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Albert Rivera seguirá apoyando los Presupuestos de Rajoy pase lo que pase con el escándalo del máster de Cifuentes

Albert Rivera atiende a los periodistas en el Congreso

Carmen Moraga

Albert Rivera no va a dar marcha atrás en su anunciado apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018. Pase lo que pase con el escándalo de Cristina Cifuentes, su grupo parlamentario seguirá facilitando que prosperen las cuentas del Gobierno, según han confirmado fuentes de la dirección nacional a eldiario.es. El trámite parlamentario arranca esta semana en el Congreso y tanto en el PP como en Ciudadanos ven cada vez más cerca la posibilidad de que los nuevos presupuestos salgan adelante tras la decisión del PNV de no presentar enmienda a la totalidad del proyecto. 

La postura de Rivera es clara e inamovible, según insisten en su equipo. El líder de Ciudadanos lo ha dicho en varias ocasiones tanto en público como en privado. Cree que hay que anteponer los intereses generales antes que los de partido y demostrar que por encima de todo está dar “estabilidad” a la legislatura, “por muy bien que te vaya en las encuestas”. Y esa imagen de hombre de Estado es de la que quiere potenciar Rivera.

“Cuando apoyo los presupuestos no estoy pensando si le va bien o no a Rajoy, estoy pensando si le va bien a España como país y no a mí como partido”, afirmaba en una reciente entrevista en eldiario.es.

Entonces acababa de estallar el escándalo del máster de la presidenta regional. En el PP llegaron a temer que aprovechara las circunstancias para volver a condicionar el apoyo a las cuentas del Estado. Sobre todo una vez que los dirigentes naranjas decidieron elevar el tono para pedir directamente la dimisión de Cifuentes. Pero pronto respiraron aliviados al  constatar que no iba a ser así. 

Es más, Rivera ha presumido de que gracias a las condiciones de su partido habrá en estos PGE más inversiones en políticas sociales, más permisos de paternidad, más dinero para infraestructuras, rebaja del IRPF, o ayudas para la formación de los jóvenes y para las familias con menos recursos para escuelas infantiles.

Unos presupuestos “naranjas”, según los tildó Rivera en la rueda de prensa que convocó en el Congreso para anunciar un pacto con el Gobierno para esas cuentas de 2018.

En aquella comparecencia, además, el líder de Ciudadanos se guardó un 'as' debajo de la manga: en plena crisis de protestas y movilizaciones de los jubilados adelantó que su partido había arrancado al Gobierno una subida de un 2% de las pensiones más bajas y de las de viudedad.

Al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le  sentó muy mal las formas de adelantar el acuerdo y mucho más que se atribuyera la bajada de impuestos y esa subida a los jubilados. Y al día siguiente confirmó que el aumento no sería del 2%, sino del 3%. 

El ministro se mostró sumamente mordaz con Rivera por la “arrogancia” que a su juicio estaba demostrando. “Ciudadanos es un recién llegado a la arena”, sostuvo. Tras recordar que “el PP lleva desde 2011 gobernando España”, añadió: “Esto de que llegaron unos y se bajaron los impuestos...no entiendo este lenguaje”.

Pero ni siquiera esa actitud beligerante de Montoro ha hecho variar al líder de Ciudadanos su apoyo a los PGE.  Eso sí, sigue recordando al presidente del Gobierno que en buena medida la continuidad de la legislatura depende de él. También en Madrid. De ahí que confié en que Rajoy 'in extremis' dejará caer a Cifuentes para no perder la hegemonía que mantienen en esa comunidad desde hace más de 20 años. 

El debate sobre Cifuentes ha dividido al PP

El debate sobre la continuidad o no de la presidenta regional madrileña ha logrado dividir al partido de Rajoy, en donde hay un sector que capitanea la secretaria general y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que sostiene que no pueden dejar que Rivera se cobre “más piezas”. Este sector está presionando para que Rajoy no ceda a lo que consideran un nuevo “chantaje” del líder de Ciudadanos. 

Algunos incluso recuerdan el caso de Rita Barberá, a la que en el PP consideran ahora una “martir” del cerco que sufrió por parte de los medios de comunicación y de los partidos de la oposición por los escándalos que la asediaban en Valencia.

Sin embargo, la gravedad de los hechos que se van conociendo en torno al máster de Cifuentes y la confirmación de que los de Rivera están dispuestos a apoyar la moción de censura del PSOE en la Asamblea de Madrid parece que va a decantar la balanza a favor de los que ven como inevitable el recambio de la aún presidenta regional por otro candidato que acabe pilotando la legislatura en la comunidad.  

En el PP saben que dejar Madrid estos meses en manos de los socialistas supondría el declive electoral del partido. Como también saben que si en el Congreso no logran sacar adelante los Presupuestos Generales de 2018 también peligra la estabilidad de la legislatura.

Con la que cae, a Rajoy no le interesa ahora un adelanto de las elecciones generales, previstas en principio para 2020. Sobre todo cuando las previsiones de crecimiento económicas son buenas y es la única baza con la que cuenta ahora el presidente. También Rivera prefiere esperar, lo ha dicho muchas veces. 

En el Gobierno y en Ciudadanos estaban muy pendientes de lo que pudiera hacer el PNV. El propio Rivera había adelantado que suponía que Rajoy también debía de tener asegurado el apoyo de los vascos a los PGE porque de lo contrario no habría dado luz verde a su aprobación por el Consejo de Ministros y a su posterior envío al Congreso. 

La confirmación ahora de que el PNV no va a presentar enmienda a la totalidad al proyecto de ley ha ratificado, de momento, esa percepción. Los nacionalistas vascos han justificado su decisión para “conceder una oportunidad a la apertura de un nuevo tiempo de diálogo político, así como para la restauración de un Govern en Catalunya”, dado que han condicionado su apoyo a que se levante el artículo 155 en la comunidad autónoma.  

El debate a la totalidad que se celebra la semana que viene, despejará muchas incógnitas.

No obstante, durante ese Pleno, en Ciudadanos -que todavía no ha dicho quién será su portavoz- no dejarán pasar la ocasión de abroncar a Rajoy. Tanto por el caso de Cifuentes, si para entonces sigue sin dimitir, como por la presunta utilización por parte de los independentistas de dinero público para el referéndum del 1-O en Catalunya, como sostiene  la Guardia Civil pero niega Montoro. “Si los jueces demuestran que hubo malversación de fondos públicos para el procés, alguien del Gobierno tendría que asumir responsabilidades”, ha advertido Rivera.

Pero el líder naranja también ha tenido estos dias palabras de reproche para los socialistas y para su líder, Pedro Sánchez, por su negativa a apoyar los presupuestos. “Es una pena que el PSOE siga en el bloqueo y en el 'no es no'. El señor Sánchez ha perdido una oportunidad de demostrar que es un buen estadista”, ha reiterado Rivera este viernes desde El Escorial. 

Y esa es precisamente la diferencia que quiere destacar el presidente de Ciudadanos: mientras Sánchez no tiene altura de miras, él es un líder “serio” y “responsable” que está preparado para gobernar. Aunque lo dude Rajoy.

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