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Los Aznar-Oriol se montaron una piscina en el parque nacional de Cabañeros camuflada en obras de rehabilitación

La mansión ha demandado grúas y excavadoras en el Parque Nacional de Cabañeros.

Raúl Rejón

No hay mansión sin piscina. No importa que estén en el centro de un parque nacional. La familia Aznar-Oriol no solo aprovechó unas obras de rehabilitación para transformar una vivienda en mansión en el parque de Cabañeros: al proyecto no le faltaba detalle y cuando los agentes ambientales inspeccionaron las obras a finales de 2014 se encontraron una piscina instalada con su pradera incluida, según ha evidenciado el expediente del Ministerio de Medio Ambiente sobre este proyecto. La dirección del parque no consideró que se hubiera excedido el plan autorizado a los dueños. Unos trabajos de “mejora y restauración”.

Solo la denuncia sobre las dimensiones reales que escondía el proyecto ha permitido revelar lo que se había montado en el centro de Cabañeros, hasta una piscina particular. El visto bueno oficial de las obras hablaba de “impermeabilizaciones, mejora en la instalación eléctrica, la calefacción y lo saneamientos”. Las solicitó la sociedad Inmobiliaria del Bullaque, la empresa con la que el naviero Alejandro Aznar y la expresidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, tienen registrado el inmueble.

Sin embargo, la naturaleza de las obras (se asfaltó un camino para convertirlo en acceso por carretera, se levantó 15 chimeneas y se metió grúas de gran altura para construir) hizo que el plan saliera a la luz cuatro años después de empezarlo. La dirección del parque nacional se encontró con una denuncia en las manos y debió enviar a su personal a realizar una inspección a finales de 2014.

Tras revisar la finca, el parque entendió que los trabajos estaban “de acuerdo con el proyecto presentado”. En ese momento la piscina ya estaba montada así que Medio Ambiente la dio por buena. Pero como Parques Nacionales no pudo pasar por alto dos instalaciones que los dueños habían construido sin avisar, un aparcamiento y una explanada para eviscerar los ciervos abatidos en la finca, se tuvo que abrir un expediente.

Y en ese proceso ha sido donde ha podido detectarse que la rehabilitación sirvió para fabricar hasta una pileta. Y que Medio Ambiente conocía su existencia. La infraestructura aparece en el informe de los funcionarios que visitaron el complejo: una instalación “especialmente alargada y pegada a la fachada”, según los que han podido leer los pormenores del informe. Aunque había constancia de su presencia, la piscina no está ni siquiera mencionada en la propuesta de sanción por la explanada y el aparcamiento. El Ministerio de Medio Ambiente explica hoy que “esa piscina forma parte de la vivienda privada” y que una comisión formada por el Ministerio y  el Gobierno de Castilla-La Mancha la aprobó en 2010.

Finalmente, se tramitó una infracción “muy grave” respecto a las dos instalaciones sobrevenidas por la falta de licencia. Sin embargo, la misma dirección de Cabañeros escribió un texto en el que calificó a estas obras como “mejoras medioambientales” lo que valió para que la multa fuera la menor posible: 201.000 euros. Según el expediente, el presupuesto de todas las obras llegaba a los dos millones.

Utilización de recursos naturales

En el escrito de alegaciones presentadas por una de las denunciantes, la Sociedad Española de Ornitología, se explica que en la solicitud de autorización de obras “no existe referencia alguna, por ejemplo, a la construcción de una piscina rodeada de pradera”. A la organización le extrañaba en su escrito que “una piscina rodeada de pradera en ese ecosistema pueda considerarse como irrelevante en términos de uso de recursos hídricos”.

A la luz de los trabajos finalmente realizados dentro del parque nacional, la idea nació para montar un complejo que diera servicios a las monterías organizadas en Cabañeros (la sociedad propietaria se dedica a la “la caza y los servicios relacionados con la misma”): una gran casa con buena capacidad, donde se pudiera llegar directamente en coche hasta la puerta (por carretera y con aparcamiento) y preparada para descuartizar cómodamente las piezas cobradas. La piscina completa el complejo. Al final del camino, con y sin licencias, con y sin multas, todos los elementos planeados fueron plantados en el parque.

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