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Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos. En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. 

Elecciones en los tiempos de la pobreza infantil, 15 citas y una prioridad: #InvertirEnInfancia

Pobreza infantil en España. Aitor Lara/ Save the Children

Violeta Assiego

No se trata de si los niños pasan hambre y no comen (que también). Si solo se tratase de esto, de si tienen o no para comer, podría llegar a ser suficiente abrir las puertas de los comedores a los niños y abastecer a las familias con los bancos de alimentos (que tampoco). Pero no, no se trata solo de comer o no comer; entre otras cosas, porque en España el abastecimiento de alimentos es suficiente como para permitir a una familia comer algo, un mínimo de algo siempre podrá llevarse a la boca. Cosa muy diferente es que lo haga al menos tres veces al día, y que al hacerlo, una, dos, tres o las veces que sea, se corresponda a una dieta nutricional saludable. La malnutrición no es desnutrición, y en España lo que padecen un porcentaje importante de los niños es malnutrición, también en su variante de obesidad que no quiere decir que necesariamente coman mucho sino que comen mal, comer muy mal hasta el punto de afectar a la salud del niño.

Pero ni siquiera la malnutrición es una característica exclusiva de la pobreza infantil, probablemente es una consecuencia, por supuesto que lo es. Pero hablar de pobreza infantil es hablar de mucho más cuando esta que no ha parado de crecer en nuestro país en los últimos años y si ha experimentado leves mejorías no se debe a los fondos destinados a programas específicos ni a que entre los distintos partidos políticos se haya logrado firmar un Pacto para combatirla.

Cuando la situación de un niño mejora lo más creíble es que lo está haciendo por el efecto de la solidaridad del entorno familiar, vecinal o escolar más que por una política concreta que esté abordando de manera integral un problema que no se limita a abrir o no un comedor, o a aumentar en 100 € al año una prestación familiar. En muchas, demasiadas familias, han sido las pensiones de los abuelos las que han hecho que sus hijas e hijos, y sus nietos, pudieran sobrellevar los gastos del día a día que son muchos más que tener algo que comer. Por ejemplo, de todos es sabido que si muchos niños han podido ir a las excursiones escolares programadas ha sido porque desde las AMPAs (asociaciones de madres y padres) se han concedido ayudas para que estos chavales no se quedaran sin ir.

Las mínimas mejorías no se deben a políticas, se deben a estrategias de supervivencia de las familias y a la ayuda de aquellos que han visto el sufrimiento de los niños y sus familias y no lo han querido permitir.

En una sociedad como la española, los gastos que conlleva la vida diaria de una familia con hijos son continuos. Un sondeo de Metroscopia para Save the Children señala que seis de cada diez españoles tienen muchas dificultades para llegar a fin de mes. Además, el reciente estudio de Save the Children sobre pobreza educativa concluye que las cuentas no salen si al multiplicarse la pobreza se resta la inversión. Precisamente la educación, una competencia autonómica, ha sido uno de los gastos que más han aumentado en los hogares en los últimos años. Mientras que los hogares en España han perdido más del 10% de su renta, la inversión en educación ha disminuido de manera importante en todas las comunidades autónomas. Sin embargo, el gasto de las familias en enseñanza cada vez es mayor.

Cuando la brecha de la pobreza aumenta, lo hacen también la brecha educativa y la social. Las niñas y niños son los más vulnerables a estas situaciones de pobreza y exclusión que aparentemente solo afectan a los adultos, a los ciudadanos que votan.

El domingo se celebran elecciones en 15 comunidades autónomas, cada una de ellas presenta tasas de pobreza infantil que deberían sonrojar a cualquier responsable político que considere que su función es de servicio público. Quince datos que los partidos políticos deben reducir porque las niñas y niños que están en riesgo de pobreza y exclusión en estas comunidades autónomas son al menos: 2 de cada 5 en Canarias, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia; 1 de cada 3 en Cantabria, Comunitat Valenciana, Baleares; 1 de cada  4 en Aragón, Asturias, Castilla León; 1 de cada 5 en la Comunidad de Madrid; y 1 de cada 6 en Navarra.

No se cuenta con las opiniones de los niños para hacer política pero las inversiones que se realizan afectan directamente a sus derechos, a su vida, a su manera de entender el mundo y a sus oportunidades como ciudadanos. No basta sonrojarse ni tirar de solidaridad, es necesario ponerles en el centro de las decisiones que les afectan directamente y también en las que lo hacen de manera tangencial. Es necesario #InvertirEnInfancia, invertir en nuestro futuro, en su presente. Ese es el mensaje de los que enfocamos la vida desde los derechos, de todos, de cada uno.

 

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Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos. En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. 

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