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El desacuerdo entre Sánchez e Iglesias sobre el Gobierno apunta a una primera investidura fallida

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Congreso. Imagen de archivo.

Aitor Riveiro / Irene Castro

Pedro Sánchez se asoma a otra investidura fallida. El secretario general del PSOE quiere someterse a la votación del Congreso este mismo mes de julio y, de momento, no tiene los apoyos necesarios para ser elegido presidente del Gobierno. Su idea es postularse el próximo mes aunque no recabe los votos suficientes, algo que cada día parece más factible.

La última ronda de reuniones que ha celebrado con los principales líderes políticos no ha tenido buenos resultados. Especialmente con Pablo Iglesias, al que el PSOE considera su “socio programático preferente”. Pablo Casado reiteró su rechazo a desbloquear la situación y Albert Rivera ni siquiera aceptó la invitación. Pero el desacuerdo con el líder de Unidas Podemos sobre cómo articular un Gobierno ha embarrancado la negociación, que no ha avanzado a punto de cumplirse dos meses de las elecciones generales.

Sánchez e Iglesias se han reunido en la Moncloa este martes durante cerca de una hora. Ha sido la segunda cita discreta celebrada en menos de 10 días, aunque ambas se han terminado publicando en los medios. Esta última, incluso antes de que se celebrara. Previamente, los dos dirigentes se habían visto otras dos veces de forma pública. El resultado ha sido negativo en los dos últimos encuentros.

La situación no se disipará en los próximos días. El presidente en funciones se marcha el miércoles a Osaka (Japón) a una cumbre del G20 y no regresará hasta la semana que viene, ya en el mes de julio, previo paso por un Consejo Europeo extraordinario en Bruselas. Sánchez tiene intención de presentarse a la investidura en la semana del 10 o en la del 17, según fuentes gubernamentales. Y lo hará aunque no tenga los apoyos

Así se lo ha comunicado a Iglesias en su reunión de este martes, según han confirmado fuentes socialistas a eldiario.es. En el PSOE califican de “cordial” la reunión, pero la realidad es que no ha habido ningún avance significativo. Tanto Sánchez como el secretario general de Podemos mantienen sus posiciones de partida y en Moncloa hablan de “bloqueo”. 

El presidente en funciones insistió en su propuesta de un “Gobierno de cooperación en los tres ámbitos de colaboración conocidos (programática, parlamentaria e institucional)”. Una idea que rechaza Unidas Podemos ya que implica que no tendrá ninguna presencia en el Consejo de Ministros y sí en segundos niveles de la administración, según explicó la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo.

Aunque desde Unidas Podemos aceptaron negociar ese “Gobierno de cooperación” antes de que el PSOE lo definiera exactamente, la oferta concreta de Sánchez no convence a los de Pablo Iglesias, que exigen su presencia en el Consejo de Ministros como “garantía” de cumplimiento de los acuerdos programáticos a los que se lleguen.

Para intentar salvar este escollo, Sánchez ha propuesto a Iglesias la creación de una indefinida “comisión de seguimiento al posible acuerdo de gobernabilidad”. Algo que ambos partidos ya pusieron en marcha tras el pacto presupuestario firmado en octubre de 2018 y que quedó sin implementar tras la devolución del anteproyecto de presupuestos y el adelanto electoral.

Desde el PSOE sostienen que Iglesias “no ha descartado votar en contra de la investidura” y que Sánchez le ha “traslado que, con o sin apoyos, en el mes de julio habrá investidura”. Lo que fuentes del Ejecutivo apuntan ahora es que tienen que decidir si aceleran los tiempos o le dan más margen a la negociación, que en la práctica lleva casi dos meses varada. 

Iglesias pide al Sánchez que elija: izquierda o derecha

En Unidas Podemos no confirman los términos en los que se podría haber producido esta respuesta. “Constatamos que el PSOE no ha decidido si quiere un acuerdo con la izquierda o con la derecha para sacar adelante la investidura”, apuntan fuentes de Podemos consultadas por eldiario.es. “La ciudadanía merece claridad y certidumbres respecto al proyecto de gobierno que se tiene para el país”, añaden.

En el grupo confederal dejan caer que, hasta que no se produzca esa decisión, no tiene mucho sentido volverse a reunir. “Si el PSOE mira a la izquierda, estamos disponibles para iniciar, cuanto antes, una negociación seria para lograr un programa social que ponga en el centro los derechos sociales y medioambientales y un gobierno de coalición estable”, aseguran en Unidas Podemos.

Los de Pablo Iglesias plantean la necesidad de “acuerdos claros” y ponen de ejemplo los firmados en la Comunidad Valenciana, Baleares o Canarias. “No vamos a entrar en disputas sobre sillones grandes o sillones pequeños”, zanjas las mismas fuentes.

“Han pasado dos meses desde las elecciones, y España no puede estar más tiempo pendiente de que el candidato que ganó los comicios se decida a explorar una u otra vía para formar gobierno”, apremian en Unidas Podemos. “Debe decidir ya si quiere negociar un gobierno de izquierdas con nosotros, o buscar a la derecha”, concluyen.

El argumento del PSOE es que en esas comunidades ambas formaciones lograban con otros socios la mayoría absoluta y que esto no sucede en el Congreso (aunque públicamente ninguno de los potenciales aliados ha puesto pegas a la entrada de Unidas Podemos). Los socialistas aseguran que su “socio preferente” sigue siendo Iglesias, aunque han introducido el matiz de “programático”. 

Fuentes de Moncloa niegan que tengan la intención de llegar un acuerdo para la investidura con Albert Rivera y que simplemente han reclamado a PP y Ciudadanos la abstención para garantizar la gobernabilidad dado que no hay una “alternativa” a un Ejecutivo de Sánchez. En el PSOE creen que la crisis interna en Ciudadanos, unida a la presión de unas nuevas elecciones que pueden empeorar sus resultados, puede propiciar un cambio de posición de Rivera. Por ahora mantienen la presión sobre ambas formaciones y vislumbran el “bloqueo”. Con o sin apoyos, Sánchez irá a la investidura y se arriesga a que sea la segunda fallida. 

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