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“Hay muchos más casos como Miren de personas agobiadas por los bancos”

Una de las movilizaciones de condena de la muerte de Miren Peña / Foto: cedida.

Garikoitz Montañés

El caso de Miren Peña, la mujer de 43 años con una hija de 20 que el pasado 21 de marzo se suicidó tras recibir una carta del banco en la que, de entrada, se le negaba la refinanciación de su hipoteca por el llamado Código de Buenas Prácticas, ha puesto en evidencia el drama de la crisis. A este triste suceso siguieron críticas contra Caja Laboral y contra Faurecia Orkoien, empresa en la que había trabajado y de la que había sido despedida en 2013, y también movilizaciones contra un sistema, y especialmente unas entidades bancarias, en las que mandan las cifras y no las personas. Ahora, dos semanas después de lo ocurrido, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Ansoáin, el pueblo navarro en el que se crió Peña, hacen balance. Y advierten: “Miren ha sido víctima de un sistema capitalista inhumano, asqueroso, una situación que pasan muchas personas agobiadas por los bancos. Hay muchos más casos”.

Quien habla es Mikel Otazu, uno de los integrantes de la PAH y antiguo profesor de EGB de Miren en el colegio Ezkaba, también situado en Ansoáin. Él conoce de primera mano cómo esta situación afectó a esta desempleada y antigua afiliada del sindicato LAB en Faurecia (trabajó en montaje) que, ante todo, lo que quería era trabajar. Peña acudió a la PAH a finales de 2014, cuando se veía cerca de la exclusión (el siguiente paso era solicitar la Renta de Inclusión Social), e integrantes de la plataforma la acompañaron en sus reuniones con el banco. Miren, asegura Otazu, se veía sin posibilidades, con el agua al cuello y cerca de agotar el desempleo. Y de ahí que recoger en Correos la carta en la que Caja Laboral le comunicaba que no podía acogerse al Código de Buenas Prácticas (lo que habría reducido considerablemente el pago de las cuotas de su hipoteca) para refinanciar la deuda por su casa de Artica fue, según revive Otazu, el último no que aguantó.

Estos miembros de la PAH, eso sí, subrayan que no se había iniciado el proceso de desahucio porque Peña estaba al corriente de los pagos y que, el lunes siguiente, estaba previsto que continuaran con la negociación con el banco. Desde Caja Laboral se emitió precisamente un comunicado por este tema, insistiendo en que no se podía hablar de desahucio, pero sí confirmó que había respondido con una negativa a la posibilidad de acogerse al Código de Buenas Prácticas porque, según argumentó, “no cumplía los requisitos establecidos por dicha legislación”.

Desde la PAH de Ansoáin, una de las nueve activas en Navarra, creen, por contra, que sí había posibilidades (a pesar de que las entidades financieras sean “restrictivas” al aplicar el Código) y que la negociación con Caja Laboral acababa de arrancar. Desde la plataforma insisten, por tanto, en que Miren es una víctima de un sistema atroz, inhumano. En cualquier caso, hablan en general del modelo, a pesar de que lo sucedido también ha avivado las críticas contra Caja Laboral y Faurecia, donde, por ejemplo, ha habido un cruce de acusaciones entre UGT y LAB por cómo se resolvieron aquellos despidos en 2013.

Como Miren, aseguran, hay muchas personas agobiadas por los impagos, la falta de trabajo y la precariedad. Es ese círculo de la escasez al que hace referencia el investigador de la UPNA Miguel Laparra en el último informe sobre pobreza severa, y que cifra en 30.000 las personas afectadas por ella. Bernardo Mosquera, que también se moviliza habitualmente en los actos de la PAH de Ansoáin y lleva un año y medio en el paro, después de trabajar como operario y sin una especialidad concreta, con dos hijos y una hipoteca que afrontar, pone voz a este tipo de situaciones: “Es jodido. Cuando pides un crédito, una entidad financiera te pone la alfombra roja, pero en el momento en que no puedes pagar, pasas a ser el enemigo. Yo, gracias a la movilización con la PAH y por mi forma de ser, lo puedo aguantar, pero mi esposa no. Tiene insomnio, una úlcera y pánico a salir a la calle. Siente como si hubiera matado a alguien”.

290 familias al año pierden su vivienda, según la PAH

Tras la muerte de Miren Peña, la PAH ha retomado las conversaciones con Caja Laboral para modificar el protocolo de actuación de la entidad ante la refinanciación de la deuda. Quieren que estas comunicaciones se hagan por escrito pero en persona, y que haya un tratamiento más uniforme de los casos, para que estos no dependan de la persona al otro lado de la mesa de cada entidad.

Las Plataformas de Afectados por la Hipoteca ya estimaron que, en la actualidad, cada año pierden su vivienda habitual unas 290 familias. Las historias dramáticas se producen cada día; así, la PAH de Ansoáin va a iniciar ahora una movilización para denunciar, por ejemplo, el caso de una mujer de Huarte que ejerció de avalista de la, entonces, cuñada (ahora excuñada) de su hija. La afectada, que cobra una pensión de 470 euros, vive agobiada por la posibilidad de que ese ingreso sea embargado. Fuentes de Caja Rural de Navarra, la entidad de este caso, responden que se está hablando con la PAH, que no se adoptarán medidas “unilaterales” y que cualquier tipo de actuación contra la avalista está “en suspenso”, a la espera de que se resuelva la reclamación al titular de esa deuda.

Como este, hay más relatos. Pero desde la Plataforma advierten a las personas afectadas de que, a pesar de que no vean salida, “hay recursos” y colectivos a los que acudir. Y, como insiste Otazu, cada caso es un mundo, pero también confían en que, a través de la movilización, de la denuncia, se pueden lograr avances.

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