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CV Opinión cintillo

Bochorno Trump

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Resulta difícil pensar en un anfitrión con menos empatía respecto a su huésped que lo vivido en el despacho oval de la Casa Blanca. La conversación se ha desarrollado en el idioma de los propietarios de la casa, sin apoyo de traductores, han participado un elenco de palmeros que han contribuido a conducir el “dialogo” hacia donde interesaba y con un despliegue de medios dispuestos a dejar constancia de cuanto ocurriera. Parece que todo estuviera previsto para que las cosas acabaran como finalmente sucedió.

El mensaje que está lanzando este encuentro es un aviso a navegantes, todo aquel que ha tenido el honor de ser recibido por el presidente Trump, tiene que acudir con el suficiente agradecimiento, sumisión y subordinación, de manera que le permita al propietario lucirse, darse un baño de poder y deslumbrar con sus ocurrencias. Los que acuden a su despacho son actores secundarios para mayor gloria del actor principal, ya que, si no es así, serán llamados al orden. Pero la cosa no acabará ahí, si en algún momento se le ocurre al invitado de turno poner alguna objeción a las advertencias, incluso a las acusaciones que se le hagan, ya nos han avisado que subirá el tono y no cejarán en atacar hasta conseguir la humillación del atrevido interlocutor.

Esto, más o menos, es lo que hemos tenido ocasión de comprobar, y se corresponde con la imagen que ha estado ofreciendo hasta ahora el recién elegido presidente americano. Sus bravuconadas y salidas de tono manifestadas durante la campaña, ha llegado el momento de ponerlas en acción, acabamos de contemplar un caso práctico. Algunos ingenuos llegamos a pensar que se trataba solamente de marketing, que se relajaría y bajaría el tono una vez alcanzado el objetivo mayor de entrar en la Casa Blanca, ya estamos viendo que no es así. Está dispuesto a llevar a cabo cuantas ocurrencias le puedan beneficiar sin tener en cuenta las consecuencias negativas de sus actos. 

El encuentro con Zelenski, fue una tristísima oportunidad de poner el primer paso para evitar que hoy, mañana y la semana próxima siga muriendo gente en la guerra, pero eso no tuvo especial importancia comparado con lo el valor que podían tener las tierras raras del subsuelo ucraniano. Triste, muy triste. 

Si podemos extraer alguna conclusión de este lamentable episodio es la evidencia del signo de los tiempos, como han cambiado las reglas del juego, por tanto, es necesario adaptarnos si no queremos sucumbir al influjo de una nueva forma de autoritarismo económico con un reconocible histrionismo, con el que se imponen el conjunto de las decisiones que se adoptan.

El aprendizaje es evidente, es indispensable la construcción a toda velocidad de una Europa fuerte que se gane el respeto de aquellos que solamente se dejan amilanar por la potencia del adversario. Europa no puede seguir siendo percibida como una suma de países pequeños, con una perdida de potencia debido a la diversidad de formas de entender los grandes temas que nos ocupan en la actualidad.

Es el momento de plantear un resurgimiento del proyecto europeo, en el horizonte de una estructura federal que tenga como base la exigencia del respeto a los valores democráticos. Las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos, así como los partidos políticos europeístas tendrían que organizar una gran campaña en los Estados miembros de la UE sobre ese proyecto federal para Europa. El federalismo en Europa no es simplemente un ideal político, es una respuesta pragmática y realista a los desafíos globales y una necesidad para asegurar el bienestar y progresos sociales alcanzados desde la fundación del proyecto europeo.

Acabamos de tener un aviso importante, la guerra de Ucrania a la puerta de Europa deja el barril de pólvora encendido y pendiente de cómo se vaya a gestionar desde el conjunto de la Unión. Trump ha dejado bien claro que solamente se preocupará de los posibles beneficios a obtener en los distintos escenarios que puedan surgir. Europa no puede dejarse imponer las claves del futuro sin tener un importante peso en esas decisiones. 

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