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Los sanitarios de Cieza, Abarán y Blanca se rebelan ante la “insuficiente” gestión de la pandemia por la gerencia de su área de salud

Hospital de la Vega Lorenzo Guirao, de Cieza

Erena Calvo

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Toda la Junta de Personal del Área IX del Servicio Murciano de Salud (SMS) ha puesto el grito en el cielo y en un escrito del pasado 22 de abril dejan constancia negro sobre blanco de lo que consideran ha sido un error tras otro en la gestión de la pandemia en sus centros sanitarios. Lo hacen en un documento al que ha tenido acceso eldiario.es Región de Murcia, que está firmado por todos los sindicatos (CCOO, CEMS, UGT, SATSE, SPS) y dirigido al director gerente del Servicio Murciano de Salud (SMS), Asensio López, y al consejero de Salud, Manuel Villegas. Cieza, Abarán y Blanca son los tres municipios que conforman esta área sanitaria, que comprende un total de 54.492 habitantes.

El gerente del área, según fuentes del SMS, ya respondió a las preguntas de la Junta de Personal y “se abordaron todos estos asuntos en dicha junta, en la que se ofreció todo tipo de información precisada”.

En el escrito, los trabajadores dejan claro que antes ya del estado de alarma, el Comité de Salud y Seguridad Laboral había informado a la gerencia del Área IX de su obligación de garantizar la salud y seguridad de sus trabajadores frente a la pandemia, “proporcionando la protección adecuada y siendo advertidos de que debían intensificar las medidas preventivas”.

La Junta de Personal afea a la gerencia del Hospital De la Vega Lorenzo Guirao que se reuniese para organizar cómo atender a los pacientes de la COVID-19 sin tener en cuenta a los sanitarios que estarían en primera línea, a los que no se hizo partícipes de los protocolos hasta dos días después. El primer caso de coronavirus que llegó al hospital, además, fue el 14 de abril: “Sin disponer de equipos de protección ni haberse preparado la unidad, los circuitos de traslado, limpieza o desinfección; con una actuación grave y negligente de la gerencia”.

Los contagiados se concentraron en la UH2D (Unidad Socio-Sanitaria). En el escrito se denuncia que según declaró el director gerente “la unidad era la más adecuada e idónea por su cercanía con el servicio de urgencias; pero es todo lo contrario, la más alejada”. De hecho, según continúan, el director de Enfermería expuso en una reunión el 20 de abril con el personal de la UH2D que se había escogido precisamente “esa ubicación por recomendaciones técnicas por su lejanía del resto de servicios del hospital”.

Respecto al uso de los EPI los califican de “insuficientes” e “inadecuados” en todos los centros sanitarios del Área de salud: “A Atención Primaria no han llegado y se trabaja actualmente -sobre todo- con donaciones de pacientes”. La Junta de Personal lamenta que los EPI se hayan tenido que reutilizar, hasta cinco veces en algunas ocasiones, “a pesar de no garantizar la seguridad” mientras atendían a pacientes sospechosos y positivos, como ya denunciaron a través de este periódico el pasado 14 de abril enfermeros del Hospital.

Unos hechos, aseguran, reconocidos por el director de Enfermería y que -según el escrito de denuncia- contaban con el consentimiento de la dirección gerencia a pesar de estar desaconsejado en el protocolo de Riesgos Laborales.

Los primeros días, continúan, en la Unidad COVID del Servicio de Urgencias se vieron obligados a utilizar el mismo EPI durante todo el turno de trabajo, “retirándoselo para ir al baño o a comer y volviéndose a colocar el mismo ante el peligro que esto conlleva y en contra de todas las recomendaciones de los protocolos oficiales”.

Fuentes del SMS aseguran a este periódico, sin embargo, que siempre se han facilitado los EPI necesarios a los profesionales del Área para ejercer su trabajo con seguridad “y recomendados por el servicio de prevención de riesgos laborales del SMS en sus protocolos, basados también en los que recomiendan el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud”.

Asimismo, según las mismas fuentes, desde el SMS y desde el Área IX se ha priorizado la protección de los trabajadores de la salud, “extremando las medidas para evitar los contagios entre el personal sanitario, que supone la primera barrera de contención contra la enfermedad y representan un papel crucial en esta pandemia”.

Pero la Junta de Personal insiste en que desde la gerencia “se niegan a dar el número exacto de existencias diarias a la Junta de Personal”. A pesar de que han solicitado el recuento “insistentemente”, así como que se destinase un personal específico para el contaje y clasificación de este material para registrar “rigurosamente” las entradas y salidas, modelo y marca de todo lo que se entregaba. 

En otras áreas de salud, señalaban el 22 de abril, “la Juntas de Personal participan activamente, convocadas por sus gerencias, en los grupos de trabajo COVID-19 y los  Comités de Seguridad y Salud Laboral”.

Las mascarillas FFP2, dicen, se tuvieron que reutilizar durante varios días y se estuvieron utilizando batas confeccionadas por donaciones y esterilizadas por el hospital, sin la comprobación ni certificación correspondiente.

EPI guardados y personal desprotegido

La Junta de Personal va más allá y asegura que está probado, tras una declaración por parte del director de Enfermería ante la mayoría del personal de la Unidad COVID-19/ Socio-Sanitaria, “que el Hospital disponía de EPI guardados, entre

ellos 100 batas impermeables, mientras que el personal exponía su salud y su vida con equipos protectores que habían perdido toda su efectividad tras varias reutilizaciones“.

Califican de “temeraria” la actitud de la gerencia al afirmar “que la transmisión de este virus era principalmente por contacto y solo por pacientes sintomáticos, y que solo con una mascarilla adecuada bastaba para estar protegido”.

No se dejan fuera en sus denuncias tampoco a los celadores, que se han visto obligados -aseguran- a movilizar a pacientes positivos sin EPI adecuados, “lo cual les obligó a hacer aislamiento domiciliario por estas imprudentes y desacertadas órdenes”.

Critican además que no se quiso reforzar el Servicio de Prevención y Riesgos Laborales, con lo cual el seguimiento de casos que han podido hacer ha sido insuficiente “debido a la falta de previsión por parte de la gerencia”. 

Incluso, tuvieron que ser los trabajadores expuestos a casos sospechosos los que solicitaron a iniciativa propia ese seguimiento.  

El personal del hospital (no limpiadores/as) que presta asistencia en unidades COVID-19 ha estado realizando labores de limpieza y desinfección de espacios comunes y mobiliario ante el “deficiente” cumplimiento de los protocolos de limpieza del hospital. 

Por último, solicitan como autoridades competentes, que los test de detección se realicen a todos los profesionales del Área lX y se hagan extensibles a todos los trabajadores del Servicio Murciano de Salud.

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