A pesar del juego de mayorías en Pamplona, todo queda igual en la Mancomunidad
El curso político municipal en Pamplona ha arrancado este jueves con solo 25 de los 27 ediles tras la renuncia oficial a sus actas de concejal de Elma Saiz (PSN) e Itziar Gómez (Geroa Bai), ahora consejeras de María Chivite. Los grupos de la oposición -EH Bildu, PSN y Geroa Bai- registraron el pasado martes 27 de agosto una solicitud para convocar un pleno extraordinario y permitir que los dos nuevos concejales recogiesen sus actas antes del pleno de este jueves con el fin de restablecer el equilibrio de mayorías y minorías. Una petición que no ha sido atendida todavía por el alcalde Enrique Maya (Navarra Suma), quien tiene hasta el 17 de septiembre para convocar un pleno extraordinario. Eso sí, desde el ayuntamiento aseguran que “la decisión no está tomada todavía” aunque la “idea inicial era agotar los plazos”. De no acceder el alcalde, la normativa obliga a convocar un pleno extraordinario cinco días hábiles más tarde. En otras palabras, el 24 de septiembre -como tarde- se va a celebrar una sesión plenaria extraordinaria.
Sin embargo, la convocatoria de este pleno extraordinario ya no tiene tanta importancia por dos motivos. En primer lugar, lo que más preocupaba a la oposición era que se convocase la asamblea constitutiva de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) sin que estos grupos hubiesen recuperado esos dos votos. Una asamblea en la que se elegirá al nuevo presidente o presidenta de la entidad de entre los 54 miembros que componen la asamblea general: los 27 concejales del Ayuntamiento de Pamplona (13 de Na+,7 de EH Bildu, 5 del PSN y 2 de Geroa Bai) -que sin estos votos serían 25-, y otros 27 representantes del resto de consistorios de la comarca. Aquí también cobra relevancia el juego de sillas en la alcaldía de Huarte. Pero no solo Huarte. El concejal socialista de Barañáin, Roberto Andión, ha renunciado a su puesto en la asamblea y habrá que esperar hasta el próximo pleno de dicho ayuntamiento para conocer su sustituto. Una sesión plenaria que no tendrá lugar hasta el 26 de septiembre, el mismo día en que se celebra la asamblea de la Mancomunidad.
De acuerdo con la normativa, dicha asamblea debería haber tenido lugar en los tres meses posteriores a las elecciones del 26 de mayo. Es decir, el presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, Aritz Ayesa, de EH Bildu, debería haber convocado dicha asamblea antes del 26 de agosto. Este jueves se ha sabido que la fecha prevista para su celebración es el próximo 26 de septiembre. Así las cosas, la pelota vuelve al tejado de Navarra Suma, a quien no le ha servido de nada agotar los plazos ni denunciar que EH Bildu “se ha saltado la ley” al tardar tanto en convocar la asamblea.
Tanto Navarra Suma como EH Bildu van a disputarse la presidencia de la Mancomunidad. El primer grupo municipal cuenta con 22 votos, mientras que la coalición abertzale tiene 13. A estos asambleístas hay que sumar los integrantes independientes (8), los del PSN (7) y los de Geroa Bai (3). Aquí, la presidencia de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona puede dirimirse con muy pocos votos de diferencia. Este puesto es de gran relevancia en Navarra por la entidad que tiene el organismo. Está formado por 50 municipios y cuenta con algo más de 120 millones de euros de presupuesto para gestionar los residuos, entre otras tareas.
Por otra parte, también era importante garantizar en el pleno el equilibrio de mayorías y minorías salido de las urnas el pasado mayo porque sin estas dos concejalas, Navarra Suma tiene mayoría con 13 ediles de 25. Una vez celebrado el pleno de este jueves, donde no se han llevado temas relevantes a votación, esa mayoría carece de sentido porque ya no se van a votar decisiones hasta el próximo pleno de octubre, en el que los dos nuevos concejales recogerán sus actas restableciendo dicho equilibrio.