La vicepresidenta Maravilla y el Increíble Montoro
No tenemos un Gobierno. En realidad es una colección de superhéroes. Son la Patrulla M de Mariano. Su lucha incansable para reformar a una España que ha vivido por encima de sus posibilidades resulta épica. Ellos conforman nuestra última esperanza en un país lleno de enfermos imaginarios que hacen lo que sea por pillar ibuprofeno gratis, funcionarios que disfrutan sus incontables “moscosos” haciendo heliesquí en Canadá, becarios que se beben las ayudas en el botellón mientras los profesores se apuntan al calimocho y jubilados puliéndose sus pensiones en el casino de Torrelodones.
Tras poner en su sitio a sanitarios, pensionistas, dependientes, funcionarios y estudiantes, la Patrulla M ha decidido poner firmes a los trabajadores, con empleo o sin él. Una misión para el Increíble Montoro y la vicepresidenta Maravilla.
El increíble Montoro ha liberado su risa demoledora para revelar una verdad incómoda. Los trabajadores españoles se quejan de vicio. Sus sueldos no bajan, suben. Trabaje, calle y dé gracias por tener un empleo como hacen en China, el nuevo ideal capitalista. No haga caso a cuánto denuncian esos sindicatos de permanente comilona en la Feria de abril. Si usted cree que gana menos, será porque estudió con la LOGSE y no sabe matemáticas. Las cifras oficiales nunca mienten. Cobra usted un 0.6% más. El mensaje no puede resultar más obvio. Ya lo han traducido los empresarios. Lo que el Increíble Montoro quería decir es que los sueldos aún deben bajar más.
Es cierto que en España los salarios nominales han subido, teóricamente. Los salarios reales sólo lo hicieron durante los ochenta. A partir de ahí, han bajado año tras año, incluso durante la burbuja. Hoy la mayoría gana menos y una minoría gana muchísimo más. Según datos de la OIT, el 10% de los trabajadores mejor pagados multiplica por cuatro el salario medio del 10% de aquellos peor pagados. Para la OCDE, somos líderes en desigualdades salariales. Pero eso es la realidad y no importa cuando la Patrulla M sale de misión.
En ayuda del Increíble Montoro ha acudido fulgurante la vicepresidenta Maravilla, Soraya Sáenz de Santamaría, otra heroína que jamás calla una verdad ante los poderosos. No sienta pena por los desempleados, vino a decir; de cada cuatro, uno le está timando. Más de medio millón han cobrado de manera fraudulenta, sentenció citando un misterioso informe sobre el fraude que no nos permite ver porque lo ha clasificado X.
Las estadísticas del Ministerio de Empleo certifican que solo 5.833 parados han cobrado fraudulentamente desde que la Patrulla M llegó al gobierno. Pero eso es la realidad. Ya sabemos que no cuenta. La vicepresidenta Maravilla insistió en el titular del medio millón hasta tres veces. Nos ven tan tontos que incluso las mentiras hay que repetirlas como si España fuera un capítulo de Barrio Sésamo. Los trabajadores cobran demasiado y los parados son vagos y jetas. Por eso no salimos de la crisis. A ver si nos vamos enterando.