El Supremo de EEUU da la razón a Google y Twitter en el juicio que podría haber transformado lnternet
El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este jueves vincular la red social Twitter a los ataques terroristas de organizaciones como el Estado Islámico (EI), en un fallo sobre la presunta responsabilidad de la empresa por no eliminar correctamente contenido de ese grupo. La decisión fue redactada por el juez conservador Clarence Thomas con el apoyo unánime de todos los magistrados de la corte.
En el fallo, Thomas argumenta que hacer a Twitter responsable del ataque terrorista que en 2017 se cobró la vida del jordano Nauras al Asaf en Turquía, como pedía su familia, obligaría a considerar a cualquier proveedor de comunicaciones responsable de cualquier delito simplemente por ser conscientes de que los criminales usan sus sistemas. “Puede que actores como el EI usen estas plataformas (...) para fines ilegales, y a veces terribles”, señala el magistrado, “pero lo mismo podría decirse de los teléfonos móviles, el correo electrónico o internet en general”.
El juez explica además que la acusación de los familiares de Al Asaf de que Twitter no actuó para detener la propagación de mensajes favorables al EI no demuestra que la red social tratara de manera consciente de ayudar a que se produjera el ataque en el que perdió la vida el jordano. También destaca que esta acusación haría a la plataforma responsable de cualquier atentado cometido por el EI en cualquier lugar del mundo.
En una opinión concurrente, la jueza progresista Ketanji Brown Jackson consideró que el rechazo de los argumentos de la familia de Al Asaf (y los de la familia de Noehmi Gonzalez, que denunciaron a Google por un caso similar que también ha sido rechazado este jueves por el mismo Tribunal) no implica que la corte vaya a fallar siempre en el mismo sentido si se presentan nuevas demandas.
Jackson explica que los principios utilizados por el tribunal para rechazar ambas demandas “no son universales”, por lo que abre la puerta a evaluar “otros contextos” en los que se valore la responsabilidad de las empresas de redes sociales por el contenido que publican sus usuarios. Tanto Google como Twitter habían sostenido, en ambos casos, que el uso de sus plataformas por terroristas del EI no implica que las tecnológicas les brindaran una asistencia consciente.
Los procesos tomaron un cariz trascendental por el enorme impacto que podrían haber tenido en la regulación de las plataformas digitales. El argumento de los demandantes en ambas querellas es que las plataformas no quedan totalmente eximidas de responsabilidad porque ya no se limitan a publicar el contenido que crean sus usuarios. “Los algoritmos están en todas partes y la cuestión es qué hacen con ellos las plataformas”, insistió durante el juicio el abogado de la familia que se ha querellado contra Google.
Ni Twitter, ni Facebook ni Google transmiten simplemente los mensajes, fotos y vídeos, porque desde 2006 adoptaron un sistema de algoritmos que recomienda a cada usuario el contenido que consideran que puede ser más relevante, denunciaron las familias. Esa “recomendación” implica que las plataformas ya conocen el material y lo valoran, por lo que –según la acusación– también deben asumir responsabilidad legal por ello.
El Supremo estadounidense ha tumbado este argumento y se ha posicionado del lado de las tesis de las plataformas digitales, impidiendo así un cataclismo en la regulación del ciberespacio que podría haber tenido consecuencias difíciles de prever. El Gobierno de Joe Biden se había posicionado también en este sentido cuando fue preguntado por su valoración del proceso legal.
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