Un 1 % de la población es susceptible de padecer una herida crónica

Un 1 % de la población mundial puede desarrollar a lo largo de su vida, al menos, una herida crónica de cualquier etiología, aunque tienen una predisposición mayor personas frágiles y personas mayores, que padecen patologías cómplices que pueden facilitar el acceso de estas lesiones.

Esta es una de las principales conclusiones del XI Simposio Nacional y IX Congreso Iberolatinoamericano sobre Úlceras por Presión y Heridas Crónicas, que ha concluido en Logroño y que ha reunido a unos 1.300 profesionales de la salud de 20 países y 98 ponentes de Europa y América Latina.

Javier Soldevilla, organizador de este evento, ha recalcado a Efe que “no se puede volver la vista a este problema porque muchas de estas heridas, especialmente las de extremidad inferior, tienen un alto porcentaje de incidencia”.

Según sus datos, “entre el 25 % y el 30 % de las heridas de extremidad inferior vuelven a aparecer en el plazo de un año”, lo que exige de actuaciones precoces para, si no prevenirlas, aplicar tratamientos efectivos con cicatrización avanzada.

Además, se ha constatado que, cuando el paciente desarrolla estas heridas está en juego desde amputaciones a graves sufrimientos, pérdidas funcionales e, incluso, la muerte, ha precisado Soldevilla, quien dirige el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas y es vicepresidente de Sociedad Iberolatinoamericana sobre Úlceras y Heridas.

En este sentido, en este Congreso, en el que se han presentado los últimos avances científicos en prevención y tratamiento de las heridas crónicas, se ha puesto de manifiesto que “no estamos frente a problemas menores”, ha subrayado.

Ha indicado que, “quizá, la más devaluada de todas las heridas crónicas, considerada como el patito feo de las mismas, pueden ser la úlcera por presión”, que constituye “una epidemia viva en España, donde más del 10 % de los pacientes que ingresan en un hospital desarrollan estas lesiones que, además, afectan a unas 100.000 personas”.

Dentro de las úlceras de extremidad inferior, la “estrella” son las de etiología venosa, en las que se incluye el denominado “pie diabético”, que puede afectar al 25 % de los diabéticos.

En su conjunto, los especialistas consideran que todas “estas lesiones requieren de todo nuestro mejor hacer y, además, con la peculiaridad de la necesidad imperiosa de hacerlo muy rápido”.

La prevención de estas heridas, ha recalcado, es “nuestra principal aliada, ya que, en términos globales, se pueden prevenir casi la totalidad de los casos” y prevenirlos, en la actualidad, es factible“; y ”las consecuencias de no hacerlo son irreversibles, son mortíferas“.

Entre los avances presentados al Congreso está la nueva app “Helcos” (herida en griego), que permite a pacientes, cuidadores y profesionales controlar el tratamiento y evolución de las úlceras por presión mediante fotografías, en las que se puede apreciar el proceso de curación, y recibir indicaciones sobre el manejo de las heridas.

Otras novedades presentadas en este Congreso es un sistema digital de clasificación de las heridas, que permitirá a los profesionales poder practicar en los tratamientos.

Además, se han dado a conocer nuevas formas de trabajo en internet para crear redes de investigación sobre temas relacionados con la curación de esta dolencia y se ha presentado un nuevo libro de atención a las heridas crónicas, en el que han participado 70 profesionales.