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Urkullu piensa ya en que las empresas “levanten la persiana” y en un plan de vuelta a la “normalidad”

Urkullu, en su última videconferencia con Sánchez y el resto de presidentes autonómicos

Iker Rioja Andueza

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El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha hecho coincidir el día mundial de la salud con una larga comparecencia en la que ha valorado las aristas más políticas y económicas de la crisis del coronavirus en Euskadi mientras, a su lado, la consejera de Salud, Nekane Murga, ofrecía los datos sanitarios y la titular de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, hablaba de algunos planes sociales. Urkullu, que ha dicho estar “tan fuerte o más firme” como antes de la pandemia, ha reconocido estar diseñando ya un “plan de vuelta a la normalidad” y pensando en que la actividad económica “levante la persiana” cuanto antes, ya que cuanto más tiempo pase hay mayor riesgo de que no sea posible.

De hecho, ha confiado en que aunque el estado de alarma se prorrogue hasta el 26 de abril la semana que viene ya no se mantenga el parón para todos los servicios no esenciales. Urkullu -que se mostró crítico con la medida adoptada por el Estado aunque luego aceptó sus matices e interpretaciones- ha insistido en que el binomio salud y empleo son compatibles e incluso ha mostrado su enfado con los sindicatos ELA y LAB por sus denuncias en defensa de la salud laboral.

El Gobierno de Urkullu lleva una semana repitiendo a diario que los datos de evolución del Covid-19 son positivos aunque la letalidad siga siendo muy alta y se pida aún prudencia -“Va a ser un camino duro y largo; nadie nos asegura que las cifras no vuelvan a subir”-. Por ello, el lehendakari ha indicado que trabaja ya en un retorno “gradual” a la “normalidad”. Y no sólo en lo sanitario, sino para dar respuesta a los problemas en el sistema educativo por el parón, para abordar el relanzamiento de la economía, la situación social y de la movilidad y hasta el plano del ocio, la cultura o el deporte, según ha mencionado Urkullu.

El presidente vasco, eso sí, ha advertido al Gobierno de España que esa salida de la crisis ha de “tener en cuenta las especificidades” de las comunidades autónomas. Asegura Urkullu siempre que no dedica más de “diez segundos” a sus “objeciones” con el Estado y sus medidas pero la realidad es que a cada paso dado por Sánchez le llega una réplica desde Euskadi, desde el día en que en Madrid se decretó un confinamiento general que ahora se ve como necesario pero que en Vitoria no se compartía. Buena parte de su intervención ante los medios de comunicación, de hecho, ha girado en torno a sus discrepancias de forma -y algunas también de fondo- con el Gobierno español.

A Urkullu, por ejemplo, le genera “ciertas dudas” el plan de aislar a los contagiados asintomáticos en centros tipo “arca de Noé”, para lo que se ha pedido un listado de instalaciones a las autoridades locales y autonómicas. Ha dicho que no está claro qué se hará en esos lugares para garantizar su higiene, su alimentación o sus cuidados. Sobre la idea de generalizar el uso de mascarillas, el lehendakari ha remarcado que no es un recomendación de la OMS y que hay que priorizar su suministro a sanitarios, personal de residencias y otros trabajadores esenciales, como los policías.

El lehendakari tampoco se ha mostrado muy convencido con la idea de reeditar los Pactos de La Moncloa, que en 1977 encarrilaron la Transición. “Las circunstancias son absolutamente diferentes”, ha dicho recordando que entonces no había comunidades autonómicas. “Hay que reflexionar sobre lo que se pone como ejemplo”, ha llegado a decir, aunque sí concede la necesidad de “acuerdos de Estado adecuados a la situación actual”. “Lo relevante no es el nombre, sino trabajar por el bien común”, ha añadido. Además, ha recordado que Euskadi se opone a que el Estado reoriente los fondos de políticas activas de empleo para abonar prestaciones.

El PNV gobierna en coalición con el PSE-EE y ya han surgido algunos roces por estos mensajes de Urkullu y los consejeros nacionalistas. El último cruce de reproches llegó por el asunto de las mascarillas. En una entrevista, la consejera de Salud, Nekane Murga, advirtió de que no compartía el cambio de criterio del Gobierno central. Preguntada por la imagen del presidente protegido, ella espetó: “Tendrá coronavirus”. El dirigente socialista, Eneko Andueza, ironizó que el Covid-19 tiene cura pero que en el caso de Murga tenía “dudas”.

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