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ENTREVISTA Expresidenta de Navarra y portavoz de Geroa Bai en el Parlamento foral

Uxue Barkos: “¿Descartar ser presidenta de Navarra de nuevo? ¿Por qué vamos a decir eso en estos momentos?”

La portavoz de Geroa Bai en el Parlamento de Navarra, Uxue Barkos.

Rodrigo Saiz / Iker Rioja Andueza

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Uxue Barkos (Pamplona, 1964) es la del medio en una sucesión de tres mujeres en la presidencia de Navarra, algo muy poco común en el entorno. Conoce bien la política española por sus años como diputada y, antes, como corresponsal de ETB en Madrid. De hecho, en su oratoria ordenada se percibe aún su tono de presentadora del Teleberri. También sigue muy metida en la política de Navarra. A diferencia de otros expresidentes de aquí y de allá, al salir del cargo ella se ha mantenido en la primera línea en el Parlamento foral. No lidera la oposición, porque su coalición Geroa Bai apoya a la presidenta María Chivite al igual que Podemos, pero sí es la guardiana de los hitos de la legislatura 2015-2019, su única al frente de la comunidad foral, y de los puntos críticos del acuerdo de la actual, como la presencia del euskara y la defensa del “autogobierno” frente a “cesiones” del PSN al PSOE. Aunque ya tiene su cuadro en la galería presidencial del palacio que es sede del Ejecutivo, no descarta volver a liderar Geroa Bai en las elecciones de 2023. Y considera una “tomadura de pelo” que en medio de una pandemia y con problemas estructurales de Estado como la financiación de las pensiones la derecha española pugne con Sánchez por cuestiones como los indultos o, a nivel más local, con una supuesta expulsión de la Guardia Civil de Navarra. La entrevista, larga y pausada, tiene lugar en el Parlamento de Navarra.

No es habitual que una expresidenta continúe en primera línea política una vez acabado el mandato.

Aquello que no es habitual no necesariamente deja de tener sentido y valor en función del momento. Si mi formación y la gestión que me correspondió al frente del Gobierno de Navarra hubiera sufrido un castigo en las urnas, lo habría leído claramente. Pero no fue el caso, todo lo contrario. Geroa Bai, en las elecciones de 2019 y después de cuatro años de un Gobierno nada fácil, vio incrementado el apoyo de la ciudadanía navarra en un 12%. Desde luego, no es habitual negociar en calidad de expresidenta un Gobierno y una nueva presidencia, pero fue una experiencia que respondía al compromiso de los votantes de Geroa Bai.

¿Se puede interpretar como una señal de que Uxue Barkos va a ser la candidata de Geroa Bai en 2023?

Todavía estamos en el ecuador de la legislatura. Quedan dos años para las elecciones y será una decisión que tomaremos en su momento en el seno de Geroa Bai.

¿Se ve de nuevo en la presidencia?

No es una cuestión de voluntad. Es una decisión que corresponde al conjunto de la ciudadanía. Si la pregunta es si estoy con fuerza y con ganas de seguir trabajando en este proyecto, sí, por supuesto.

Entonces, no les dice a los navarros que Uxue Barkos descarta volver a ser presidenta.

¿Por qué vamos a decir eso en estos momentos? En estos momentos no toca. Lo que toca es consolidar una manera de construir futuro para esta comunidad y para sus personas.

¿Qué valor tiene que en una comunidad como Navarra se hayan sucedido tres mujeres al frente del Gobierno?

Es cierto que Navarra siempre tiene esa imagen de ser una sociedad más cerrada, y todo lo contrario. El hecho de que tres mujeres de manera consecutiva hayamos tenido el honor y las responsabilidad de presidir esta comunidad habla de un territorio en el que la convivencia y el papel de la mujer es asumido con responsabilidad, convicción, fuerza y pelea por parte de las mujeres.

Hace casi un año anunciaba la creación de Geroa Socialverdes como partido dentro de Geroa Bai. Ello no gustó mucho en el PNV por la utilización del nombre de la coalición. ¿Cómo está la salud de la coalición?

Rotundamente fuerte. Claro que hay diferencias en el seno de las coaliciones electorales, pero creo que se ha despejado perfectamente cualquier duda que pudiera generar. Yo creo que el malestar surgió de las dudas que pudo generar la apuesta que Geroa Socialverdes hiciéramos por la coalición Geroa Bai, pero ya quedaron completamente despejadas. Geroa Bai sigue siendo absolutamente necesaria. Hoy sería impensable un Gobierno como el que tenemos en Navarra de no existir una fuerza como la nuestra.

¿Tendrían espacio político por separado Socialverdes y PNV en Navarra?

Siempre existe ese espacio político, pero no creo que fuera una apuesta que respondiera con rigor y responsabilidad a lo que la sociedad nos lleva diciendo desde el año 2011.

