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Batalla por la Vitoria del futuro: unas elecciones muy ajustadas

Viviendas en el barrio de Zabalgana

Iker Rioja Andueza

La de Vitoria se presenta ya, desde el mismo arranque de la campaña, como la gran batalla electoral en las elecciones municipales del País Vasco. Hasta cuatro aspirantes, un hombre y tres mujeres, se ven con fuerzas de ganar unos comicios locales a doble vuelta, la primera en las urnas y la segunda en los despachos, donde sí o sí tocará hablar de pactos para solventar la fragmentación y conformar mayorías estables.

El PP, con Leticia Comerón como relevo de Javier Maroto, aspira a mantenerse como primera fuerza, EH Bildu, con una candidata consolidada como es Miren Larrion, sueña con seguir ensanchando su base de apoyos, el PNV del alcalde Gorka Urtaran tira de proyectos institucionales para revalidar el cargo y el PSE-EE quiere que Maider Etxebarria, a pesar de bautizarse en política local este 26 de mayo, se vea impulsada por el tirón de Pedro Sánchez en las recientes generales, en las que los socialistas ganaron en 15 barrios de la capital vasca. La estimación electoral publicada por eldiarionorte.es reflejaba esta igualdad máxima.

En este escenario, el informe del CIS ha hecho una aportación a la campaña vitoriana, aunque los datos no han sido lo completos que esperaban algunos analistas. De este trabajo se aprecia que el PSE-EE parece tener algo de ventaja, aunque en el primer debate, celebrado este viernes en la Cadena Ser, las tres claros protagonistas han sido Urtaran, Comerón y Larrion, con la aspirante socialista en un segundo plano.

En los cuarteles generales de esas cuatro grandes formaciones políticas, al menos, parecen estar de acuerdo en que la estrategia pasa por reducir el debate político partidario y orillar siglas para ver quién abandera más fuerte el “Vitoria primero”. En el panel que tenía detrás la 'popular' Comerón en su acto de arranque de campaña se podía leer en letras mayúsculas de gran tamaño “Vitoria-Gasteiz por encima de todo”. El cartelón llevaba los colores blanco y rojo, los de la bandera de la ciudad -la cruz de San Andrés- y el azul con las siglas del PP tenía un tamaño ostensiblemente menor.

“La mayor parte de nuestros votantes en Vitoria no creo que sean independentistas”, manifestó Larrion en la entrevista electoral publicada por este periódico, en la que también destacaba también la importancia de “poner la ciudad por encima de las siglas”. El alcalde Urtaran, en su primer acto electoral de este viernes, celebrado en Landaburu Etxea, sede local del PNV, ha apelado a una “agenda vitoriana” por encima de partidos “para convertir a Vitoria-Gasteiz en una superciudad europea”. La línea argumental que empleará Etxebarria no anda muy lejos. Entretanto, en este debate a cuatro, quedan en un segundo plano tanto la coalición Elkarrekin Podemos -que reivindicará un pacto entre la izquierda- como Ciudadanos -que aspira a superar el 5% de votos para lograr un concejal-.

El factor Maroto

Vitoria llega a las urnas de 2019 después de las polarizadas elecciones de 2015, con un PP muy fuerte pero con la oposición en su contra aún más cohesionada. Hace cuatro años, Maroto supo atraer nuevos apoyos y mejorar los números de cuando se convirtió en alcalde en 2011 arrastrado por su discurso de mano dura en torno a las ayudas sociales, el fraude y la inmigración, pero también movilizó a la sociedad y a la oposición para sumar y evitar un segundo mandato. Fue Larrion quien capitaneó esa operación, pero la Alcaldía recayó en el tercero en las urnas, Urtaran, que llegó a iniciar la legislatura con un Gobierno de solamente cinco miembros hasta que se cerró la coalición con los socialistas. La tensión fue tal que en el pleno de investidura de Urtaran se llegaron a producir enfrentamientos dialécticos en la calle.

