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Los bares de Pamplona se preparan para la ola de San Fermín: “En dos horas vendo lo de un fin de semana”

Los camiones se amontonan en la calle San Nicolas

Andrés Toro / Mattin Izaguirre Eguiguren

Pamplona —

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En la antesala de los Sanfermines, los bares y restaurantes del Casco Viejo de Pamplona reciben sus pedidos de las bebidas y alimentos que planean vender a lo largo de las fiestas patronales. Desde primera hora de la mañana del viernes, a partir de la Plaza del Castillo y por toda la calle de San Nicolás se generan atascos debido a la gran cantidad de camiones provenientes de distintas distribuidoras, listos para ser descargados por los bares del centro de la ciudad, que para las fiestas multiplican sus provisiones.

El Ayuntamiento de Pamplona ha ampliado el horario de apertura de los locales de hostelería y las discotecas durante las fiestas. En concreto, los bares, cafeterías, restaurantes, bares especiales y cafés espectáculo podrán permanecer abiertos hasta las 6:00 horas entre los días 7 y 15 de julio, ambos inclusive. Por su parte, las discotecas y salas de fiesta podrán adelantar su horario de apertura a las 17:00 horas y contarán, además, con un horario ampliado de actividad, hasta las 7:30 horas. De este modo, los establecimientos tendrán la oportunidad de vender más productos, y en consecuencia deberán prepararse con una gran cantidad de suministro.

Refrescos, hielo y ginebra: los establecimientos se preparan

Desde el bar restaurante Baserriberri reconocen que este año, al caer el fin de semana, el arranque será intenso: “Nos tenemos que abastecer desde el sábado hasta el lunes porque el 6 y el 7 no hay reparto, y al Casco Viejo no pueden entrar los camiones esos días. Por eso alquilamos una bajera cerca del local, para guardar la bebida y comida suficiente para los tres días”.

En una semana, duplican el pedido habitual de todo un mes. La cerveza es la bebida estrella, y el hielo se convierte en un bien esencial. “Servi Hielo lo gestiona muy bien”, comentan. Para poder llevarlo todo, refuerzan con dos personas más: un bodeguero y un camarero de apoyo.

Por otra parte, el restaurante asador Katuzarra ya ha reforzado plantilla: “Ocho personas más para Sanfermines: cinco camareros y tres cocineros”, explican. “Los refrescos y bebidas no alcohólicas se disparan. Como estos se usan para todo tipo de público y también para combinados, tengo que tener seis o siete veces más de lo habitual”. Bebidas como Coca-cola, Kas naranja o tónica son de las bebidas que más se venden.

Aunque su carta no destaca por el alcohol el resto del año, todo cambia durante los nueve días de fiestas: “Si normalmente vendo cuatro botellas de ginebra en un fin de semana, en Sanfermines esas cuatro se venden en dos horas”.

Por otra parte, al hablar con una persona que alquila el bar El Marrano solo para las fiestas, nos explica su apuesta: litros y litros de alcohol. “Lo que más pedimos es ginebra y ron. Además, en total, preparamos unos 1.000 litros de cerveza para todos los Sanfermines”.

Uno de los repartidos entrando en un establecimiento hostelero

Logística especial para abastecer el local

Durante las fiestas, cada establecimiento o local puede llegar multiplicar por tres o cuatro veces su venta de bebidas alcohólicas y refrescos. Por cada bar o restaurante, en un día, se pueden llegar a descargar un camión completo, e incluso dos camiones para suplir la demanda. Por ejemplo, uno de los camiones que distribuyen cerveza de la marca Estrella Galicia puede llegar a repartir entre 500 y 1000 litros por cliente. El camión tiene una capacidad aproximada de unos 5000 litros, y llegan a repartir en un día entre 8 y 10 clientes, por lo cual necesitan hacer una recarga para terminar con el resto de locales. Otro camión de cerveza Keler puede cargar con 36 barriles de cerveza de 50 litros cada uno, alcanzando los 1800 litros de cerveza. Incluso, son necesarios, por lo menos, dos camiones más para cumplir con todos los pedidos.

En el caso de los distribuidores de refrescos no se reparten por barriles o cisternas sino por cajas donde vienen cada una de las botellas. “A cada local se le reparten entre 60 y 80 cajas de 24 unidades, cada una de las botellas de 237 mililitros”, explican los encargados de la descarga de un camión de productos Coca Cola. En cada camión tienen la capacidad de cuatro palés de 80 cajas, en consecuencia, transportan hasta 1820 litros.

También hay camiones dedicados únicamente al transporte de hielo. Algunos tienen una capacidad de cuatro palés en los cuales se pueden cargar 64 bolsas llenas de hielo. Cada una de ellas puede llegar a pesar diez kilos, resultando en unas 2,5 toneladas por cada vehículo.

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