Eusko Alkartasuna vive una profunda crisis interna con dos sectores enfrentados. ¿Cree que el sector crítico encajaría mejor en Geroa Bai que en EH Bildu?

Siempre he sido enormemente respetuosa con las circunstancias que vive una formación política ajena a mi propio entorno político. Podemos compartir muchas cosas con EA, pero es ajena. Por ello, no voy a hablar de su situación interna...

Resulta irónico pensar que los ciudadanos que hablan euskera en Navarra discriminan a los que no lo hablan

¿Pero le gustaría que EA pudiese reforzar Geroa Bai?

... Y mucho menos hacer apelaciones en ese sentido. Navarra es un territorio en el que nos conocemos todos. No hace ni tan siquiera falta responder.

¿Qué valoración hace de estos dos primeros años de legislatura?

La misma noche electoral vi muy claro que este Gobierno tenía que estar presidido por el Partido Socialista y que Geroa Bai y yo misma debíamos hacer el esfuerzo por conseguir un Gobierno que rompiera momentos frustrantes en la política más reciente de esta comunidad como el ‘agostazo’ de 2007 [cuando el PSN a última hora decidió no pactar con los vasquistas y permitió a la derecha foral que siguiera en el poder]. Dos años después es un Gobierno que sigue funcionando, que tiene futuro. Pero sin Geroa Bai existirían riesgos en cesión de cuotas de autogobierno. Por suerte, no se producen y, en ese sentido, estamos satisfechos.

¿Teme que pueda tener un coste para Geroa Bai de cara al futuro el hecho de no tener el papel protagonista dentro del Gobierno?

Ése es el temor siempre de cualquier formación política cuando asume un trabajo de coalición en el que las principales instituciones, en este caso el Gobierno de Navarra, tienen otra representación. Pero no se trata de buscar los protagonismos que no nos corresponden. La presidencia del Gobierno de Navarra en estos momentos es del Partido Socialista y el papel de Geroa Bai en el Gobierno tiene un mandato claro, la defensa del autogobierno frente a otros mandatos de partido que sí puede sufrir el PSN.

¿Cómo está la relación con el PSN? Ha denunciado varios incumplimientos del acuerdo programático.

Sí, y lo seguiremos haciendo cuando se den esos incumplimientos. Es el mandato que tenemos del conjunto de la ciudadanía.

¿Las mayores discrepancias están en lo relativo al euskera?

Esas son las que el PSN intenta subrayar. Son importantes, pero no por el euskera, que también, sino porque nos preocupa profundamente que por miedos electorales se someta el interés general a un interés particular. Geroa Bai nunca ha planteado discriminar a ningún ciudadano en Navarra por razón de lengua, pero resulta irónico pensar que los ciudadanos que hablan euskera en Navarra discriminan a los que no lo hablan. Queremos que el euskera como mérito para un traslado o una oposición pueda contar tanto como cualquier lengua extranjera porque es una lengua propia. El PSN, en esta materia, es rehén de sus propias políticas de tiempos pasados y ahora no es capaz de dar el salto.

Si no es en el euskera, ¿dónde están las mayores discrepancias?

Nos han preocupado desde el principio las inercias a las imposiciones en determinadas materias de intereses que no se corresponden con los de la comunidad. Por ejemplo, la gestión de la pandemia en determinados ámbitos. En general, estamos satisfechos con el trabajo que se ha hecho, pero capítulos como la Interterritorial que tuvo tristemente como sede Navarra en la que se anunciaron medidas que no contaban con el consenso de las comunidades, no nos han gustado nada. El Gobierno de Navarra tiene que estar para defender nuestras necesidades, nuestras oportunidades y nuestra estrategia por encima de una estrategia general que no siempre se corresponde con nuestras propias circunstancias.

Menciona que ha habido diferencias con el PSN en algunos capítulos de la desescalada. ¿Comparte la postura de Javier Esparza y UPN de que Chivite hace seguidismo del Gobierno de Sánchez?

No voy a compartir de ninguna manera con Javier Esparza una defensa del autogobierno porque el lunes lo hace en esta Cámara y el domingo se va a Colón a decir no sé qué cosas. No hace falta que nos lo digan Javier Esparza y UPN. Desde el primer momento trasladé, tanto personalmente con Chivite como en público en el Parlamento, mi disconformidad en algunas materias de la gestión de la pandemia. Y hemos sido enormemente severos en reclamar de la presidenta y del PSN la defensa del interés general de Navarra frente a tentaciones propias que pudieran llevar a corrientes propias de un partido.

¿Geroa Bai, como socio de Gobierno, ha tenido poder de decisión en las medidas para frenar la pandemia?

No. Pero Geroa Bai siempre ha aportado reflexiones y ha podido influir.