La sintonía inicial entre Urtaran, Larrion y las formaciones que ahora se aglutinan en Elkarrekin Podemos desapareció mediada la legislatura. El alcalde incluso forzó una moción de confianza que sabía ganada por la imposibilidad de que el PP se uniese a EH Bildu para configurar una alternativa. Desde entonces, un Urtaran que ya no se desprende del traje y de la corbata ha reforzado su perfil institucional y comparece a las elecciones esgrimiendo su gestión. “El PNV ha demostrado que es un partido de gestión”, remarca el presidente de la formación en Álava, José Antonio Suso.

El regidor ha arrancado la campaña este viernes con dos actos en apenas una hora. El primero, como alcalde, le ha permitido anunciar en pleno período electoral que está ya en marcha la ampliación del tranvía a Salburua, el gran barrio del Este de la ciudad que demanda servicios y transporte. “Hoy damos un gran paso para responder a una histórica demanda de Salburua. Se trata de un proyecto importante para hacer de Vitoria-Gasteiz una ciudad mejor conectada hacia adentro”, ha dicho en la institución pública Urtaran, remarcando que el proyecto supone una inversión de 24,8 millones. Se trata de un proyecto compartido con el Gobierno vasco y la Diputación y el Ayuntamiento lo ha presentado en esta fecha tan simbólica aun siendo consciente de que la Diputación no puede ratificarlo hasta después de las elecciones porque el Parlamento foral, las Juntas Generales, están disueltas.

Minutos después, el Urtaran candidato ha recorrido los escasos metros que separan el Ayuntamiento de la sede de su partido y ha presentado diez proyectos para hacer de Vitoria una “superciudad”. Uno de ellos era la inversión en nuevas infraestructuras de transporte, incluido el tranvía que acababa de anunciar. También ha destacado la llegada soterrada del AVE, un proyecto prometido por media docena de ministros de Fomento y cuyas obras no acaban de arrancar. De momento, en el proyecto de presupuestos generales del Estado de 2019 se fijaba 2025 como fecha de finalización de las inversiones, aunque la promesa política es que esté listo en 2023. Nadie en la calle se termina de creer que se hará esta gran obra. “Vitoria está llena de promesas y proyectos olvidados”, ha llegado a ironizar la socialista Etxebarria.

El compañero de Urtaran y candidato en la Diputación, Ramiro González, ha presentado otros diez proyectos para Álava. Varios de ellos tienen incidencia directa en la capital, como el anhelado auditorio de Vitoria -uno de esos “proyectos olvidados”- o el deseo del PNV de relanzar el aeropuerto de Foronda con más vuelos 'low cost' de Ryanair e incluso conexiones “intercontinentales”. Hasta el momento, la terminal de Vitoria -que ha recuperado su horario de apertura de 24 horas hace unas semanas- sólo ha destacado en tráfico carguero y los vuelos regulares han sobrevivido con subvenciones públicas.

El gancho del deporte

El PNV también ha querido introducir en campaña el deporte coincidiendo con la celebración de la Final Four de la Euroliga en pleno debate electoral. Urtaran ha llegado a prometer “consolidar nuestros equipos entre los mejores” y hay una apuesta firme por reformar y ampliar el estadio municipal de Mendizorroza, como demandan los gestores del Deportivo Alavés. Sostienen que “es un proyecto estratégico en términos de cohesión territorial”. El plan, sin embargo, ha suscitado dudas porque la entidad gestora ya se vio beneficiada del apoyo institucional para la ampliación de pabellón del Baskonia, el Fernando Buesa Arena, y porque podría afectar a otras instalaciones deportivas de uso ciudadano del entorno del estadio, como el atletismo, el voley o el pádel. El concejal en esta legislatura y candidato dentro de la lista de Elkarrekin Podemos, Óscar Fernández, planteó la celebración de un referéndum.

