¿Podemos ir al parque?, ¿juntar a varios niños?: qué podemos hacer con nuestros hijos para contener el coronavirus
Durante este jueves todas las comunidades autónomas han ordenado el cierre de guarderías y colegios. Madrid y La Rioja dieron el primer paso, les siguieron Euskadi, Galicia, Murcia, Catalunya y Castilla-La Mancha, y todos los territorios fueron sumándose en cascada. La medida ha dejado a miles de niños y niñas en casa durante, como mínimo, los próximos catorce días, aburriéndose, reclamando atención, jugando, pidiendo a gritos salir al parque o ver a sus amigos y, en algunos casos, compartiendo oficina con los padres.
La población infantil apenas sufre la enfermedad, pero es la que “más la transmite en sus relaciones sociales”, en palabras del director del Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. Estos días se escucha con frecuencia en boca de los expertos un nuevo concepto, el de “distancia social”. Precisamente el cierre de centros educativos responde a la dificultad de controlar que los menores respeten esta medida. Los más pequeños ni siquiera son conscientes de lo que significa, así que está en manos de los padres seguir las pautas adecuadas para contener la transmisión del virus. ¿Qué podemos hacer y qué no con los niños mientras haya un riesgo alto de contagio? ¿Pueden salir a la calle, montarse en los columpios, jugar los amigos?
Carmen Heredia es madre de un niño de seis años, vive en el centro de Madrid y compagina como puede, a medias con su pareja, el teletrabajo y los cuidados: desde el lunes, los tres pasan el día juntos. Lo primero que han hecho es explicarle a su hijo qué es el coronavirus y por qué hay que “ser más limpio y cuidadoso”. Carmen cuenta que desde el lunes está “saliendo a pasear con él, con la bici o el patinete, pero no vamos al parque porque entiendo que si piden evitar que se concentren en el colegio, también debemos evitar que se concentren fuera”. Sin embargo, en algunos lugares, la fotografía en la calle es otra: niños y niñas combatiendo el aburrimiento en los parques, jugando juntos o cenando con sus padres en restaurantes.
La normal actividad social de los niños contradice la recomendación de los expertos que como Cristina Calvo, portavoz de la Asociación Española de Pediatría en materia de coronavirus, inciden en la necesidad de “mantener una distancia de dos metros entre personas, que evita o minimiza el riesgo de que las secreciones respiratorias se transmitan de unos a otros”. También los niños deberían respetar esta medida.
Espacios al aire libre
Todos los expertos consultados coinciden en que la mejor prevención es quedarse en casa. “Es lo que estamos recomendando”, dice Sergio Chico, enfermero en el Hospital de Cáceres, pero “entendemos que es difícil tanto para los padres como para los niños estar en casa constantemente y hacerles entender a los niños que no pueden quedar con sus amigos como antes”. Pero hay actividades que incrementan el riesgo de contagio y otras que lo reducen.
Daniela Silva es médica de atención primaria, tiene dos niñas de dos y tres años. Como profesional sanitaria y como madre cree que los peores lugares para visitar con los niños estos días, más que los parques al aire libre, son “los parques de bolas, salas de juegos, cines, restaurantes, bibliotecas, teatros, centros comerciales y, en general, espacios cerrados”.
Prefiere ir con sus hijas a “parques grandes, tipo Casa de Campo, a montar en bici o a dar un paseo. Y si en una zona de juego hay pocos niños, tampoco hay demasiado problema, pero siendo conscientes de que siempre existe riesgo si hay contacto”. Se puede reducir ese riesgo si tomamos ciertas precauciones, como vigilar en turnos de padres a pequeños grupos de dos o tres niños para vigilar que se expongan al menor contacto posible, o impedir que cojan, por ejemplo, los columpios. Es difícil que se contagien por tocar uno, explica Sergio Chico, pero es una exposición evitable.
En casa, subraya la doctora Silva, pueden jugar con nosotros. En cuanto a juntar a dos o tres niños a jugar en un domicilio, Silva subraya que, aunque sean grupos reducidos (los grandes están absolutamente desaconsejados) y estén vigilados por adultos sin síntomas, cualquier contacto puede implicar un contagio. Tampoco es momento de acudir a clases particulares, talleres o campamentos a los que estén apuntados. “No son necesarios y podemos, en la medida de lo posible, inventar actividades en casa, en familia”.
En casa, creatividad
Apuntan los psicólogos consultados que “hay que generar una nueva rutina donde haya tiempo para tareas, deberes y entretenimiento. Todo ello es clave para que no pierdan lo aprendido hasta ahora durante el curso, mantengan una rutina de sueño y de alimentación y que entiendan que no es un periodo de vacaciones sino una situación excepcional por la que tenemos que quedarnos en casa y no salir”, explica Abel Domínguez, psicólogo infantil.
“Si los adultos estamos manejando bien la incertidumbre podemos ver que hay un mundo de posibilidades”. Hay que ponerse creativo, dice. “Desde que aprendan a cocinar con nosotros determinados platos, a hacer manualidades, recuperar viejos juegos de mesa, leer en alto un cuento para todos o, incluso, representarlo, pueden divertirnos a todos sin renunciar a cultivar la mente. Somos los adultos los que tenemos que saber manejar la incertidumbre, que el aislamiento se convierta en un: ya que estamos obligados a estar encerrados, vamos a pasárnoslo bien”.
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