Del 0 al 10, ¿qué nota le pone a la presidencia de María Chivite?

No me parecería justo poner una nota. La situación de pandemia que hemos vivido en este año y medio no permite hacer una lectura real de la gestión que se ha hecho. La gestión que le ha correspondido a María Chivite no es la de un gobierno al uso.

¿Diría que Iñigo Urkullu es mejor lehendakari que María Chivite?

No. Es incomparable. Son dos comunidades. Conocen mi posición política, creo que tienen una historia común. Pero hay dos administraciones diferentes con rasgos muy similares en algunos aspectos y tan diferentes en otros. El lehendakari Urkullu, no lo digo yo, sino el conjunto de la ciudadanía vasca, es un buen lehendakari, y la presidenta Chivite está asumiendo en estos momentos la responsabilidad que le han dado los votos.

En el Parlamento vasco ya se planteó una reforma del estatus político vasco. ¿Cómo se plantean desde la óptica de Geroa Bai las posibles nuevas relaciones entre ambas comunidades?

Durante 20 años de gobiernos de UPN y PSN se negaron realidades y espacios de encuentro con la Comunidad Autónoma Vasca muy interesantes para Navarra por intereses partidistas. En la pasada legislatura se pusieron de manifiesto con la entrada de Navarra en la Euroregión junto con la Nueva Aquitania y la Comunidad Autónoma Vasca, algo que gobiernos de Sanz (UPN), con el apoyo del PSN, habían negado durante tanto tiempo. En tan solo seis años se ha evidenciado las sinergias tan importantes en distintos ámbitos con proyectos muy interesantes. Yo no niego que una mayoría de esta comunidad no ve una relación administrativa que vaya más allá de la actual con los territorios forales, pero no es menos cierto que una relación entre las industrias propias de ambas comunidades o las universidades, son muy potentes. Negarle todo eso a Navarra le ha hecho un enorme daño y es algo que se ha cambiado en la anterior legislatura.

En cuestión de dos semanas ambas comunidades autónomas cerraron dos acuerdos, uno en materia de memoria histórica y otro en materia de Justicia. En este sentido, ¿el Gobierno de Chivite va en la buena senda?

En estos momentos, sí. Aquello que comenzó en 2015, el mantener una relación normalizada con Euskadi, al igual que se mantiene con Aragón o La Rioja, se ha mantenido. Y yo me alegro profundamente. Este Gobierno es en gran medida una continuidad de aquella ruptura importante que se inició en 2015 y con el Partido Socialista en su seno.

Mencionaba antes la foto de Colón. ¿El hecho de que la derecha en Navarra se aglutine en torno a Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos) y que tenga unos posicionamientos duros explica que Vox no tenga penetración en Navarra?

Sí que tiene penetración, pero Navarra Suma en las elecciones forales es voto útil de Vox, y el voto de Vox es esencial en elecciones forales para Javier Esparza. Esto está muy claro, solo hay que ver los resultados de las distintas elecciones del 2019.

Me da pena que UPN sea capaz de hacer este uso tan bastardo de los tribunales para influir en lo que la política no le ha otorgado

¿Qué le va a exigir ahora al PSOE en esta segunda parte de la legislatura?

En primer lugar, la defensa del interés general. Estamos hablando de una mitad de legislatura en la que, junto con el control de la pandemia, la gestión de los fondos Next Generation va a ser la piedra de toque. Nos preocupa el modo de gobernanza que ha adoptado Pedro Sánchez tan centralizado en La Moncloa y tan poco compartido en estrategias junto con las comunidades autónomas. Y vamos a exigir la defensa del interés general para Navarra y la cogobernanza. Las inercias que pueden generarse por pertenecer a un mismo partido no pueden poner de ninguna manera el interés general de Navarra al servicio, o un paso por detrás, del interés del partido, por legítimo que este sea.

El Gobierno de Chivite y el Estado han acordado cerrar la transferencia de Tráfico a Navarra antes de final de año. ¿Tiene dudas de que vaya a llegar?

Es verdad que hemos visto dilaciones y que es una materia enormemente compleja, pero también hay un trabajo enormemente avanzado desde la pasada legislatura que se ha continuado en estos momentos. El otro día tuvimos un encuentro con el ministro Iceta en esta materia con un compromiso expreso de que se verá materializada en este mismo año.

¿Cómo valora la posible pasarela para que miembros que actualmente prestan el servicio de tráfico en la Guardia Civil puedan pasar a la Policía Foral?

La pasarela es una suerte de búsqueda de estabilización de determinadas personas que, siendo miembros de la agrupación de tráfico de la Guardia Civil con destino en Navarra, pudieran pasar a la Policía Foral. Habrá que hacerlo con arreglo a las circunstancias propias de la Policía Foral. Habrá quien tenga la decisión de dar ese paso. Me llega y me cuentan que hay familias ya asentadas en Navarra y entiendo que ese es un camino, pero entiendo que habrá cuestiones técnicas que habrá que dirimir.