El PP tiene en Vitoria su gran reválida en Euskadi. Sin representación en Euskadi tras las últimas generales -incluyendo el varapalo de Maroto en Álava- salvar los muebles en la capital de la comunidad autónoma calmaría las aguas. Según Iñaki Oyarzábal, presidente del partido en Álava y candidato a la Diputación, muchas personas que castigaron a los 'populares' en abril volverán a confiar en el partido en mayo por su compromiso a nivel local. “El PP de Vitoria es la única alternativa capaz de defender nuestra ciudad porque ponemos Vitoria por encima de todo”, entiende Comerón. Desde el partido aseguran que Maroto -desaparecido tras su fracaso electoral- participará en la campaña, que no se ocultará. Los 'populares' también apuestan por el deporte, por apoyar a los grandes clubes, y han prometido también un museo de la automoción.

Otra candidata, Larrion, plantea otro museo, el 1181 Museoa. Otra de sus banderas es remunicipalizar el servicio externalizado de limpieza, ahora en manos de la UTE de FCC y GMSM (Viuda de Sainz), y que cuya contratación para los próximos cuatro años está ya iniciada. Éste es un contrato millonario -el más importante de la ciudad- y ha estado marcado por amenazas de huelga e incluso por alguna investigación judicial. La de asumir el servicio con medios propios, como ocurre con los autobuses urbanos, es también una demanda histórica del PSE-EE y Etxebarria entiende que el hecho de que el siguiente contrato sea más breve (cuatro años por los ocho habituales) permitiría caminar hacia ello de cara a 2023. Elkarrekin Podemos también es partidario. Por el contrario, PNV y PP se oponen.

Los minipisos con “cocinita” del PSE-EE

En el PSE-EE esperan que pese más el tirón de la marca y el proyecto que la inexperiencia de la candidata. Etxeberria es una cara nueva. Hasta ahora era directora de Turismo del Gobierno vasco. La cabeza de lista de los socialistas se ha intentado dar a conocer en la ciudad en los últimos meses intensificando su agenda gubernamental en todo tipo de actos sociales y culturales. Durante la campaña, aspira a aglutinar el voto socialista movilizado en las generales. El formato elegido por su equipo es desglosar cada día una propuesta y abrirse a preguntas de los medios de comunicación, algo inusual en campaña.

Sin embargo, en el debate de la Ser ya ha esbozado una muy peculiar: minipisos para paliar el problema de vivienda de los jóvenes. Etxebarria ha anunciado que construirá 500 pisos de “35 ó 40 metros cuadrados” como “en Europa”. Constarán de “un pequeño salón”, “una cocinita” y “un espacio para dormir”, según ha enumerado en la citada emisora de radio. En principio, no habrá requisitos de renta para poder solicitarlos, aunque ha prometido más detalles a lo largo de la campaña.

Una ciudad en cifras

Población: 249.176 habitantes (243.918 en 2015), 12,71% de extranjeros, 20,55% de mayores de 65 años.

Educación y cultura: El 16,51% tiene estudios superiores y 27,28% de los vitorianos es vascoparlante.

Empleo: en abril Vitoria marcaba 19.113 parados registrados.

Vivienda: el suelo no urbanizable de Vitoria es el 73,68% y el tamaño viviendo de un hogar en la ciudad es de 85,2 metros cuadrados. Hay 10.000-11.000 viviendas vacías y la edad media de emancipación está situada en los 30 años.

Turismo: se calcula en 38 los establecimientos hoteleros de la ciudad, con una oferta aproximada de 3.000 plazas. En 2018 hubo 431.000 pernoctaciones de viajeros.

Economía: El PIB per capita es de 34.525,40 euros y la renta personal de 16.848 euros/año. El porcentaje industrial en la economía es del 27,6% y el de los servicios del 66,9%.

Transporte: el aeropuerto de Vitoria sumó 140.000 pasajeros en 2018.

Tasa de criminalidad: en Álava se situó en 58,52 delitos por cada 1.000 habitantes en 2018.

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