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'La manada' tiene, a final de año, otra cita con la justicia: los presuntos abusos sexuales a una joven en Pozoblanco

Antonio Manuel Guerrero prestaba servicios como guardia civil en Pozoblanco cuando ocurrieron los hechos del juicio pendiente a La Manada.

Carmen Reina

Los miembros de 'la manada', condenados en firme este viernes por el Tribunal Supremo por la violación continuada a una joven en los sanfermines de 2016, tienen en el horizonte un nuevo juicio por abusar presuntamente, también en grupo, de una joven en Pozoblanco (Córdoba). Aún sin señalar la fecha concreta, se espera que la Ciudad de la Justicia de Córdoba acoja a finales de este año el juicio al que se enfrentan cuatro de los cinco miembros del grupo de hombres, acusados de abusos sexuales a una chica, por los que se les pide 7 años de cárcel a cada uno de ellos.

Los hechos que se juzgarán -y que presumiblemente alargarán su pena de prisión que ya han comenzado a cumplir por la violación en los sanfermines-, ocurrieron pocos meses antes de los de Pamplona, el mismo año 2016. En mayo de ese año, cuatro de los miembros de 'la manada' – Antonio Manuel Guerrero, José Ángel Prenda, José Escudero y Alfonso Jesús Cabezuelo- cometieron un presunto delito de abusos sexuales hacia una joven en el interior de un vehículo, cuando volvían a Pozoblanco de las fiestas del municipio cercano de Torrecampo. Ellos mismos grabaron parte de los hechos, imágenes en las que se ve su actuación. Una jueza dictó una orden de alejamiento y comunicación de los cuatro acusados con la víctima de Pozoblanco.

Los hechos ocurrieron en la noche del 1 de mayo de 2016 y se conocieron en septiembre de 2016, en la investigación de la causa que se estaba desarrollando en Pamplona. Durante las pesquisas de los hechos de los sanfermines, se localizó en sus móviles la grabación de los hechos realizados en el interior de un coche a la mujer de Pozoblanco. Esas imágenes habían sido enviadas por el guardia civil de 'la manada' –Antonio Manuel Guerrero, que por entonces prestaba servicio como agente en Pozoblanco-, al chat de Whatsapp de 'la manada' y a otro grupo denominado 'El Peligro', con una veintena de personas en él. La víctima tuvo conocimiento de estos vídeos cuatro meses después, cuando se hicieron públicos con la investigación de los hechos de Pamplona.

Los cuatro jóvenes habían acudido a las fiestas de Torrecampo y allí conocieron a la joven que se había desplazado también desde Pozoblanco. El escrito del fiscal relata que, en el transcurso de la noche, todos consumieron diversas bebidas alcohólicas y la joven llegó a tomar alguna consumición con el acusado Alfonso Jesús Cabezuelo. Al cierre de la caseta, sobre las 7:15 horas, este se ofreció a llevar a la joven de vuelta a casa en Pozoblanco, en el vehículo en que habían llegado los cuatro acusados.

“Estado de profunda inconsciencia”

El coche lo conducía Antonio Manuel Guerrero y José Ángel Prenda ocupaba el asiento del coopiloto, mientras los otros dos acusados iban en los asientos traseros con la chica en medio de ellos. “Debido, probablemente a la cantidad de alcohol ingerida -señala el escrito- sin que haya podido determinarse, si además de ello, tomó de forma deliberada o sin saberlo, alguna otra sustancia estupefaciente, la chica cayó en un estado de profunda inconsciencia, hasta el punto de no recordar lo ocurrido en el trayecto del vehículo”.

En el interior del coche, según se visualiza en el vídeo que realiza José Ángel Prenda, “aprovechan que la joven se hallaba privada de sentido, todos los acusados, con ánimo libidinoso, comenzaron a realizarle diversos tocamientos de carácter sexual, incluido el conductor”.

Al llegar a Pozoblanco, tres de los acusados bajaron del vehículo y se incorporó como conductor Alfonso Jesús Cabezuelo, quien continuó la marcha con la chica unas calles más y cuando ésta se despertó le pidió que le realizara una felación, a lo que ésta se negó, según detalla el Ministerio Público. En este momento, el acusado “con intención de menoscabar su integridad física”, según el escrito de la Fiscalía, la golpeó en la cara, le dio un puñetazo en el brazo y la empujó para que saliera del coche mientras le gritaba “puta”.

Por estos hechos, la Fiscalía ha pedido para los cuatro acusados penas de tres años de prisión por un delito de abusos sexuales hacia la joven, más cuatro años por otro delito contra la intimidad y para uno de ellos, el último conductor, una multa de 720 euros por causar lesiones leves.

El Ministerio Fiscal también solicita para la víctima como responsabilidad civil una indemnización conjunta y solidaria que deberían pagar los acusados de 4.500 euros por su curación y 6.000 más por los daños morales causados. Además de las penas de prisión solicitadas por la Fiscalía, también pide para los cuatro acusados la prohibición de comunicar o aproximarse a la víctima en cualquier lugar donde se encuentre o frecuente o en su domicilio a una distancia inferior a cien metros durante ocho años por el delito de abuso sexual y otros nueve años más por el delito contra la intimidad.

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