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“El público no es tonto, es el que construye la cultura”

Joaquín Lisón, director del festival DeCorrido

Pedro Serrano Solana

Murcia —

La tercera edición de un festival puede entenderse como la de la confirmación, la de que la idea fue buena y la cosa iba en serio. DeCorrido -Festival de Agitación Escénica- eclosiona por tercera vez en Murcia y se hace un hueco cada vez más grande en la actividad cultural de la ciudad durante el mes de octubre. En esta nueva cita no sólo cuenta con los -ya tradicionales, por ser la tercera vez- maratones de espectáculos, sino que además incorpora talleres de formación, conferencias y otras actividades. La criatura crece y sobre ello hablamos con el director de DeCorrido, Joaquín Lisón.

Tres en una: ¿Cuándo, cómo y por qué surge DeCorrido?

El festival nació en 2013. Lo pusimos en marcha los espacios independientes dedicados a la cultura y el arte, en los que además, todos contamos con un pequeño espacio escénico. Entre esos espacios y un equipo de profesionales creamos DeCorrido, un festival que surgió en plena crisis, que es hijo de la crisis... Y no sé si seguimos o no en crisis, pero nuestra intención antes y ahora es que DeCorrido sea un escaparate de los trabajos invisibles en las artes escénicas. Queremos dar visibilidad a esos trabajos que no están en los circuitos comerciales.

¿A los que están fuera de eso que llaman “industria cultural”?

Sí, porque aunque potencialmente forman parte de esa industria cultural, por el hecho de ser arriesgados, innovadores o experimentales, no están pudiendo mostrarse. En ello nos centramos, en que sigan vivos todos esos trabajos que no dependen de lo comercial. Es el arte libre, casi diría que 'artesano'.

Siendo DeCorrido un festival 'hijo de la crisis', si en algún momento esa crisis acabara, ¿conservaría los principios que lo inspiraron?

Es que realmente, este tipo de manifestaciones artísticas siempre han estado en crisis. DeCorrido nació en un momento concreto, pero las artes escénicas siempre han estado igual.

En el aspecto económico, ¿cuentan con alguna subvención o algún respaldo público? ¿Cómo se financia DeCorrido?

Tenemos ayudas muy pequeñas, ni destacables. Las instituciones escénicas figuran alrededor, sus logos aparecen en los carteles pero no se trata de aportaciones muy importantes. DeCorrido se financia con la aportación de los profesionales y de los propios artistas, que vienen a cambio de nada. Es un festival sostenido por la autogestión, la colaboración, la fe en lo que hacemos. Nuestro presupuesto es ridículo para las 39 obras que manejamos... No pagamos caché. Por eso consideramos que todos, incluido el público, somos productores del festival. Lo que nos dan las instituciones y los pocos ahorros que podamos tener son para pagar los gastos de desplazamiento de los artistas, los 'bocatas'... Los alojamos en casas de otros artistas.

Parece que la forma de sostener el festival casa en esencia con el tipo de arte al que se quiere dar visibilidad, pero necesitarán más para crecer.

Queremos crecer. Nuestro trabajo esta enfocado a profesionalizar DeCorrido y pagar a los técnicos y a los artistas... Se trata del sector más desprotegido de las artes escénicas, incluyendo las 'performances'. Nuestra intención es que DeCorrido crezca.

En las dos ediciones pasadas la respuesta del público ha sido buena, ¿verdad?

Sí, la respuesta del público es bastante buena. La demanda del público es tan alta como la de los grupos de toda España que quieren venir y participar. Hay necesidad de oir nuevas voces, otras voces, voces más auténticas... ¿Cómo lo expresaría? Diría que hay necesidad de lo auténtico, no de lo prefabricado. El público no es tonto, es el que construye la cultura. La gente está ya cansada y tiene necesidad de saltarse las convenciones.

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