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INVESTIGACIÓN

El exnúmero dos de Interior depositó ante notario cuatro mensajes hablando con Fernández Díaz del espionaje a Bárcenas

El ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez en una imagen de 2016

Pedro Águeda

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La prueba de que el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz conocía la operación de espionaje a Luis Bárcenas está en manos de un notario desde el verano de 2019. Francisco Martínez, antiguo secretario de Estado de Seguridad, depositó en una notaría de Madrid cuatro mensajes intercambiados desde su teléfono oficial con quien era su jefe entonces, Fernández Díaz, acerca de la operación de vigilancia y seguimiento del entorno de Bárcenas durante el verano y otoño de 2013, iniciada a raíz de que el extesorero entrara en la cárcel y confesara la financiación irregular del Partido Popular, informan a eldiario.es fuentes del caso. 

Esas escrituras notariales con los mensajes de móvil fueron entregadas por Martínez a los agentes de la Unidad de Asuntos Internos que se personaron en su domicilio el 14 de marzo pasado para hacerle un volcado de su actual teléfono, entre otro material incautado. El posterior análisis de esas evidencias ha confirmado las sospechas sobre la implicación del ministro del Interior y persona de la máxima confianza de Mariano Rajoy en la Operación Kitchen, una maniobra policial destinada, según los investigadores, a sabotear la investigación judicial de la caja B del PP.

Uno de los mensajes depositados ante notario y que constan en la causa demostraría, según las fuentes consultadas, que fue Fernández Díaz quien puso en conocimiento de su secretario de Estado de Seguridad la existencia de un dispositivo policial que incluía la infiltración de un topo en el entorno de Bárcenas y que resultó ser el chófer de la familia, Sergio Ríos Esgueva, hoy policía nacional. En el mismo mensaje, el ministro del Interior habría pedido a Martínez que supervisara el operativo. 

El viernes pasado, eldiario.es reveló que la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado al juez del caso Villarejo la imputación de Fernández Díaz y de la también exministra y anterior secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, en la pieza que investiga la citada Operación Kitchen. Los fiscales del caso también quieren que acuda a declarar como investigado el marido de María Dolores de Cospedal, Ignacio López del Hierro.

La entrega al notario de esos mensajes se produjo entre junio y julio de 2019, después de que Fernández Díaz intentase desmarcarse de las informaciones que involucraban a Francisco Martínez en la Operación Kitchen. A preguntas de Vozpopuli el 11 de junio de 2019, el exministro del Interior dijo del citado operativo: “No me consta para nada. Me estoy enterando ahora”.

El comisario Enrique García Castaño, también investigado en la causa, había declarado ante el juez que el secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez era informado puntualmente de la investigación a la familia Bárcenas, de la que ni el juez de la caja B, Pablo Ruz, ni los policías que trabajaban a sus órdenes tuvieron conocimiento, según fuentes jurídicas. Incluso dijo que había comprado un ordenador portátil para uso del secretario de Estado en el que se fueron incorporando los avances de la Operación Kitchen, entre otras. García Castaño defendió que el operativo en el que él participó estaba destinado a descubrir los testaferros de Bárcenas y dónde escondía el dinero y negó que fuera una operación ilegal.

Después del verano, en octubre, Fernández Díaz publicó su libro de memorias y se prodigó en declaraciones públicas. El día de la presentación se refirió a Martínez con unas palabras que los medios interpretaron como de apoyo al que fuera su número dos. “Si la presunción de inocencia es general para todo ciudadano, para Francisco Martínez la tengo absoluta y total (…) tengo la absoluta convicción de que todo lo que hizo lo hizo dentro de la ley”, aseguró ante la prensa.

Pero Fernández Díaz añadió una coda a esa declaración: “Otra cosa es equivocarse o no que es parte de la condición humana. Una cosa es equivocarse y otra cosa es otra cosa, y de esas otras cosas yo, de Francisco Martínez, salvo que se demuestre lo contrario, no tengo ninguna duda”. En la presentación le acompañaban el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, amigo personal del exministro, y María Dolores de Cospedal, entre otros dirigentes del PP. 

Imputación de la brigada política al completo

La pieza 7 del caso Villarejo, que investiga la Operación Kitchen—a la espera de que el juez resuelva la situación de Fernández Díaz, Cospedal y López del Hierro— al exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez; al que fuera director adjunto operativo de la Policía y artífice de la brigada política, Eugenio Pino; y a toda la primera línea de mandos policiales que participaron en las maniobras contra la oposición, ya fuera en la Operación Catalunya o Podemos. 

Martínez está a la espera del levantamiento del secreto del sumario para declarar después de haberse acogido a su derecho a no hacerlo en las dos primeras ocasiones. La primera, explicó, lo hizo aconsejado por su abogado al desconocer los hechos que se le imputan. Y la segunda, tras haber solicitado previamente que se le eximiera de su obligación de guardar secreto sobre materia reservada y mientras no quedase claro sobre lo que podía o no hablar de su paso por el Ministerio del Interior sin incurrir en un delito. En un comunicado tras su imputación, Martínez admitió que podía haber cometido errores en su desempeño en Interior, pero que siempre había actuado “con absoluto respeto a la Ley”.

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