran en la Región, y la historia que hay detrás de ellos.

En este sentido, Rafael Micó defiende que desde la UAB no están “con un vaso en la mano pidiendo presupuesto frente a Consejería de Cultura. Siempre co-financiamos nuestros proyectos. Y a veces enteros”.

Con respecto al Ayuntamiento de Totana, la Universidad Autonómica de Barcelona se comunica con Juan José Cánovas, encargado de llevar la concejalía de yacimientos arqueológicos, y exalcalde por IU. “Con ellos hemos tenido muchas reuniones, conversaciones. Ellos saben que si no hay un gesto por su parte y de la consejería, no es que queramos, pero nos veremos obligados a abandonar La Bastida”.

Llega la financiación

A comienzos de 2017, la Asamblea Regional fija en los presupuestos 60.000 euros destinados al Yacimiento de La Bastida Totana. “El destino de este dinero era el acometer la segunda consolidación, que se sumaría a lo aportado por la Autonómica de Barcelona”, señala el catedrático. La sorpresa de la UAB viene cuando ese dinero no se ejecuta por la Consejería mediante un convenio con ellos, como venía haciendo debido a sus “competencias exclusivas en Patrimonio”, si no que se le da ese dinero al Ayuntamiento de Totana.

Esta institución, por trámite de emergencias y de manera directa, adjudica la obra a una entidad diferente Restauralia Cartago, una empresa dedicada a la conservación del Patrimonio Histórico-Artístico. “Esta empresa parece ser muy solvente en restauración de iglesias barrocas, pero al lado de una muralla prehistórica se parecen lo mismo un huevo a una castaña”, critica Micó.

“Desde Totana se extrañaron de la asignación” comenta el catedrático, que al enterarse de que se destinan los fondos a otra entidad, habla con dicho Ayuntamiento. Por otra parte, y pese a que desde la Comunidad les habían asegurado “oralmente” que les darían los fondos a la UAB para practicar la segunda consolidación, el subdirector comenta que desde Totana les “aseguran que se les dio una lista de empresas entre las que elegir para asignar la financiación, y que en ella no figuraba la Universidad Autónoma de Barcelona”.

Desde la UAB defienden que el convenio de cooperación entre organismos públicos, es la figura más “ventajosa” para acometer el proyecto. “Este tipo de colaboración, recogida por la ley” comenta Micó “nos haría ahorrar y sumar recursos, además de permitir trabajar a las personas más aptas para el proyecto”.

Por qué el dinero no fue para la Autónoma de Barcelona

Miguel San Nicolás del Toro, jefe de servicio del Patrimonio Histórico comenta que el parón de financiación se debe a “una crisis dónde se paralizan los fondos en todas las excavaciones en la Región de Murcia, y prácticamente en toda España. A partir de ahí se decide que si hay unos pocos recursos se destinarán a conservar lo que hay”.

Con respecto a la lista de empresas que menciona Rafael Micó, el jefe de servicio indica que “fue una cosa perfectamente reglada”. En este sentido, Miguel San Nicolás del Toro cuenta que Totana se interesó por la conservación del yacimiento y en su conservación.

El jefe de servicio comenta que fue por eso que, a instancia del Ayuntamiento de Totana, el Director General de Bienes Culturales, Juan Antonio Lorca Sánchez, ordena la intervención de emergencia,“un procedimiento por el que hay que acometer unas medidas inmediatas”. Para ello, se le da el dinero al Ayuntamiento de Totana, “que es el propietario responsable de la conservación”, indica Miguel San Nicolás Del Toro.

En este punto, desde patrimonio señalan que el Ayuntamiento solicita ayuda a la Consejería para elegir una posible empresa que se encargue de llevar el proyecto, “nosotros le dimos varias opciones, a título orientativo, de empresas, sin menoscabo de que se buscaran otras. A partir de ahí, nosotros no tenemos nada que hacer, ya que es una relación entre el Ayuntamiento con las empresas” señala el jefe de servicios. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con Juan José Cánovas, encargado de la concejalía de yacimientos arqueológicos de Totana, con el fin de contrastar la información relativa a la lista de empresas, sin éxito.

Asimismo, Miguel San Nicolás comenta que en breve terminarán las obras de Restauralia Cartago en el yacimiento, “hoy viernes hemos enviado un Técnico Arquitecto desde la Comunidad que es el que se encarga de supervisar las obras junto a la empresa”.

En relación a por qué no se barajó la UAB como opción de institución para la reforma, el jefe de servicio de patrimonio indica que “un proyecto de esa magnitud precisaba de una empresa con la clasificación K-7, que corresponde a ‘Restauración de bienes inmuebles Histórico-Artísticos’”. Por otra parte, si bien la universidad catalana había hecho la primera línea de consolidación, Miguel San Nicolás señala que lo que ahora se debe hacer es “restauración, ya que el problema es estructural, derivado de posibles deslizamientos, que es lo que ha llevado a que sean arquitectos los que tengan que hacerlo”.

Además, desde el servicio de patrimonio aseguran que en próximas fechas se anunciarán una serie de subvenciones por parte de la Consejería de Cultura para todos los yacimientos de la Región, “previa presentación de proyecto de investigación”. Con relación a La Bastida, comentan que la financiación irá dirigida a los proyectos, “si una iniciativa en este yacimiento es avalada por la Universidad Autónoma de Barcelona, u otro organismo, nos parecerá bien. Desde la UAB hay profesionales que trabajan bien”.

Desde la Universidad Autonómica de Barcelona les soprende que habiendo sido ellos los investigadores que consolidaron la primera muralla se les excluya. “¿No estarán queriendo decir que nos vayamos?”, critica el catedrático Micó. A pesar de ello, la institución pública catalana señala que no quieren irse, “estamos comprometidos con el patrimonio de Murcia, su conocimiento, conservación y promoción. Somos una entidad pública sin ánimo de lucro, y con proyección para la investigación, la educación y la difusión”.

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