El PSOE valenciano reivindica frente a Podemos y Compromís el dinero gastado en juicios contra la corrupción del PP

En el PSOE, y en su federación valenciana del PSPV más, están cansados de que el rédito electoral por los casos de corrupción del PP se lo lleven líderes de partidos del cambio como Compromís o Podemos. Más les hierve la sangre aún cuando alguna de estas formaciones los equipara con el Partido Popular. El último en atacar a los socialistas ha sido el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, quien tras las confesiones de la pasada semana de los principales acusados del caso Gürtel ha afirmado que “la cloaca y la ciénaga que hay en el PP” supone también “una interpelación” a Ciudadanos, que mantiene al PP en la Moncloa, y al PSOE, que renunció hace meses a echarlo.

No ha tardado ni 24 horas en contestar el PSPV en boca de su secretario general y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien irónicamente se ha preguntado “¿dónde está la acusación de Podemos en Gürtel”, en referencia a que sólo su partido se ha rascado el bolsillo para ejercer la acusación popular en la macrocausa por la presunta financiación ilegal del PP. En un mitin con Pedro Sánchez en Valencia, Puig ha replicado a Echenique y ha dicho que “nosotros sin ponernos ninguna medalla, hemos estado denunciando los casos de corrupción”.

De hecho, el PSPV ha pasado por un momento económico muy delicado en los últimos años a causa, entre otras cosas, del gasto en abogados por las personaciones en casos de corrupción. El agujero llegó a ser de más de medio millón de euros. Los socialistas, además de ser acusación en el caso Gürtel lo han sido en el caso Emarsa (saqueo de la depuradora de Valencia) y en Valmor, que investiga los gastos de la Fórmula 1 de Valencia y en el que ha acabado imputado el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps.

Fue el antecesor de Ximo Puig en la secretaría general del partido el que inició el camino de la denuncia en los tribunales y la fiscalía -que no tiene un coste económico y al que también se sumaron Compromís y EUPV- y no siempre con el apoyo de la vieja guardia del partido. De hecho, en el Congreso de Alicante en 2012 en el que Alarte perdió el liderazgo ante Ximo Puig una de las mayores críticas que se le hicieron fue la de haber endeudado al partido “judicializando la política”.

Con el tiempo se ha visto que esta estrategia ha sido buena porque fueron los casos de corrupción denunciados en los tribunales los que desangraron a un PP al que le crecieron como enanos causas en las que llegó a tener dos centenares de cargos públicos imputados. En la actualidad algunos ya han pasado por la cárcel y el PSPV ostenta la presidencia de la Generalitat.

Pero este camino, que en la actualidad parece evidente y al que se ha sumado Ferraz -que colabora en el pago de algún letrado-, no siempre fue tan fácil. De hecho hubo muchas presiones de tótems del partido para no presentar la denuncia del caso Gürtel y, sobre todo, para no incluir a los empresarios en la misma. Hasta el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se opuso a esta denuncia por el caso Gürtel.

La patronal valenciana presionó al PSPV para que no presentara la denuncia contra los empresarios y llegaron a recibir querellas de alguno de los patronos -en concreto Vicente Cotino- que ahora ha reconocido que financió al PP valenciano. 

Al final, la denuncia que tiene abierto en canal al PP de Rajoy, Aznar y Camps prosperó y la firmaron Ángel Luna, Carmen Ninet, Cristina Moreno y Ximo Puig.