Urtaran a los ‘okupas“ de Errekaleor: ”Si el modelo que defienden merece la pena, el lugar es secundario“
Para el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, el objetivo de los ‘okupas’ del barrio de Errekaleor no reside tanto en mantener su modelo de autogestión, como en confrontar con la administración. “Si el modelo que defienden de verdad merece la pena, el lugar donde se desarrolla es secundario”. Urtaran ha respondido así en su faceboook a la carta de la profesora universitara Amelia Barquín publicada en eldiarionorte.es, en la que está defiende “la diversidad social” que representa el proyecto de autogestión promovido por los ‘okupas’ y le pide a Urtaran que no se baje de la utopía que, en su opinión, representa Errekaleor Bizirik.
Para Urtaran, “el medio se ha convertido en el fin. No importa tanto el modelo como el lugar, a sabiendas de que es ahí donde –por la inseguridad de las viviendas- confrontan con la administración. Quizá su verdadero objetivo”, en alusión a los ‘okupas’.
Con el título ‘Yo no me bajo, Amelia’, Urtaran desvincula cualquier tipo de parecido entre Errekaleor y el movimiento Gora Gasteiz, que “surge de la indignación social, como reacción ciudadana ante el empeño de un político local [el entonces alcalde Javier Maroto] por criminalizar y estigmatizar a todo un colectivo de nuestra ciudad única y exclusivamente por su nacionalidad, religión o cultura”.
“Yo”, añade el alcalde, “defiendo una Vitoria-Gasteiz moderna, plural, diversa, solidaria, respetuosa con los derechos humanos, una ciudad que fomenta la igualdad, la libertad y el bienestar de toda la ciudadanía. Yo no me bajo, estimada Amelia, ni me bajaré de este modelo de sociedad, que defiendo, en el que creo firmemente y que, con mayor o menor acierto según cada cual, impulsamos desde el Ayuntamiento”.
“He visitado el barrio en dos ocasiones”
Según el alcalde, no ocurre lo mismo con Errekaleor. “Nadie del Gobierno municipal ha cuestionado que se pueda llevar a cabo un modelo de autogestión en Gasteiz. Yo he visitado el barrio en dos ocasiones. Trasladé al colectivo la situación de inseguridad de las viviendas en base a informes técnicos. Les comuniqué que, como alcalde y máximo responsable de las viviendas, no podía mirar para otro lado, que no podía asumir la situación de riesgo. Les dije que esas viviendas deben ser derribadas por inseguras, por ser infraviviendas. Que si no eran aptas para las anteriores 192 familias que realojamos en mejores viviendas -gastando 22 millones de euros de toda la ciudadanía-, tampoco lo eran para ellos. Les hablé con sinceridad, les ofrecí alternativas, diálogo, entendimiento. Soluciones al fin y al cabo. Les ofrecí seguir desarrollando su modelo de autogestión en otro punto de la ciudad, en un entorno similar, pero respetando unas mínimas reglas de juego, de convivencia, unos mínimos compromisos que siguen hoy sin asumir”.
Por eso, el alcalde sostiene que Errekaleok Bizirik confunde “libertad con libertinaje”. “Mi ciudad utópica no pasa por insultar al que piensa diferente, ni por arrojar pintura contra su sede política; no pasa por ocupar a mi antojo y en contra de la voluntad del propietario unas viviendas sometiendo a una situación de inseguridad real a las personas que allí viven. En mi modelo de ciudad no cabe reservarse el derecho de admisión como en Errekaleor; o por arrogarme unas prebendas de las que no goza el resto de la ciudadanía como utilizar servicios básicos como el agua, la luz o la gestión de residuos sin abonar nada a cambio, como hacemos el resto”.
