El PSOE se ofrece a reformar la Constitución sin esperar a un nuevo líder
Cada año se repite la misma escena. El día en que se conmemora el aniversario de la Constitución se habla de reformarla. El PSOE es el partido que más ha insistido y ahora huye de la última excusa que se desliza desde el PP. Los conservadores creen que hay que esperar a que los socialistas tengan nuevo líder para empezar a hablar de los cambios en la Carta Magna. Pero el PSOE no cree que deban esperar a su congreso para empezar el trabajo.
Los socialistas tienen previsto registrar próximamente en el Congreso la creación de una subcomisión de Estudio para la reforma de la Constitución. Quieren previamente tener “consenso” para hacerlo, según ha explicado el presidente de la gestora, Javier Fernández. Ese será el primer paso. En esa subcomisión pretenden recabar la opinión de expertos y de los órganos implicados, como el Consejo de Estado y de las comunidades autónomas. Una vez compilada toda la información -para lo que estiman necesarios seis meses- quieren abordar la modificación.
El PSOE considera que no es necesario esperar a tener un nuevo secretario general para empezar esa labor. El Gobierno es lo que ha defendido en los últimos días, según publicaron ABC y El Mundo. Los conservadores quieren esperar a ver qué defiende un PSOE renovado.
“Habrá que ver cuándo se empiezan los trabajos”, ha respondido el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que ha recordado que el Grupo Socialista tiene en el Congreso 85 diputados que podrían “perfectamente” llevar a cabo “cualquier trabajo”. Además, ha recordado que el congreso del PSOE será en la primera mitad del próximo año: “La Constitución no se va a aprobar el año que viene. Llevará su tiempo y el PSOE estará en plena forma”, ha dicho sobre el momento en el que acabe la reforma.
En esa misma línea se ha pronunciado el presidente de la gestora, Javier Fernández, que tampoco ve necesario haber elegido un nuevo secretario general porque defiende que los socialistas tienen un proyecto de reforma inamovible independientemente del liderazgo de turno. Así, el PSOE considera que lo fijado en la Declaración de Granada, en la que plantean un cambio hacia un modelo federal del Estado, es un posicionamiento cerrado para el partido. No obstante, Ferraz cree que es un “punto de salida” para empezar la negociación con el resto de formaciones en el Congreso.
Rajoy, más escéptico
A pesar de que el Gobierno ha dejado entrever en los últimos días su apertura de miras para aceptar parte de los posicionamientos del PSOE en cuanto a la reforma constitucional, Mariano Rajoy ha dejado claro su escepticismo durante el aniversario: “¿Con la actual fragmentación de la Cámara cree usted que podemos reformar la Constitución?”, se ha preguntado retóricamente ante los periodistas.
En el PP no creen que puedan llegar a un entendimiento con Unidos Podemos y, según ha asegurado la presidenta del Congreso, Ana Pastor, pretenden que la reforma constitucional cuente “con todos” para que no se cambie “solo por y para algunos”. Los socialistas ven, en cambio, una fortaleza la ausencia de mayorías absolutas para acometer la remodelación y que no haya “apriorismos”.
No obstante, el punto de partida de los de Pablo Iglesias va más allá en el modelo territorial de lo que están dispuestos a aceptar los socialistas -se da por descontado a PP y Ciudadanos-. El derecho a decidir de las autonomías es una línea roja para el PSOE.
De hecho, el PSOE tiene sus propias discrepancias con el PSC, que plantea que se reconozca a Cataluña como una nación. El presidente de la gestora huye del concepto de España como “nación de naciones” y ha insistido en que los socialistas catalanes tendrán que dejar claro a qué se refieren con la definición de nación. “Desde el punto de vista político-jurídico y constitucional hay una sola nación porque hay una única ciudadanía”, ha expresado en el Congreso. Fernández se mostró abierto a aceptar el uso de ese término como concepto histórico y cultural para Cataluña, que es lo que reclama Miquel Iceta.
“Los socialistas catalanes creemos que Cataluña es una nación, una comunidad nacional, pero no abrazamos la causa independentista”, defendió el primer secretario del PSC en un desayuno informativo. Iceta aboga por avanzar en el autogobierno dentro del marco que permite el Estado: “Hay naciones que no son Estado”. Sin embargo, en el PSOE preocupa que la definición como nación suponga el primer paso para la conformación de un nuevo estado.