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El confinamiento fue positivo para la relación de los hombres con sus hijos: ahora les cuidan tres horas más

Un padre pasea con sus dos hijos el domingo en el primer día de permiso durante la pandemia para las salidas de niños a la calle.

Marta Borraz

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Las mujeres siguen encargándose todavía con mucha diferencia de las tareas domésticas y de cuidado en los hogares, pero tras la pandemia la brecha de género se ha estrechado ligeramente. Es la principal conclusión del estudio Desigualdad de género en trabajo remunerado y no remunerado tras la pandemia publicado por el Observatorio Social de la Fundación La Caixa, que ha analizado cuántas horas al día dedican de media los hombres y las mujeres a estas responsabilidades. Según sus datos, ellos cuidan de sus hijos tres horas más a la semana ahora que antes de la irrupción del virus y ellas tres horas menos.

El informe desglosa las tareas en dos: el cuidado de los menores y las labores del hogar tales como hacer la colada, cocinar o limpiar. Y analiza la distribución temporal tanto para mujeres como para hombres en tres tramos: antes del estado de alarma declarado en marzo de 2020, durante el confinamiento y tras la pandemia, en mayo de 2022. Para ello se basa en encuestas voluntarias a 5.001 personas de entre 25 y 50 años con hijos menores en 2020 y 4.000 en esta última oleada.

Así, si antes del confinamiento los hombres dedicaban 16 horas semanales de media a atender a sus hijos e hijas ahora emplean 19, según los datos recopilados. Tres horas más. Por su parte, las mujeres ya partían de una situación diferente, sosteniendo una carga mucho mayor que se ha reducido levemente: pasan de las 33 horas semanales empleadas para cuidar a las 30.



Solo atendiendo a las labores domésticas, la investigación apunta a que ambos usan una hora más que antes de la pandemia para este fin. Eso sí, de nuevo las mujeres vuelven a sostener la carga principal: los hombres han pasado de destinar ocho horas a nueve y las mujeres de 12 a 13. Esto quiere decir que la mayor asunción de responsabilidades por parte de los hombres identificada en la investigación está muy dirigida al cuidado de los niños y niñas y no tanto a la limpieza o mantenimiento del hogar.

En general, la situación sigue siendo muy desigual. Si sumamos el tiempo dedicado al cuidado y a las tareas domésticas, las mujeres continúan usando 15 horas más de media a la semana: ellos 28, ellas 43. Ellas emplean un 62% de su jornada y ellos un 43%, concluye el estudio. “La dedicación al trabajo no remunerado sigue siendo mucho mayor para las mujeres, pero hemos observado un aumento significativo en el cuidado de los hijos por parte de los hombres que tiene que ver con lo que ocurrió durante el confinamiento”, afirma Lídia Farré, que ha liderado la investigación junto a Libertad González.

Entonces ambas economistas ya analizaron cuál estaba siendo la distribución de las tareas en el hogar y concluyeron que los hombres estaban asumiendo más que antes (entre otras cosas porque iban más a la compra), pero la brecha de género se reforzó ante la creciente demanda de responsabilidades familiares que supuso el cierre de los centros educativos. Esto fue así porque aunque los hombres pasaron de dedicar al trabajo no remunerado 24 horas semanales a 34, ellas pasaron de 45 a 57 al mismo tiempo que el trabajo fuera de casa no disminuyó en una proporción equivalente.

Los hombres lo redujeron en 14 horas (de 37 a 23) y las mujeres en 11 (de 25 a 14). La investigación calcula cuántas horas en total dedicaron unos y otras al trabajo (sumando tanto trabajo remunerado como no remunerado) para concluir que en el caso de ellos mermó en cuatro horas y las mujeres lo aumentaron en una. Es decir, durante el confinamiento las mujeres pasaron a trabajar en sentido amplio 14 horas de media más que los hombres, cuando antes de la pandemia eran nueve, como puede verse en el siguiente gráfico:



¿Y qué ha pasado ahora? Según el balance de Farré y González, dos años después de la irrupción del virus los datos dibujan un mapa en el que las mujeres siguen empleando más tiempo y ambos han disminuido las horas empleadas respecto al confinamiento, pero en el que los hombres continúan implicándose en la atención de sus hijos e hijas tres horas más. Con el trabajo remunerado lo que ha ocurrido es que se ha vuelto a niveles prepandemia (los hombres le dedican una hora menos y ellas una hora más), por lo que en total son ahora cinco las horas de más que usan las mujeres a trabajar fuera y dentro de casa respecto al tiempo empleado por los hombres.

La explicación fundamental que ofrece la investigación es que este efecto prolongado de mayor implicación masculina con sus hijos e hijas se da porque el confinamiento pudo representar para algunos hombres una experiencia similar a la de los permisos por paternidad. “Varios estudios han demostrado que aumenta la participación de los padres en el cuidado de los hijos no solo en ese momento, sino años después”, explica Farré, que piensa que el confinamiento pudo ser “un permiso de paternidad prolongado para algunos hombres”.

“Fue una especie de experimento natural que nos cerró a todos en casa con un incremento de las tareas domésticas sin precedentes. Hubo que gestionar ese tiempo, así que probablemente hubo hombres que se dieron cuenta de lo costoso que es y seguramente hubo un cambio de hábitos, especialmente para los que estaban sin trabajo o en ERTE. Se vieron forzados porque no había escapatoria y quizá se dieron cuenta de una logística que antes no habían percibido. Fue una situación inédita y parece que este efecto puede ahora estar perdurando en el tiempo”, añade la economista.

Aunque este es el elemento que mayor peso tiene en la interpretación de los resultados, el estudio no deja de lado otros factores como el teletrabajo o la compactación de la jornada, dos de los cambios que ha experimentado el mercado laboral tras la COVID-19. Los datos recopilados por las encuestas apuntan a que el trabajo a distancia se ha reducido mucho, pero aún el 33% de las mujeres y el 30% de los hombres hacen un mínimo de un día de teletrabajo y el 14% de ellas y el 17% de ellos, al menos tres días. Se han reducido además, en un 9%, los hombres con hijos que trabajan más allá de las 17.00 horas y un 6% en el caso de las mujeres.

Gráficos elaborados por Victòria Oliveres y Ana Ordaz.

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