Regresan a Alcalá del Valle los 28 ancianos que vencieron al COVID: “Han llorado por la emoción de volver a casa”
Han provocado la emoción de los cuidadores que han estado con ellos desde el 24 de marzo en La Línea y también de los paisanos que los han recibido entre vítores. Los ancianos de Alcalá del Valle han regresado a su pueblo y han recibido aplausos desde los balcones y ventanas. Son 28 que han dado negativo en las pruebas del COVID-19. Hay que recordar que dos de ellos fallecieron en un desplazamiento que no tuvo viaje de vuelta.
De la residencia de Tiempo Libre pasan a la residencia Dolores Ibárruri, de la localidad serrana. El Ayuntamiento de Alcalá del Valle ha recuperado las competencias de la residencia después de que a finales de marzo tuviera que ser desalojada por ser el centro de un brote de coronavirus, con un total de 60 personas contagiadas. Ahora volverán a este centro después de haberse recobrado la normalidad en el plano sanitario. Serán los 28 que estaban en La Línea más otros dos que estuvieron en un centro en Villamartín.
La Junta de Andalucía se hizo cargo del centro de mayores y ahora vuelve a manos municipales. El alcalde de Alcalá del Valle, Rafael Aguilera, afirma a este periódico que “hemos recuperado a todo nuestro personal y estamos en disposición de acoger a nuestros ancianos con las máximas medidas de seguridad. Sólo podrá entrar personal autorizado y cuidaremos a nuestros mayores como lo hemos hecho siempre”. Cabe recordar que Aguilera recriminó a la Junta de Andalucía su mala gestión de la crisis sanitaria en la residencia.
El regidor de la localidad serrana reconoce que es “una gran alegría que vuelvan al pueblo, pero no podemos olvidarnos de las dos personas que hemos perdido por esta enfermedad y que siempre estarán en nuestro recuerdo”. Aguilera agradece el trato que han recibido los ancianos en La Línea y, más concretamente, al Ayuntamiento linense por “el interés que han puesto en todo momento para que contaran con los medios necesarios para salir adelante”.
La Junta de Andalucía, por su parte, recuerda que los mayores regresan a su centro de origen con todas las garantías sanitarias y de protección, después de la realización de los test a residentes y trabajadores, y con los equipos de protección individual (EPI) a disposición de la plantilla.
La emoción del recibimiento
María no podía parar de llorar al ver cómo recibía Alcalá del Valle los autobuses con los ancianos. Su padre llegaba muy contento tras pasar casi un mes y medio en La Línea y sacaba conclusiones positivas de la experiencia. “Mi padre nos dice que los primeros días en La Línea fueron un despropósito, pero que después ya todo se fue normalizando. La gente del SAMU se ha portado de maravilla, han demostrado ser unos profesionales extraordinarios. Si los abuelos tuvieron más calidad de vida fue gracias a los trabajadores. Todos tenían muchas ganas de estar de nuevo en su residencia y estaban emocionados por el recibimiento que habían tenido del pueblo. Han llorado por la emoción de volver a casa”.
En la residencia de Alcalá del Valle se mantienen las medidas de distanciamiento. El edificio consta de dos plantas y han ubicado a todos los ancianos en la planta baja, con idea de dejar aislada la planta de arriba por si se produjera algún rebrote. “Dios no lo quiera, pero es mejor así”, reconoce María. En el comedor hacen dos turnos, separados de dos en dos y con una mampara de metacrilato.
Como curiosidad, entre los pacientes que han superado la COVID-19 en este dispositivo, y que venían contagiados de su residencia de origen, está Ana del Valle, de 107 años, uno de los ancianos que ha conseguido vencer a la enfermedad con mayor edad.
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