¿Cómo dibuja Geroa Bai la situación en la que quedan las Fuerzas de Seguridad del Estado en Navarra? La derecha utiliza esta transferencia para venderla como una expulsión de la Guardia Civil.

La asunción por parte de la Policía Foral de Navarra de la competencia de Tráfico, que está recogida en la Lorafna [estatuto navarro] y es materia propia de la Policía Foral desde su nacimiento, es algo que por unanimidad habían defendido los partidos políticos navarros durante estos 40 años. Y curiosamente ahora empieza a preocupar a algunos, que van perdiendo rasgos claros de la defensa de lo foral, como es el caso de UPN. Con respecto a la exclusión de la Guardia Civil, recuerdo que en estos momentos las Fuerzas de Seguridad del Estado en Navarra tienen competencias en otros ámbitos y esto no es una realidad por más que a UPN o al PP les convenga azuzar ese fantasma como ataque al Gobierno de Pedro Sánchez.

Euskadi ha cerrado recientemente la transferencia de Prisiones. ¿Cree que Navarra debería solicitarla también?

Esta es otra trasferencia de una enorme complejidad técnica, pero también está reconocida en la Lorafna y por lo tanto desde Geroa Bai no renunciamos a ella. 

¿Se arrepiente de haber añadido en la pasada legislatura el artículo 68 en la ley foral del Gobierno de Navarra que este año ha obligado a dimitir al consejero de Geroa Bai Manuel Ayerdi [que ha sido imputado en el denominado 'caso Davalor' tras una querella de UPN]?

El artículo no tenía esa vocación de ninguna de las maneras. No es un artículo bueno o malo, es un uso bastardo que se hace del mismo. En otoño de 2018, a pocos meses de las elecciones, UPN hizo la misma jugada con la consejera de Educación, María Solana. Estando en funciones y en sustitución de la consejera de Presidencia, había tomado una decisión con respecto a la ocupación del Palacio Marqués de Rozalejo [Gaztetxe Maravillas]. La denunció ante el Supremo con unos cargos muy similares, pero con la misma vocación. Era evidente lo que buscaban, utilizar los tribunales para influir en la composición de un Gobierno. En esta ocasión, UPN lo ha conseguido. Me apena que quien lleva siendo el primer partido en esta comunidad muchos años y que tiene el apoyo sagrado de muchos miles de navarros sea capaz de hacer este uso tan bastardo de los tribunales para influir en lo que la política no le ha otorgado.

Este Gobierno es en gran medida una continuidad de aquella ruptura importante que se inició en 2015

¿Sobre el fondo del 'caso Davalor' hay algo?

De ninguna de las maneras. La actuación de Manuel Ayerdi fue totalmente conforme a lo que se establece en norma. Y no sólo lo digo yo, también lo dice la Cámara de Comptos y lo han señalado diferentes instancias. Pero, en fin, esto tiene la política.

Pedro Sánchez planea una remodelación del Gobierno para la segunda parte de la legislatura. ¿Debería hacer lo mismo María Chivite?

No es la misma situación la que tenemos en Navarra y la que tiene Sánchez en Moncloa. Vamos a ver cómo queda esa remodelación. Es cierto que Pedro Sánchez ha vivido cambios importantes desde aquel Gobierno que nombró en el arranque de la legislatura hasta la reciente salida del vicepresidente Iglesias y entiendo que son circunstancias que hay que remodelar. Aquí no sé si se comprendería.

Habiendo sido diputada, ¿cómo ve la situación de España desde Navarra en torno a la polémica con los indultos del procés?

He tenido la suerte de ser una espectadora privilegiada de la política española cuando fui corresponsal de Euskal Telebista en Madrid en los años convulsos del final de Felipe González, también después desde el Grupo Mixto presencié gobiernos como el del cambio de 2004 tras el traumático atentado del 11M. Con esto quiero decir que momentos tan duros y convulsos como los que estamos viviendo ya hemos vivido muchos. A veces creo que hay que rebajar los 'souffles' y ponerlos en su justa medida. No debemos despistarnos de lo importante ni perdernos en discusiones que necesitan de soluciones políticas y centrar el conjunto de nuestros esfuerzos en aprovechar esta crisis y las herramientas que nos ha puesto encima de la mesa para dar un impulso importante a Europa para que se haga fuerte en el mundo. Es bastante más importante el problema que tenemos de pensiones y de equilibrio de la caja de la Seguridad Social que los indultos. Me parece una tomadura de pelo querer generar tanta tensión y malestar cuando tenemos algo tan importante por delante.

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