La Cumbre del Clima va a la prórroga por el desacuerdo de los países sobre la ambición de las medidas
La Cumbre Climática de Katowice se va a la prórroga. Las negociaciones se dilatan y apuntan a que se adentrarán en la madrugada del viernes (fecha prevista para clausurar la conferencia). La fractura principal está en aprovechar la nueva realidad descrita por el Panel Internacional Científico (IPCC) en octubre pasado para lanzar un mensaje político que acelere y amplíe la reducción de emisiones de CO.
Es lo que exigen las organizaciones ambientalistas: “Mayor ambición”. Y en lo que coinciden, hasta cierto punto, los políticos de la llamada Coalición de Ambición Alta enfrentados a la alianza de potencias fósiles como EEUU, Arabia Saudita o Rusia. Sin embargo, los técnicos implicados en las negociaciones consideran que lo fundamental es sacar adelante el reglamento que implemente el Acuerdo de París más que alcanzar una nueva declaración.
“El atasco está en el mensaje político sobre si reforzamos el lenguaje que pide mayor ambición a la vista del documento del IPCC o si nos quedamos con la ambición que estaba establecida hasta ahora”, ha contado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera durante un receso en las deliberaciones.
Con todo, Ribera ha asegurado que “lo que dice la ciencia está ahí. Su impacto ya ha sido enorme y su papel está claro aunque la decisión final tenga un lenguaje más suave”.
La Coalición de Ambición Alta -a la que están suscritos la Unión Europea en general y España en particular- ha aprovechado también ese receso para reincidir en que el documento final de la COP24 debería recoger una revisión de la ambición en los esfuerzos por dejar de lanzar gases de efecto invernadero de manera que se alinee con lo dicho por el informe científico. “Si no, muchos vamos a morir y ese es un logro que nadie quiere para esta COP”, repiten los representantes de los estados-isla, situados en primera línea de destrucción por el calentamiento global y la subida del nivel del mar.
“Las cuestiones técnicas están bastante resueltas”, ha comentado Ribera. El libro de reglas sobre cómo deben presentar los estados sus planes de recorte de CO2, los sectores en los que proyectan reducir, cómo hacerlo y de qué manera se evaluará si lo están haciendo o no. Ese reglamento, un mandato del Acuerdo de París, son las reglas de juego que gobernarán las políticas climáticas a partir de 2020, año en el que deja de regir el Protocolo de Kioto.
La división en bloques sobre cómo acoger el macro-estudio acerca de las diferencias entre un calentamiento de 2ºC y otro de 1,5ºC ha marcado la COP24 desde el comienzo. EEUU, Rusia y Arabia han ninguneado con mayor o menor grado el informe.
Un asesor del presidente estadounidense, Donald Trump, viajó a Polonia para asegurar que extraerán los recursos fósiles que todavía hay en su subsuelo. Rusia y Australia se han sentido reconfortados por esta política. Al otro lado, la Coalición se reagrupó el miércoles para construir un relato unido opuesto. China ha sobrevolado las reuniones sin dar demasiado que hablar. La cumbre se ha metido así en el esprint final.