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Vistalegre valenciano: todos contra Montiel

Antonio Montiel, líder valenciano de Podemos, y Pablo Iglesias, en Alicante. / Efe

Laura Martínez

La segunda edición de Vistalegre ha despejado las dudas sobre el verdadero peso de las distintas sensibilidades de Podemos. Las bases se han decantado por el apoyo mayoritario a Pablo Iglesias, pero el errejonismo es una facción importante en el partido. Una de las lecturas que llegan ahora es que el contrapeso a las ideas del secretario general queda en manos de los círculos y del partido en las comunidades autónomas. Pasado ya el congreso estatal, es el turno de los sectores autonómicos.

En la organización valenciana se acordó que el Vistalegre autóctono se celebraría antes del verano y fuentes de la formación reafirman que en las próximas semanas se pondrá la fecha para elegir o reelegir al secretario general. En la Comunidad Valenciana los miembros de la formación morada huyen de la dicotomía errejonismo/pablismo para definir sus corrientes internas. La terreta is different en cuanto a denominaciones, pero corrientes, haberlas, haylas.

Antonio Montiel, secretario general y errejonista confeso, arrastra desde verano el crecimiento de su oposición en el partido. La destitución de Sandra Mínguez o los documentos alternativos que se presentaron bajo 'Propostes de la Terreta', con el apoyo de los diputados autonómicos Antonio Estany o César Jiménez, por ejemplo. El problema -o la ventaja, según quién mire- es que esa oposición no se materializa en un sector crítico fuerte; los rivales de Montiel son numéricamente considerables, pero no están cohesionados en una corriente. En otras palabras, les une el rechazo al secretario general, pero les separa todo lo demás.

El secretario autonómico tampoco se encuentra entre los favoritos de Iglesias y que lo comparara con Franco o Sadam Hussein puede que no ayude demasiado a una reconciliación. Los desencuentros entre facciones y el aumento de poder del secretario general llevan a miembros de la formación morada a pensar que, de cara a la asamblea valenciana, Iglesias elaborará su propia lista para arrebatar el liderazgo a Montiel. Sin embargo, el sector contrario a Montiel, que podría ser útil a Iglesias para esta empresa, no se ha posicionado públicamente y, a la hora de presentar documentos, ha ido por libre.

Caso particular en este escenario es el de Sandra Mínguez. La diputada autonómica fue destituida por Montiel y, desde entonces, se ha convertido en una figura muy crítica con el secretario autonómico. Comenzó a posicionarse a favor de los postulados de Iglesias y a acudir a sus actos en un lugar bien visible, incluso elaboró algunos documentos para su candidatura, pero ni fue incluida en las listas del líder de Podemos, ni acudió a la cita en el pabellón madrileño.

Por otro lado, queda la corriente de Anticapitalistas, representada en el parlamento autonómico por Daniel Geffner, quien iba en las listas de esta facción en Vistalegre. En Anticapitalistas prefieren tomarse la asamblea con calma y no especular con nombres en las listas o propuestas concretas, aunque sí tendrán presencia en el cónclave valenciano.

De esta rivalidad entre facciones y según opinan desde la propia formación, para el Vistalegre valenciano podrían llegar hasta cuatro listas diferentes que optaran al control del partido. Anticapitalistas y los críticos, con o sin la mano de Pablo Iglesias, intentarán aumentar su presencia en el Consejo Ciudadano y restar poder a un Montiel que no cuaja con los círculos.

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